lunes, 15 de marzo de 2021

Marte a ras de suelo

 Marte a ras de suelo


Tras un viaje de 500 millones de kilómetros, el pasado jueves 18 de febrero, el quinto rover enviado por la NASA a Marte, el “Perseverance”, aterrizó en la superficie del planeta rojo, concretamente en el cráter Jezero, situado en el hemisferio norte del planeta.[1] La NASA eligió este cráter como ubicación idónea para el aterrizaje de la misión 'Mars 2020' después de que científicos de todo el mundo examinaran durante casi cinco años, más de 60 ubicaciones. Allí, el Perseverance tendrá la misión de recoger muestras del pasado geológico de Marte para encontrar pistas sobre posibles indicios de vida. (Voosen P.,2021)

Jezero, ¿cómo se formó?

El cráter Jezero se encuentra próximo a la región denominada Isidis Planitia de Marte, donde el impacto de un antiguo meteorito dejó un gran cráter de unos 1.200 kilómetros de diámetro. Este evento, conocido como impacto de Isidis, cambiaría para siempre la composición geológica de la roca del cráter. Hace 4000 millones de años, un impacto posterior dentro de la cuenca de Isidis creó un cráter más pequeño de unos 45 kilómetros de diámetro, al que se llamó Jezero.[2] Isidis Planitia se llenó de agua posteriormente y formó parte de un antiguo océano, mientras que el cráter Jezero se convirtió en un lago que recibió parte del drenaje de un antiguo delta fluvial. (B. L. Ehlmann et al., 2008)



Los primeros pasos del Perseverance

El rover Perseverance, apodado Percy, es un vehículo Mars rover diseñado y fabricado por el Laboratorio de Propulsión a Reacción (Jet Propulsion Laboratory, JPL por sus siglas en inglés) para explorar el cráter Jezero como parte de la misión Mars 2020 del Programa de Exploración de Marte de la NASA.[3] (Taylor, A., 2020)


Su diseño es casi idéntico al del rover Curiosity; cuenta con siete instrumentos científicos para estudiar la superficie marciana empezando desde el cráter Jezero. También lleva a bordo 23 cámaras y dos micrófonos. En la misión también navega el helicóptero explorador Ingenuity, que ayudará al rover Perseverance a encontrar posibles lugares para estudiar.


Según Jessica Samuels, ingeniera y directora de la misión en el JPL, desde que aterrizó el rover en Marte, ha estado realizando una comprobación de todos sus comandos e instrumentos científicos. Además, a través del mástil de su cámara, a dos metros de altura, se ha conseguido obtener una panorámica de su entorno, ha actualizado su software, y ha realizado un breve recorrido para evaluar su movilidad.


Actualmente, el rover está poniendo a prueba su brazo robótico de cinco articulaciones y dos metros de largo, que lleva un taladro de perforación, y en breve, lo hará con su segundo brazo robótico, diseñado para manipular las muestras de polvo y rocas que recoja. Estas muestras se almacenarán en 43 tubos ultraligeros, que serán devueltas a la Tierra para su análisis; actualmente, la NASA y la ESA (European Space Agency) están trabajando en dos misiones para recuperar las muestras en 2031.[4] (Clery, D., & Voosen, P., 2019)



Pisando suelo marciano

Las primeras imágenes enviadas por el Perseverance muestran fragmentos de rocas agujereadas similares a la piedra pómez, con una textura porosa por el gas que escapa de la lava durante su enfriamiento. Sin embargo, también podrían ser rocas sedimentarias erosionadas por la acción del agua y el viento durante miles de años. Además, en las imágenes se divisan grandes rocas oscuras que parecen antiguas rocas volcánicas. 


Para los científicos que trabajan en esta misión es esencial averiguar si se trata de rocas de origen volcánico o sedimentario; si las rocas son volcánicas contendrán trazas de elementos radiactivos con un ritmo de descomposición concreto. Así, cuando las muestras regresen a la Tierra, se podrá datar el momento en el que se produjo la erupción y fijar la edad del lago. El muestreo de una roca volcánica de este tipo "proporcionaría un anclaje crítico para la cronología de los acontecimientos que estamos observando", afirma Ken Farley, científico del proyecto de la misión y geólogo del Instituto Tecnológico de California.


Hasta que los científicos puedan trabajar con esas muestras, el Perseverance puede precisar el origen de las rocas gracias a dos de los instrumentos que tiene, los cuales son capaces de disparar rayos X y luz láser ultravioleta contra las muestras, provocando reacciones que podrían revelar su composición química y mineralógica.[1] (Voosen P., 2021)



Desde la órbita de Marte, el MRO (Mars Reconnaissance Orbiter) ha detectado, en el delta del cráter Jezero, importantes afloramientos de olivino, un mineral volcánico presente en las rocas magmáticas, que puede utilizarse para datar el pasado volcánico de Marte; y grandes cantidades de carbonatos, que pueden formarse cuando el olivino se expone al agua y al dióxido de carbono, y que se sabe que tienen el potencial de conservar rastros de vida (biofirmas).


El oxígeno presente en los carbonatos podría revelar la temperatura del agua que formó el mineral; el agua templada nos indicaría que Marte fue cálido y húmedo durante millones de años, mientras que el agua casi congelada abogaría por estallidos esporádicos de calor. El carbonato podría incluso contener burbujas de gas -muestras de la antigua atmósfera marciana- que permitirían a los científicos ver si contenía metano u otros gases de efecto invernadero que habrían calentado el Marte primitivo.


Ha pasado más de medio siglo desde que una nave espacial llegara a Marte. Desde entonces, hemos aprendido mucho sobre nuestro misterioso vecino rojo. Sabemos que es el hogar de la montaña más alta del sistema solar, que el polvo marciano es magnético, que Marte solía tener lagos y ríos, que tiene estaciones, que su núcleo podría seguir fundido y que las tormentas de polvo pueden cubrir todo el planeta. Todas estas informaciones nos las han desvelado las distintas misiones que se han enviado a Marte. A lo largo de los próximos diez años, vida estimada del Perseverance, seguramente nos asombraremos al descubrir que muchas de las rocas y minerales presentes en Marte también existen en nuestro planeta, haciendo evidente un pasado común.


Referencias:


[1] Voosen P. (2021). Perseverance will explore history of ancient lake. Science (New York, N.Y.), 371(6532): 870-871.

https://doi.org/10.1126/science.371.6532.870


[2] B. L. Ehlmann, J. F. Mustard, C. Fassett, S. C. Schon, J. W. Head III, D.J. Des Marais, et al. (2008). Clay minerals in delta deposits and organic preservation potential on Mars. Nature Geoscience, 1(6) : 355-358. https://www.nature.com/articles/ngeo207 


[3] Taylor, A. (2020). NASA Prepares to Launch the Mars Rover Perseverance. The Atlantic. https://www.theatlantic.com/photo/2020/07/photos-nasa-prepares-to-launch-the-mars-rover-perseverance/614716/ 


[4] Clery, D., & Voosen, P. (2019). Bold plan to retrieve Mars samples takes shape. Science (New York, N.Y.), 366(6468): 932-933. https://doi.org/10.1126/science.366.6468.932


1 comentario:

Manuel Hernández Fernández dijo...

Interesante, pero resulta preocupante que copies frases casi completas de fuentes no citadas ni enlazadas:

"La NASA eligió este cráter como ubicación idónea para el aterrizaje de la misión 'Mars 2020' después de que científicos de todo el mundo examinaran durante casi cinco años, más de 60 ubicaciones"

https://www.abc.es/ciencia/abci-crater-jezero-perseverance-marte-nsv-202102181706_noticia.html#:~:text=Elegido%20tras%20cinco%20a%C3%B1os%20de,ubicaciones%20durante%20unos%20cinco%20a%C3%B1os.

"El cráter Jezero se encuentra próximo a la región denominada Isidis Planitia de Marte, donde el impacto de un antiguo meteorito dejó un gran cráter de unos 1.200 kilómetros de diámetro. Este evento, conocido como impacto de Isidis, cambiaría para siempre la composición geológica de la roca del cráter. Hace 4000 millones de años, un impacto posterior dentro de la cuenca de Isidis creó un cráter más pequeño de unos 45 kilómetros de diámetro, al que se llamó Jezero."

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/crater-jezero-lugar-idoneo-para-encontrar-vida-marte_16393

Para terminar, sólo me quedaría indicar que el artículo que has usado como conductor de tu entrada (Voose, 2021) sería el equivalente de las noticias de los periódicos normales, más que un auténtico artículo científico, aunque se haya publicado en la revista "Science". Lo notaréis porque sólo cuenta cosas que se están haciendo o se van a hacer pero no presenta unos resultados y una discusión sobre esos resultados (todavía falta mucho para eso -tienen que recuperar las muestras de las que habla-). No tiene mayor relevancia, pero es importante que aprendáis a diferenciar simples noticias de los auténticos estudios científicos.