lunes, 6 de mayo de 2019

Todo lo bueno llega a su fin...

Buenos días amantes de la Paleontología, como bien reza el título, esta es mi última entrada en el Blog, el desenlace en el que os voy a contar un poco porqué he elegido las noticias que he elegido:




Empezamos por mi primera entrada: ¿Ornitorrincos en el Triásico? Pues... ¡si!
Veamos, aunque ya quedó demostrado que E.carrolldongi y los Ornitorrincos (Ornithorhynchus anatinus) solo tienen (tenían) en común su particular morfología, me parece que son animales verdaderamente curiosos. Su "mezcla" de "partes" hace que sean únicos: tienen pico, son ovíparos, disponen de un espolón venenoso (solo en machos), la cloaca (recordemos: orificio por el que se excretan tanto la orina como los productos fecales, propia de los reptiles)...
En definitiva, intenté mostraros un poco más a fondo lo que son estos animales en relación con el fósil encontrado de E.carrolldongi, su "presunto" familiar.



Siguiendo en la línea de los fósiles de reptil, en mi segunda entrada Pasito a pasito... ,os hablé de O.pabsti, reptil tetrápodo que nos enseñó por medio de la tecnología 3D (esqueleto) y la simulación informática como se desplazaba en sus tiempos, vamos, "sus andares". Creo que es algo muy interesante ya que no todos los días se ve a un fósil "andando", además de aportar mucha información acerca de la posición de las extremidades y de la forma de distribuir su peso por el cuerpo respecto a los reptiles actuales.




En mi tercera y última entrada informativa, penúltima del Blog, os hablé de un osteosarcoma (tumor maligno que aparece en los huesos) encontrado en un fósil de un ancestro de las actuales tortugas, P.rosinae, del Triásico. Recordemos que P.rosinae carecía de caparazón (¿quién se imagina ahora una tortuga sin él?) y que el osteosarcoma en cuestión fue encontrado en un fémur. 
Este descubrimiento se pudo llevar a cabo gracias a otra disciplina relacionada con la Paleontología que es la Paleopatología, ciencia que estudia las enfermedades antiguas. Gracias a ella se tiene información hoy en día de la evolución de patógenos, enfermedades, inmunología, métodos de  curación, y muchos aspectos relacionados con el medio ambiente. 
A modo de reflexión, todos sabemos que el cáncer es algo que está a la orden del día y para el que, por desgracia, aún no existe una curación definitiva. Todos estos estudios ayudan a que cada vez conozcamos más acerca de la enfermedad y podamos buscar ese remedio definitivo tan esperado por los pacientes.



Y bueno, aquí llega el final, ahora sí, de este camino de investigación, fósiles y reptiles. He decidido darle un punto más "graciosete" a esta última entrada, que no me gustan las despedidas... también decir que me he inspirado en finales de compañeros de otros años para darle este "toque de humor".
Espero que las entradas hayan sido de vuestro agrado y os hayan despertado un poco de interés acerca de los seres que vivieron en el pasado, y como a día de hoy, aún siguen ayudándonos mediante sus restos fósiles aportando información muy útil tanto a nivel histórico evolutivo como a un nivel más personal, como es el caso de P.rosinae y el cáncer.

Y sin más dilación... no os digo adiós, si no ¡Hasta otra!

Ester.

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