viernes, 4 de septiembre de 2015

Gamusino clap clap clap.

¿Quién dijo que los gamusinos no existen?


¡Al fin mi búsqueda da resultados! He encontrado, en un remoto país, un bicho bien grande y con sus partes casi intactas. Aquí os presento a mi amigo (foto uno), que por las fotos podría parecerse al Gamusino de Up (foto dos). Pero no amigos, ningún pajarito ha sufrido daños durante mi búsqueda. Pajarito por decir algo, porque este espécimen mide nada menos que un metro y veinte centímetros siendo uno de los más pequeños de su familia. El nombre de nuestro amigo es Llallawavis scagliai, y no, no es una comida china.





(Foto uno) Llallawavis scagliai
http://www.gizmodo.com.au/2015/04/newly-discovered-terror-bird-sheds-light-on-a-fearsome-clan/

(Foto dos) Gamusino Up, Kevin


Esta nueva entrada esta sacada de este articulo, “A new Mesembriornithinae (Aves, Phorusrhacidae) provides new insights into the phylogeny and sensorycapabilities of terror birds”, del cual os dejo el link para que podáis descubrir todo lo que he descubierto yo, http://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/02724634.2014.912656.

Esta ave fue encontrada por científicos argentinos en Mar de Plata, Argentina (foto tres). 


(Foto tres) Mapa de la localización donde se produjo el hallazgo, Argentina, Mar de la Plata


Su descubrimiento no fue sencillo y seguro que todos estos científicos que trabajaron para su hallazgo desearon en algún momento que encontrar estos restos fuera tan sencillo como lo hace Russell, el niño de la película Up, dar tres palmadas y sacar una tableta de chocolate. Se extinguió hace 3,3 millones de años. Su esqueleto está prácticamente completo (foto cuatro), faltándole para su totalidad el diez por ciento. 


Foto 4. Esqueleto casi completo, al 90% de Llallawavis scagliai



Gracias a esto se están realizando estudios con los cuales se ha podido descubrir que existía más variedad de aves del terror de lo que se creía y además, este hallazgo va a permitir reconsiderar la decadencia y extinción de este grupo de aves del Plioceno.  Las aves del terror son un grupo de depredadores ya extinto que predominaban en América del Sur, estaban cubiertas de plumas aunque no podían volar y menos mal, porque habría que ser capaz de limpiar uno de sus misiles del parabrisas, contando con que este hubiera aguantado el impacto. Estas aves eran carnívoras, corredoras y podían medir hasta tres metros. Según el paleontólogo Alejandro Donas, y reflejado en un artículo encontrado en radiobrisas.com, con las alas desplegadas podían alcanzar los ocho metros.
Ahora y sin más dilación pasaré a describiros al individuo encontrado de Llallawavis scagliai. Este espécimen mide un metro y veinte centímetros y pesaría unos 18 kilogramos. Su esqueleto incluye la región auditiva del cráneo, laringe, la tráquea completa, los huesos para enfocar el ojo y el paladar completo también, lo que permite investigar sobre algunas de las capacidades sensoriales del individuo.
Con este esqueleto se han encontrado huesos y estructuras desconocidos para los investigadores respecto a la familia a la que pertenece Llallawavis scagliai denominada en Sudamérica como fororracos. Se han postulado nuevas teorías acerca de las relaciones filogenéticas entre los fororracos. La explicación completa de su esqueleto, parte por parte, puede encontrarse en el link propuesto arriba sobre este artículo, pero voy a añadir algunas de las fotos del esqueleto para que veáis la buena conservación de los huesos. (Fotos cinco, seis y siete). Las explicaciones de las partes de cada imagen están descritas en el artículo mencionado anteriormente.




Foto 5. Cráneo del imdividuo
Foto 6. Huesos de la tráquea del individuo



Fotos de la columna vertebral del individuo


Tras estas imágenes adjunto un vídeo donde se muestran la reconstrucción de un ave del terror:




Sin embargo la parte que me pareció más interesante fue como los investigadores reconstruyeron el oído de este individuo para dar así con los parámetros auditivos que podía captar y comenzar así sus hipótesis sobre los sonidos que emitía, y las relaciones que podía tener con el resto.
La reconstrucción del oído interno ha sido posible gracias a técnicas de radiología (TAC) y modelado 3D. La media de la audición de un ave del terror está por debajo de la media de cualquier ave que viva actualmente, como dijo el Dr. Federico Degrange, autor principal del Centro de Investigaciones en Ciencias de la Tierra (CICTERRA): “Esto parece indicar que Llallawavis scagliai puede haber tenido un estrecho rango de frecuencias, bajo la vocalización, presumiblemente utilizado para la comunicación acústica intraespecífica (relación entre la misma especie) o detección presa”.
El estudio de la sensibilidad auditiva puede ayudar a explicar la evolución, el comportamiento y la ecología de este grupo de aves fósiles. (Foto ocho)

Foto 8. Reconstrucción del oído interno de varias aves del terror. El situado más a la derecha es el que pertenece a   LLawavis scagliai



Para finalizar mi entrada he de decir que, pese a la importancia de este hallazgo, es muy difícil encontrar una especie o individuo tan completo y poder así hacer hipótesis sobre cómo era, como se relacionaba… Por lo que, y pese a mis deseos, comenzaré a buscar pequeños fragmentos que, algún día, podrán ser valiosos tesoros para la investigación sobre especies extintas.


BIBLIOGRAFÍA


Federico J. Degrange, Claudia P. Tambussi, Matías L. Taglioretti, Alejandro Dondas & Fernando Scaglia(2015)"A new Mesembriornithinae (Aves, Phorusrhacidae) provides new insights into the phylogeny and sensory capabilities of terror birds



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