Se ha hallado un fósil perteneciente a los Archosauriformes
en la Antártida, lo que demuestra que
pudieron existir bosques y una vida silvestre en el continente.
Ambiente y vida en la Antártida en el periódo Triásico (251,0土0,4 -199,6土0,6)
En esta entrada del blog me gustaría que explorásemos una pequeña parte de lo que suponen los estudios paleontológicos, esenciales para entender los climas y ambientes que han ido apareciendo en las distintas distribuciones geográficas a lo largo de la historia de la Tierra, y cómo han evolucionado, además de su necesidad para estudiar la filogenia y evolución de las distintas especies hasta llegar a las actuales.
Concretamente, vamos a centrarnos en una especie de arcosaurio encontrada en la Antártida, lo que supondría que en otro tiempo pudo existir vida silvestre en la zona.
Concretamente, vamos a centrarnos en una especie de arcosaurio encontrada en la Antártida, lo que supondría que en otro tiempo pudo existir vida silvestre en la zona.
Un arcosaurio es un género de reptiles entre los que se
incluyen los cocodrilos actuales, otros
dinosaurios presentes en períodos pasados y aves.
Los arcosaurios evolucionaron del clado (ramificación del
árbol filogenético) de los Archosauriformes, que aparecieron en el período Pérmico
superior y el Triásico hace unos 250
M.a. (millones de años). Algunas de las características que presentaban
eran las extremidades separadas
lateralmente del cuerpo, con rodillas y codos formando ángulos rectos. En el
Triásico, miembros de ese clado empezaron a adoptar una postura algo erecta, alzando
el cuerpo del suelo con las extremidades debajo de este.
En esta imagen se observa
las extremidades de las especies que iniciaron el clado de los Archosauriformes.
Este fósil ha sido
hallado en la formación Fremouw, que es una estructura rocosa de la Antártida, formado por rocas
sedimentarias, Concretamente, se ha encontrado en el estrato datado en la época
de transición entre el Pérmico(299,0± 0.8 hasta 251,0±0,4 millones de años) y el Triásico inferior ( 251,0±0,4 M. a hasta 199,6±0,6 M.a) . En esa zona ya se habían encontrado otros fósiles
anteriormente.
A esta nueva especie se la ha denominado Antarctanax shackletoni, Este
nombre viene por ser conocido como “el rey de la Antártida” o “Antarctic king”,
en inglés. De ahí “Antarct-” (de la Antártida), “-anax” que en griego
significa rey y “shackletoni” en honor al explorador Ernest Shackleton,
quien estudió la zona y dio nombre a la
formación Fremouw.
Se ha encontrado una parte del cráneo, vertebras, húmero,
metatarsianos y falanges. Tras realizar análisis filogenéticos (estudio
de la filogenia, es decir, el grado de parentesco entre especies) se ha llegado
a la conclusión de que pertenecía a un individuo amniota y se ha determinado
que es una nueva especie de Archosauriformes.
Imagen y dibujo de los bloques hallados con las distintas partes del cuerpo
de Antarctanax shackletoni fosilizadas. Brandon R. Peecook, Roger M. H. Smith, Christian A. Sidor (2019), Journal of
Vertebrate Paleontology, doi: 10.1080/02724634.2018.1536664
Se diferencia del resto de archosauriformes hallados en
la misma zona, y en otros lugares del mundo como en África, principalmente en las vertebras, que
tienen zonas más robustas. Además presenta asimetría en la terminación distal
(más alejada del cuerpo) del húmero y una sección circular en la zona
intermedia de este. Además es de un tamaño inferior comparado con otros archosauriformes.
Finalmente, el estudio realizado por Brandon R. Peecook,
Roger M. H. Smith y Crhistian A. Sidor concluyen que, filogenéticamente, A. shackletoni debe posicionarse entre
el ancestro común de los Archosauriformes y el nodo de unión del Erythrosuchidae y el Eucrocopoda.
Gráfica del árbol filogenético donde se observa el clado de
Archosauriformes y la posición que ocuparía A.
shackletoni.
Aunque no se ha encontrado la mandíbula piensan que
podría ser carnívoro (Brandon R. Peecook, Roger M. H. Smith & Christian A. Sidor. 2019) , ya que su posición filogenética está rodeada de especies
carnívoras, por lo que sería raro que este no lo fuera. Se piensa que el ambiente de la Antártida en
esa época, aunque estuviera cerca del
polo, era cálido por el calentamiento atmosférico que provocó el vulcanismo
extremo al final del Pérmico. También es una prueba de ello que se encontraran
coníferas, helechos y otros arcosaurios en la Antártida.
Además, los descubrimiento sobre la fauna y flora que
presentó la Antártida demuestran que a pesar de que en esa época, entre en
Pérmico y el Triásico, estaba unido a África, presentaba unas especies únicas.
Hay que añadir que todos los restos hallados de especies semejantes
pertenecientes a períodos posteriores al Pérmico indican, que aunque este finalizara
con una gran extinción masiva, los
arcosaurios sobrevivieron e incluso empezaron a conquistar más zonas de las
que antes ocupaban.
La gran extinción del Pérmico parece estar provocada por una gran cantidad de actividad volcánica que produjo la
contaminación con mercurio de los océanos, terminando con gran parte de la
diversidad marina, o por la liberación de gas metano por el calentamiento de
los océanos, que desencadenaron la descongelación de depósitos de hidratos de
metano presentes en los fondos marinos cerca de la costa. La expulsión de
metano, que es un gas de efecto invernadero, produjo un calentamiento y el
aumento de la temperatura del planeta. Esta teoría está apoyada por el alto
nivel de Carbono 12 que se encuentra en la mitad de las capas de estratos de
transición entre el Pérmico y el Triásico, lo que también explicaría la extinción
de organismos terrestres y no solo marinos.
Como en el Pérmico los continentes estaban unidos
formando Pangea, la formación Fremouw es
adyacente a áreas de Australia, África Austral y América del sur. En algunas de
esas zonas, como Karoo Basin, en el sur de África, se encontraron
archosauromorfos con los que se ha comparado el A. shackletoni para realizar estudios de anatomía
comparada y observar la diferencias que presentaban para los estudios
filogenéticos. Concretamente en esa zona hay muchos fósiles de especies
emparentadas como Prolacterta broomi, Proterosuchus fergusi y
muchos más.
En conclusión, los descubrimientos de nuevas especies en
la Antártida demuestran que hubo un momento en la historia de la Tierra en la
que existieron bosques y una gran diversidad de fauna, aunque actualmente sea difícil de imaginar. Por otro lado, nos permite entender que tras la extinción del
Pérmico, las especies de Archosauriformes que empezaron a
desarrollarse al final de este periodo, no solo sobrevivieron, sino que
aumentaron su distribución y evolucionaron a distintos géneros y especies. Aún
no se sabe con certeza qué características les permitieron sobrevivir y
expandirse.
Bibliografía.
- Brando R. Peecook, Roger M. H. Smith & Christian A.Sidor. 2019."A novel
archosauromorph from Antarctica and an updated review of a high-latitude
vertebrate assemblage in the wake of the end-Permian mass extinction", Journal of Vertebrate Paleontology, doi:10.1080/02724634.2018.1536664
Webgrafía.
Webgrafía.
-http://sp.lyellcollection.org
-https://www.livescience.com
- https://actualidad.rt.com
-www.vice.com
-http://www.evopuzzles.es/
-https://www.mundoprehistorico.com
4 comentarios:
Muy interesante el artículo. Jamás se me ocurrió que en otro tiempo la Antártida pudo estar llena de bosques y sin hielos. Aunque a este paso gracias al calentamiento global puede que vuelva a estar sin hielo.
¡Wow! Cuesta creer que tantos años atrás en la Antártida hiciera "calorcito" y que se encontraran bosques, pero gracias a tu artículo me puedo hacer un poco una idea de como era. Como bien dices en el texto, debían de ser unos reptiles bastante especiales para sobrevivir y expandirse a pesar de las adversidades y de la extinción masiva ocurrida en el Pérmico. Espero que con el tiempo se sepa algo más concreto de las características que lograron su supervivencia.
No está mal... pero dos títulos parecen redundantes... jejejejeje.
Echo de menos algunos enlaces de hipertexto que ayuden a los lectores menos avezados en estas cuestiones para profundizar en estos temas.
Y las referencias deberían ajustarse al formato del blog (ver pestaña superior del mismo).
Y unas etiquetas para facilitar el posicionamiento de la entrada en las búsquedas de Google tampoco vendrían mal.
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