domingo, 17 de febrero de 2019

El Rey De La Antártida.


Se ha hallado un fósil perteneciente a los Archosauriformes  en la Antártida, lo que demuestra que pudieron existir bosques y una vida silvestre en el continente. 


Ambiente y vida en la Antártida en el periódo Triásico (251,0土0,4 -199,6土0,6)




En esta entrada del blog me gustaría que explorásemos una pequeña parte de lo que suponen los estudios paleontológicos, esenciales para entender los climas y ambientes que han ido apareciendo en las distintas distribuciones geográficas a lo largo de la historia de la Tierra, y cómo han evolucionado, además de su necesidad para estudiar la filogenia y evolución de las distintas especies hasta llegar a las actuales.
Concretamente, vamos a centrarnos en una especie de arcosaurio encontrada en la Antártida, lo que supondría que en otro tiempo pudo existir vida silvestre en la zona.

Un arcosaurio es un género de reptiles entre los que se incluyen  los cocodrilos actuales, otros dinosaurios presentes en períodos pasados y aves.
Los arcosaurios evolucionaron del clado (ramificación del árbol filogenético) de los Archosauriformes, que aparecieron en el período Pérmico superior y el Triásico  hace unos 250 M.a. (millones de años). Algunas de las características que presentaban eran  las extremidades separadas lateralmente del cuerpo, con rodillas y codos formando ángulos rectos. En el Triásico, miembros de ese clado empezaron a adoptar una postura algo erecta, alzando el cuerpo del suelo con las extremidades debajo de este.



En esta imagen se observa las extremidades de las especies que iniciaron el  clado de los Archosauriformes. 





Este fósil  ha sido hallado en la formación Fremouw, que es una estructura  rocosa de la Antártida, formado por rocas sedimentarias, Concretamente, se ha encontrado en el estrato datado en la época de transición entre el Pérmico(299,0± 0.8 hasta 251,0±0,4 millones de años) y el Triásico inferior ( 251,0±0,4 M. a hasta 199,6±0,6 M.a) . En  esa zona ya se habían encontrado otros fósiles anteriormente.
A esta nueva especie  se la ha denominado Antarctanax shackletoni,  Este nombre viene por ser conocido como “el rey de la Antártida” o “Antarctic king”, en inglés. De ahí “Antarct-” (de  la Antártida),  “-anax” que en griego significa rey  y  “shackletoni” en honor al explorador Ernest Shackleton, quien estudió la zona y dio nombre  a la formación Fremouw.
Se ha encontrado una parte del cráneo, vertebras, húmero, metatarsianos y falanges.   Tras realizar análisis filogenéticos (estudio de la filogenia, es decir, el grado de parentesco entre especies) se ha llegado a la conclusión de que pertenecía a un individuo amniota y se ha determinado que es una nueva especie  de  Archosauriformes.

Imagen y dibujo de los bloques hallados con las distintas partes del cuerpo de Antarctanax shackletoni fosilizadas.  Brandon R. Peecook, Roger M. H. Smith, Christian A. Sidor (2019), Journal of Vertebrate Paleontology, doi: 10.1080/02724634.2018.1536664




Se diferencia del resto de archosauriformes hallados en la misma zona, y en otros lugares del mundo como en  África, principalmente en las vertebras, que tienen zonas más robustas. Además presenta asimetría en la terminación distal (más alejada del cuerpo) del húmero y una sección circular en la zona intermedia de este. Además es de un tamaño inferior comparado con otros archosauriformes.
Finalmente, el estudio realizado por Brandon R. Peecook, Roger M. H. Smith y Crhistian A. Sidor concluyen que, filogenéticamente, A. shackletoni debe posicionarse   entre el ancestro común de los Archosauriformes y el nodo de unión del Erythrosuchidae  y el Eucrocopoda.



Gráfica del árbol filogenético donde se observa el clado de Archosauriformes y la posición que ocuparía A. shackletoni. 




Aunque no se ha encontrado la mandíbula piensan que podría ser carnívoro (Brandon R. Peecook, Roger M. H. Smith & Christian A. Sidor. 2019)  , ya que su posición filogenética está rodeada de especies carnívoras, por lo que sería raro que este no lo fuera.  Se piensa que el ambiente de la Antártida en esa época, aunque estuviera cerca del  polo, era cálido por el calentamiento atmosférico que provocó el vulcanismo extremo al final del Pérmico. También es una prueba de ello que se encontraran coníferas, helechos y otros arcosaurios en la Antártida.

Este descubrimiento  permite conocer algo mejor la diversidad de archosauriformes o arcosaurios presentes en la época del Triásico y demostrar que su distribución corresponde a  una amplia extensión del planeta, ya que se han encontrado fósiles de ellos en Rusia, África y muchos otros en la Antártida.

Además, los descubrimiento sobre la fauna y flora que presentó la Antártida demuestran que a pesar de que en esa época, entre en Pérmico y el Triásico, estaba unido a África, presentaba unas especies únicas. Hay que añadir que todos los restos hallados de especies semejantes pertenecientes a períodos posteriores al Pérmico indican, que aunque este finalizara con una gran extinción masiva,  los arcosaurios sobrevivieron e incluso empezaron a conquistar más zonas de las que antes ocupaban.

La gran extinción del Pérmico parece estar provocada  por una gran cantidad de actividad volcánica que produjo la contaminación con mercurio de los océanos, terminando con gran parte de la diversidad marina, o por la liberación de gas metano por el calentamiento de los océanos, que desencadenaron la descongelación de depósitos de hidratos de metano presentes en los fondos marinos cerca de la costa. La expulsión  de metano, que es un gas de efecto invernadero, produjo un calentamiento y el aumento de la temperatura del planeta. Esta teoría está apoyada por el alto nivel de Carbono 12 que se encuentra en la mitad de las capas de estratos de transición entre el Pérmico y el Triásico, lo que también explicaría la extinción de organismos terrestres y no solo marinos.

Como en el Pérmico los continentes estaban unidos formando Pangea,  la formación Fremouw es adyacente a áreas de Australia, África Austral y América del sur. En algunas de esas zonas, como Karoo Basin, en el sur de África, se encontraron archosauromorfos con los que se ha comparado  el  A. shackletoni  para realizar estudios de anatomía comparada y observar la diferencias que presentaban para los estudios filogenéticos. Concretamente en esa zona hay muchos fósiles de especies emparentadas como Prolacterta broomi, Proterosuchus fergusi y muchos más.

En conclusión, los descubrimientos de nuevas especies en la Antártida demuestran que hubo un momento en la historia de la Tierra en la que existieron bosques y una gran diversidad de fauna, aunque actualmente sea difícil de imaginar. Por otro lado, nos permite entender que tras la extinción del Pérmico, las especies de Archosauriformes que empezaron a desarrollarse al final de este periodo, no solo sobrevivieron, sino que aumentaron su distribución y evolucionaron a distintos géneros y especies. Aún no se sabe con certeza qué características les permitieron sobrevivir y expandirse.  

  Bibliografía.

- Brando R. Peecook, Roger M. H. Smith & Christian A.Sidor. 2019."A novel archosauromorph from Antarctica and an updated review of a high-latitude vertebrate assemblage in the wake of the end-Permian mass extinction",  Journal of Vertebrate Paleontology, doi:10.1080/02724634.2018.1536664

 Webgrafía.

-http://sp.lyellcollection.org
-https://www.livescience.com
- https://actualidad.rt.com
-www.vice.com
-http://www.evopuzzles.es/
-https://www.mundoprehistorico.com


4 comentarios:

Unknown dijo...

Muy interesante el artículo. Jamás se me ocurrió que en otro tiempo la Antártida pudo estar llena de bosques y sin hielos. Aunque a este paso gracias al calentamiento global puede que vuelva a estar sin hielo.

Ester Saucedo dijo...

¡Wow! Cuesta creer que tantos años atrás en la Antártida hiciera "calorcito" y que se encontraran bosques, pero gracias a tu artículo me puedo hacer un poco una idea de como era. Como bien dices en el texto, debían de ser unos reptiles bastante especiales para sobrevivir y expandirse a pesar de las adversidades y de la extinción masiva ocurrida en el Pérmico. Espero que con el tiempo se sepa algo más concreto de las características que lograron su supervivencia.

Manuel Hernández Fernández dijo...

No está mal... pero dos títulos parecen redundantes... jejejejeje.

Echo de menos algunos enlaces de hipertexto que ayuden a los lectores menos avezados en estas cuestiones para profundizar en estos temas.

Y las referencias deberían ajustarse al formato del blog (ver pestaña superior del mismo).

Manuel Hernández Fernández dijo...

Y unas etiquetas para facilitar el posicionamiento de la entrada en las búsquedas de Google tampoco vendrían mal.