Introducción
Es de sobra sabido que en el
Mesozoico el mar estaba habitado por infinidad de criaturas con unas
características muy distintas unas de otras en cuanto a: tamaño, modo de vida,
dieta, reproducción, etc. Hoy en día, todavía se debate si existe una relación
entre los cambios en el nivel del mar y la fauna marina (Newell, 1952).
Para probar dicha relación se comparó la diversidad proporcional de diversos
reptiles marinos con la composición isotópica de Sr en el agua del mar
(87Sr/86Sr) pues se trata de un índice geoquímico que está estrechamente
relacionado con el cambio de las aguas marinas (Montañez et al.,
1996). El estroncio del agua de mar se deriva
principalmente de dos fuentes: la erosión terrestre de silicatos y de
escorrentía y el intercambio isotópico en las dorsales oceánicas (McArthur et
al, 2001.). Se observó que, los reptiles marinos que estaban adaptados a
una dieta de presas que no poseían cascaras (como peces, o ictiosaurios de
diversos tamaños entre otros) aumentó en gran medida cuando el nivel del mar
también era mayor y, por contraposición cayó cuando el nivel del mar bajó, en
cambio las formas de vida marinas de aguas de mayor profundidad eran menos
susceptibles a dichos cambios. Los resultados del experimento indican que esta
variación del nivel del mar tuvo un papel con mucha importancia respecto a la
formación de patrones de diversificación ecológica y, también, en la extinción
ecológica selectiva del Triásico. Este estudio se centra en dos ecotipos en
concreto: los llamados durófagos (taxones que presentan una
dentición ideada para aplastar presas lo cual sugiere una dieta de presas con
cascara) y los organismos pelágicos (taxones que presentan sistemas de
locomoción ideados para aguas abiertas). Pese a que ambos ecotipos se definen
en base a sus distintos criterios craneales y post-craneales son grupos
distintos y mutuamente excluyentes. Los isotopos de Sr marino son
susceptibles tanto a los esfuerzos tectónicos como a las subidas y bajadas del
nivel del mar, en base a esto su cambio durante un tiempo geológico se puede
correlacionar con la abundancia proporcional de especies ‘durófagas’ en
relación a las especies totales. Por el contrario las especies pelágicas no son
tan susceptibles a dichos cambios pero su diversidad proporcional varía como
consecuencia de la abundancia de reptiles marinos cerca de la costa que está
directamente asociada a los cambios en los niveles del mar.
Así pues, basándonos en este
artículo de Kelley, N.P. et al 2014. Selective
extinction of Triassic marine reptiles during long-term sea-level changes
illuminated by seawater strontium isotopes. Palaeogeography,
Palaeoclimatology, Palaeoecology, 400: 9-16, se observará el vínculo
existente entre la composición isotópica del Sr en el agua del mar y el
desarrollo, en unos casos, y extinción, en otros, de las especies marinas
susceptibles a este cambio a través del tiempo geológico.
Breve contexto geológico y geográfico
Para entrar en materia primero
debemos saber a qué tiempo geológico nos referimos y a sus características. Es
de sobra sabido que el Triásico es el primer periodo de los tres que componen
el Mesozoico. El Triásico duró aproximadamente unos 37 M.a. y se le conoce de
este modo por las tres capas distintas de roca que se depositaron en ese tiempo,
se caracteriza también por la cantidad de especies nuevas que poblaron la
Tierra tras la extinción masiva que tuvo lugar en el periodo anterior: el
Pérmico. Por aquel entonces el mundo comprendía de un solo supercontinente
llamado Pangea (FIG1.) marcó el inicio de la época en la cual los dinosaurios
dominaron la Tierra.
(FIG.1) La Tierra durante el Triásico; El supercontinente Pangea |
Recopilación de la diversidad
Para este estudio se recopilaron
datos acerca de la presencia o ausencia estratigráfica de 137 especies de
reptiles marinos de las primeras etapas del Mesozoico a través de 12 subetapas
geológicas. Dichos datos se sacaron de la literatura de primera mano y de los
recientes exámenes taxonómicos. Este conjunto de datos se amplía sobre una base de datos utilizada para
un análisis previo de la diversidad de reptiles marinos (Benson et al., 2010)
añadiendo el ámbito taxonómico de ese estudio y perfeccionando la resolución
estratigráfica para poder controlar mejor el patrón temporal en el Triásico.
Clasificación de los ecotipos
La clasificación de las especies
se realizó en base a dos modos de especialización ecológica reflejada en la
anatomía del esqueleto. En primer lugar se las clasificó en base a su
morfología dentaria siendo especies durófagas o no durófagas. En
muchos casos, en los reptiles marinos del Triásico, se observa una morfología
dentaria que incluye dientes robustos y aplanados que reflejan una dieta de
presas con cáscara y dicha morfología se halla
también en placodontes e ictiosaurios entre otros (FIG. 2A-C). La mayoría de
los placodontes poseen una dentición y una mandíbula diseñadas para triturar
cáscaras y no para la masticación de material vegetal. Las especies también se clasificaron como
organismos pelágicos o no pelágicos (FIG. 2D-G) basándonos en la
presencia/ausencia respectivamente en base a la eficiencia de una extremidad o
cola impulsada por la locomoción acuática. Dichas modificaciones incluyen un hidropedal, un tronco rígido
y/o una cola curvada hacia abajo que sirve de soporte. Dichos rasgos reflejan
una mayor especialización para la vida acuática y una capacidad para moverse de
un modo más eficiente entre los recursos alimenticios que están mayormente
distribuidos en un ambiente de océano abierto. Hay que decir que el ecotipo
durófago y el ecotipo pelágico no eran mutuamente excluyentes a priori pues se
definen por distintos criterios anatómicos y no se ha identificado ningún
reptil marino del Triásico que exhibiese una morfología dentaria aplanada y una
zona postcraneal con modificaciones hidrodinámicas. En base a esto, se dice qye
ambos ecotipos representan hábitats extremos en los que las especies durófagas
se adaptan a ambientes someros y las especies pelágicas se habrían adaptado a
ambientes de océano de mayor profundidad.
El patrón de la diversidad de
fósiles de reptiles marinos que se observa aquí (FIG. 4) se parece bastante al
que se dio en análisis previos con intervalos de muestreo mayores (Bardet,
1994 y Benson et al., 2010). La diversificación de reptiles marinos tras su
aparición inicial fue rápida según el registro de roca al final del Triásico
temprano. Dicha diversidad fósil alcanzó su punto máximo en el Triásico medio y
disminuyó de un modo constante durante la última etapa del Triásico. A pesar de
esto no hay indicios de ningún evento de extinción terminal en el Triásico pero
la presencia de distintos linajes fantasma durante el Noriano (división del
Triásico Tardío/Superior) indican un vacío en el registro fósil de reptiles
marinos en este momento (FIG. 3).
Según los
resultados obtenidos se ve que las especies durófagas fueron proporcionalmente
más numerosas cuando el nivel del mar era mayor y su número decrecía cuando el
nivel del mar hacia lo mismo (Tabla 1). Su diversidad se relaciona con la
pendiente media de 87Sr/86Sr dentro de una subetapa (Tabla 1,. FIG. 5A). Por su
parte, el número de especies pelágicas es mayor cuando el nivel del mar fue
menor. En contraste con las durófagas dicha proporción de especies no se
relaciona con la tasa de cambio en los valores del Sr. Como las especies
pelágicas evolucionaron durante los últimos estados del Triásico, el número de
subetapas disponibles para la comparación es más limitado y la relación es poco
significativa. La riqueza de especies en bruto no se correlaciona de un modo
significativo con los valores absolutos del Sr de agua marina, por lo tanto los
cambios en la riqueza (denominador usado para el cálculo de las proporciones de
ecotipos) no tienen en cuenta lo observado entre el cambio del nivel del mar y
los cambios en la abundancia de ecotipos de reptiles marinos.
(Tabla 1) Correlción entre el Sr marino
y la diversidad de Reptiles
|
log10subetapa principal 87Sr/86Sr
|
Subetapa de pendiente87Sr/86Sr
|
||
Pearson'sr
|
p
|
Pearson'sr
|
p
|
|
Riqueza total de especies (n = 12)
|
− 0.123
|
0.352
|
0.317
|
0.158
|
log10proporción de durófagps (n = 12)
|
0.132
|
0.658
|
0.705
|
0.005a
|
log10proporción de pelágicos (n = 6)
|
0.736
|
0.048b
|
0.291
|
0.712
|
aàAltamente significante.
bàSignificante.
(FIG.5) Correlación entre el Sr del agua del mar y las proporciones de los ecotipos.(A) proporción de organismos durófagos vs. curva de 87Sr/86Sr . (B) proporción de organismos pelágicos vs. subetapa principal de 87Sr/86Sr. |
Discusión y conclusiones
Los resultados
demuestran que los cambios en el nivel del mar eran primordiales para reflejar
el éxito o fracaso (supervivencia o extinción) de los reptiles marinos del
Triásico. Un aumento rápido del nivel del mar expandió el hábitat disponible
para los reptiles marinos cuya dieta se basa en invertebrados bentónicos. Así
pues, la abundancia taxonómica proporcional de las especies durófagas se
correlaciona con la tasa de cambio del nivel del mar con mayor eficiencia que si las
correlacionásemos con la tasa de valores absolutos. Concluimos que el éxito de
las especies durófagas dependía mayormente de la rapidez y la dirección de los
cambios en el nivel del mar. Estos cambios del nivel del mar concentraban
nutrientes en las aguas costeras de escasa profundidad, esto generaba un
aumento en el número de organismos bentónicos invertebrados (que eran el
alimento principal de las especies durófagas) que, a su vez, producía un
aumento de los taxones durófagos.
Desde el Carniano
tardío hasta el Noriano tardío el 87SR/86Sr se incrementó, primero poco a poco
y luego con mayor velocidad tras el cierre del océano Paleo-Tetis (Korte et
al,. 2003) que dio paso a un segundo orden de regresión marina. Mientras la
escorrentía terrestre pudo haber suministrado los nutrientes al mar, el centro
de productividad pudo haber cambiado de las aguas costeras de escasa
profundidad a las aguas de mayor profundidad propias de un ambiente oceánico. La
poca abundancia de reptiles marinos durófagos y la extinción gradual de muchos
linajes (Fig. 2) indican que el descenso del nivel del mar tuvo un efecto
negativo sobre los reptiles marinos costeros.
La proporción de
los organismos pelágicos no tiene una relación tan estrecha con la tasa de
cambio del nivel del mar pero se detectó una pequeña correlación con la
proporción de organismos pelágicos y la subetapa absoluta del nivel medio del
mar (FIG 4B). Esto puede significar que en momentos en los que el nivel del mar
era bajo y aumentaba la entrada de Sr terrestre al mar la proporción de
reptiles pelágicos se incrementó. A estas especies adaptadas a aguas abiertas
les fue mejor que a sus semejantes que vivían cerca de la costa. El patrón
general de la diversidad de especies (a nivel de subetapas) (FIG.3) concuerda
con que los reptiles marinos sufrieron una caída prolongada a través del
Triásico Tardío y no una extinción masiva a finales del Triásico (Bardet 1994). La comparación entre la diversidad ecológica de reptiles
marinos del Triásico y el Sr del agua marina del Triásico da una idea de
cambios físicos en los hábitats marinos cercanos a la costa, siendo la caída del
mar durante el Noriano el factor más probable de esta disminución. La
desaparición definitiva de los durófagos a finales del Rético junto con la
extinción de los últimos placodontes coincide temporalmente con la extinción
que tuvo lugar a final del Triásico.
Los resultados indican que la disminución de la diversidad de reptiles marinos y disparidad en el Triásico tardío fue impulsada por el cambio en el nivel del mar. Esta relación ayuda a explicar los patrones evolutivos observados dentro de los clados individuales (Thorne et al., 2011) y pone de manifiesto el papel que el cambio del nivel del mar juega en la estructura ecológica de los ecosistemas marinos a principios del Mesozoico. Las correlaciones existentes entre la composición isotópica de Sr del agua del mar y la diversidad de fósiles marinos sugiere una vinculación estrecha entre los ecosistemas marinos y los procesos geológicos que afectan el equilibrio isotopico del Sr que entra a los océanos. Los cambios en la plataforma poco profunda relacionada con el cambio del nivel del mar y los cambios en el suministro de nutrientes se presentan como mecanismos para explicar dichos patrones.
Referencias:
Referencias:
- N.D. Newell, Periodicity in invertebrate evolution. Journal of Paleontology, 26 (1952), pp. 371–385.
- Montañez et al,. 1996, Integrated Sr isotope variations and sea‐level history of Middle to Upper Cambrian platform carbonates Implications for the evolution of Cambrian seawater 87Sr/86Sr,. Geology, 24 (1996), pp. 917–920.
- Benson et al,. 2010, Mesozoic marine tetrapod diversity. Mass extinctions and temporal heterogeneity in geological megabiases affecting vertebrated. Proceedings of the Royal Society of London Series B, 277 (2010), pp. 829–834.
- Prokoph et al., 2008. Compilation and time‐series analysis of a marine carbonate δ18O, δ13C, 87Sr/86Sr and δ34S database through Earth history. Earth-Science Reviews, 87 (2008), pp. 113–133.
- Bardet, 1994. Extinction events among Mesozoic marine reptiles. Historical Biology, 7 (1994), pp. 313–324.
- Korte et al., 2003. Strontium isotope evolution of Late Permian and Triassic seawater. Geochimica et Cosmochimica Acta, 67 (2003), pp. 47–62.
- J.M. McArthur et al., 2001. Strontium isotope stratigraphy: LOWESS version 3: best fit to the marine Sr‐isotope curve for 0–509 Ma and accompanying look‐up table for deriving numerical age. Journal of Geology, 109 (2001), pp. 155–170.
- P.M. Thorne et al., 2011. Resetting the evolution of marine reptiles at the Triassic–Jurassic boundary. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 108 (2011), pp. 8339–8344.
No hay comentarios:
Publicar un comentario