Fotografía 1: Albatros viajero (Diomedea exulans)
Para la realización de esta entrada me he basado en el
siguiente artículo:
Ksepka,
D.T. 2014. Flight performance of the largest volant bird. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of
America vol. 111 no. 29.
Introducción
La capacidad de vuelo en las aves se rige en gran medida por
efectos de escala, lo que lleva a un compromiso entre las ventajas de la
eficiencia fisiológica y los inconvenientes de la disminución del margen de
potencia (relación entre la potencia muscular disponible y la potencia mecánica
requerida) a medida que el tamaño aumenta como bien demuestran los trabajos de
Pennycuick (1975,2008), Raynor (1988) y Lindhe Norberg (2002). Durante más de
150 millones de años las aves han evolucionado para llegar a abarcar tamaños
mayores de 4 órdenes de magnitud que los originales (Pennycuick, 2008) y lograr
una amplia variedad de estilos de vuelo. En el presente, la mayor longitud
medida y que comprende las 2 alas es de 3,5 metros (albatros viajero, Diomedea exulans), y el mayor peso
medido es de 19 kg (avutarda común, Otis
tarda y avutarda kori, Ardeotis kori)
(Alonso et al., 2009). En el pasado,
el teratornítido
extinto Argentavis magnificens
(Campbell & Tonni, 1980) y los inmensos pelagornítidos (Howard,
1957; Olson, 1985; Bourdon, 2005; Mayr & Rubilar-Rogers, 2010) sobrepasaban estas medidas con
creces. Teniendo en cuenta el reto que supone volar teniendo un gran tamaño, ha
habido mucho debate sobre cuáles son los límites de tamaño que afectan a la
potencia del vuelo para los diferentes tipos de vuelo en vertebrados (Pennycuick,
1975,2008; Habib, 2013; Witton & Habib, 2010; Sato et
al., 2009), y sobre como la evolución de los taxones especializados, como
los teratornítidos y pelagornítidos, ha estado ligada a factores ambientales
como los patrones de viento (Campbell & Tonni, 1980,1983; Chatterjee et al., 2007; Vizcaíno & Fariña,
1999).
Un esqueleto bien conservado que representa el ave voladora
más grande conocida proporciona la base para el presente estudio de las
propiedades aerodinámicas del extinto clado Pelagornithidae. Este clado
apareció en el Paleoceno (Bourdon, 2005) y alcanzó una distribución mundial
antes de extinguirse en el Plioceno (Olson, 1985; Boessenecker & Smith,
2011). Sus características esqueléticas, incluyendo pseudodientes (protuberancias
de los huesos de la mandíbula), una mandíbula articulada, y huesos de las alas
especializados (Howard, 1957; Olson, 1985; Bourdon, 2005; Mayr &
Rubilar-Rogers, 2010; Zusi & Warheit, 1992; Louchart et al., 2013) han planteado numerosas cuestiones a los
paleontólogos acerca de la paleoecología y afinidades filogenéticas de Pelagornithidae.
Aunque Pelagornithidae históricamente ha estado ligada a los pelecaniformes y procelariformes
(Howard, 1957; Olson, 1985; Harrison & Walker, 1976), los análisis
filogenéticos más recientes sugieren que este clado extinto es el taxón hermano
de Anseriformes (aves acuáticas) (Bourdon, 2005) o Galloanserae (aves acuáticas
y terrestres) (Mayr, 2011).
Los modelos computarizados proporcionan el mejor
camino hacia el conocimiento de las capacidades aerodinámicas de estas aves tan
notorias. Se utiliza un programa llamado Flight 1.25 (Pennycuick, 2008). En
este estudio el programa nos permite inferir parámetros del vuelo en las
especies más grandes de pelagornítidos. Al igual que ocurre con los demás
fósiles, estimar variables, como el peso y la longitud de las plumas, requiere
de una extrapolación adicional, y estas incertidumbres se tienen en cuenta con
24 análisis iterativos basados en combinaciones de estimaciones viables de peso,
relaciones de aspecto y envergadura de las alas (lo describiremos más a fondo
en el apartado ``métodos´´).
Paleontología Sistemática
Pelagornis sandersi exhibe
características diagnósticas de Pelagornis (Mayr & Rubilar-Rogers, 2010),
en las cuales se incluye el rostro con surco transversal, la fosa tricipital
situada en la superficie ventral del húmero, y el tibiotarso con el cóndilo
medial más proyectado anteriormente que el lateral. Pelagornis sandersi se diferencia de otras especies de Pelagornis por la porción caudal delgada
de la mandíbula, un pico más alargado, un mayor número de pseudodientes, y un
mayor tamaño.
El holotipo de esta especie fue hallado en la capa 2 de la
Formación Chandler Bridge (Sanders et al.,
1982) cerca del Aeropuerto Internacional de Charleston. La edad de la formación
es del Oligoceno tardío (bioestratigrafía de nanoplancton calcáreo) (Edwards et al., 2000).
Fotografía 2: En la
parte superior se muestra la reconstrucción de Pelagornis sandersi (los elementos preservados del holotipo se
muestran en blanco) con Diomedea exulans (la
longitud media de las 2 alas es de 3 m)
de escala. En la parte inferior se muestra el cráneo del holotipo de Pelagornis sandersi (ChM PV4768) en
vista (a) dorsal, (b) ventral, (c) lateral izquierda y (d) lateral derecha. El
húmero derecho en vista (e) caudal y (f) craneal. La escápula en vista (g)
lateral y (h) medial. La fúrcula parcial (i) en vista (j) craneal y (k) caudal.
El tibiotarso en vista (l) craneal y (m) caudal. El peroné en vista (n)
lateral. El tarsometatarso en vista (o) dorsal y (p) girado para mostrar la
porción distal en vista dorsal. El hueso pedal (falange distal) (q).
Abreviaturas (en inglés): cc, Lateral cnemial crest; fac, fossa aditus canalis
neurovascularis; fc, facet; haf, humeral articular facet; ie, intercotylar
eminence; j, jugal; lf, lateral furrow; mtII, metatarsal trochlea II; nfh,
nasofrontal hinge; pf, pneumatic foramen; pp, paroccipital process; sf,
subcondylar fossa; sup, supra-angulare; sw, swelling on crista deltopectoralis;
syn, synovial joint; tb, tubercle; trf, transverse furrow.
Resultados
Las propiedades del vuelo calculadas en Flight 1.25 indican
que Pelagornis sandersi alcanzaba
grandes alturas. Alcanzaba velocidades punta de 10,6-17,0 m/s. La relación de
resistencia se estima que alcanza valores de 21,0-23,9. Prácticamente, las 24
permutaciones adoptan la misma forma en las curvas polares. Actualmente, las
aves existentes que tienen valores más similares a estos son los albatros. Los
cóndores y fragatas muestran valores más bajos de velocidad.
Figura 1: (A) Curvas
polares del planeo de diferentes especies de aves. (B) Sustentación: relaciones
de resistencia modeladas con Flight 1.25 para diferentes especies de aves. En
azul, las estimaciones de los resultados de los 24 análisis de Pelagornis sandersi utilizando
diferentes combinaciones de masa (21,9–40,1 kg), longitud alar (6,06–7,38 m) y
relación de aspecto (13,0–15,0). Los valores modelados para una fragata (Fregata magnificens) aparecen en rojo,
para un albatros (Diomedea chrysostoma)
aparecen en negro, y para un buitre (Coragyps
atratus) aparecen en verde.
En los resultados de los análisis usando las estimaciones de
masa corporal más bajas y de longitud alar más altas para Pelagornis sandersi, la mayoría de las curvas de potencia están por
debajo del nivel de máxima potencia disponible del metabolismo aeróbico (líneas
verdes en la figura 2), en consonancia con la capacidad de volar
horizontalmente en un rango concreto de velocidades. Sin embargo, en los
análisis en los que se han utilizado las estimaciones mayores de masa corporal
y menores de longitud alar, las curvas de potencia quedan totalmente por encima
de la máxima potencia disponible del metabolismo aeróbico (líneas de azul
oscuro en la figura 2). Cabe señalar que los últimos resultados de las curvas
de potencia no indican necesariamente que Pelagornis sandersi era incapaz de
despegar del suelo y elevarse, ya que la potencia también puede obtenerse a
través de corrientes de aire. Incluso hay intervalos de vuelo en los que éste
es posible utilizando potencia anaeróbica.
Figura 2: Curvas de
potencia calculadas para Pelagornis sandersi
en Flight 1.25 empleando (A) la estimación de 21,9 kg de masa y (B) la
estimación de 40,1 kg de masa con la máxima potencia aeróbica estimada para
comparar. A y B muestran los resultados de 12 análisis iterativos con
combinaciones alternativas de las estimaciones de la longitud alar y la
relación de aspecto. En A, el vuelo horizontal exclusivamente bajo potencia
aeróbica es soportado por iteraciones con 6,4 m de longitud alar y una relación
de aspecto de 14,0–15,0 (azul claro), así como todas las iteraciones con 7,38 m
de longitud alar (verde). Todos los demás recorridos (medidas) no soportaron
las capacidades de vuelo horizontal exclusivamente bajo potencia aeróbica.
Discusión
Pelagornis sandersi ha alcanzado la mayor longitud alar
conocida (alrededor de 6,4 m), lo que plantea dudas sobre la paleoecología de
los enormes pelagornítidos. A medida que el tamaño aumenta, la potencia
requerida para volar aumenta más rápido que la potencia disponible para volar
(Pennycuick, 2008). Así, la teoría aerodinámica sugiere un límite superior de
12 a 16 kg para poder mantener el vuelo con potencia exclusivamente aeróbica
(Pennycuick, 1975,2008; Sato et al., 2009).
Pelagornis sandersi superó
los límites de masa y longitud alar teóricos para el vuelo basándonos en los
modelos anteriores, pero sus alas extremadamente alargadas y extremidades
posteriores reducidas indican que fue un ave voladora.
Al toparse con vientos desfavorables, el albatros viajero se
posa en la superficie del océano (Jouventin & Weimerskirch, 1990) y una vez
que pasan las condiciones desfavorables, despega desde la superficie del océano
aprovechando el impulso de correr sobre el agua. Las fragatas actuales que
tienen una longitud alar de unos 3 m y unas extremidades posteriores muy
reducidas son incapaces de despegar de la superficie del océano (Prince &
Morgan, 1987). La modificación del extremo proximal del húmero (Olson, 1985) y
la reducción de las extremidades posteriores hacen que sea discutible si Pelagornis sandersi era capaz de
despegar de la superficie del océano. Los pseudodientes tenían una función de
agarre para atrapar a sus presas cerca de la superficie del océano (Olson,
1985; Zusi & Warheit, 1992).
Nuestro conocimiento sobre la ecología de los pelagornítidos
está empezando a desarrollarse. Los datos presentados aquí sugieren que eran
aves voladoras muy eficientes, lo que unido a su distribución global a través
de los 7 continentes (Olson, 1985; Bourdon, 2005; Mayr & Rubilar-Rogers,
2010; Fitzgerald et al., 2012) y su
largo rango temporal, hacen de la causa de su extinción el mayor de todos los
misterios.
Métodos
Vuelo computarizado
El programa Flight 1.25 (Pennycuick, 2008) fue utilizado
para modelar los parámetros de vuelo de Pelagornis
sandersi. Este programa permite al usuario la especificación de variables
tanto ambientales como de forma alar. Dada la incertidumbre inherente a la
estimación de los parámetros del tamaño en los taxones fósiles, se realizaron
24 iteraciones de los análisis con diferentes combinaciones de estimaciones
tanto de masa (21,9 y 40,1 kg) como de longitud alar (6,06, 6,13, 6,4 y 7,38 m)
y de relaciones de aspecto (13,0, 14,0 y 15,0).
Para todos los cálculos, la densidad del aire se ajustó de
acuerdo con los valores atmosféricos estándar internacionales para el nivel del
mar y a 15ºC, alcanzando una densidad de 1.225 kg/mᶟ.
Medidas
|
Valor
|
Longitud craneal
|
569.0
|
Longitud del húmero
conservado
|
810.0
|
Longitud estimada
del húmero completo
|
940.0
|
Anchura del húmero
proximal
|
92.5
|
Longitud del fémur
|
176.8
|
Anchura del fémur
proximal
|
40.9
|
Longitud del
tibiotarso
|
280.0
|
Anchura del
tibiotarso distal
|
38.0
|
Longitud del tarsometatarso
|
>150.0
|
Longitud alar (estimación
de las plumas de Pelagornis orri)
|
6,276–6,436
|
Longitud alar (estimaión
de las plumas del esqueleto)
|
6,058–6,382
|
Longitud alar (estimación
de las plumas de Procellariiformes)
|
7,380
|
Tabla 1: Medidas (en
mm) del holotipo de Pelagornis sandersi
(ChM PV4768).
Referencias
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