Fotografía 1: Águila dorada.
Todos aquellos que hayan seguido mis anteriores entradas ya
se habrán dado cuenta de que existe un tema principal sobre el que giran todas
mis entradas, el cual ejerce la función de nexo entre ellas. Este hilo
conductor no es otro que el maravilloso mundo de las aves.
He elegido este tema como nexo principalmente por gustos
personales. Las aves siempre me han fascinado, en particular las voladoras,
pero las no voladoras también son divertidas como vimos en la entrada de
nuestro compañero David, “Paleopingüinología:
Retrospección hacia el futuro”. Probablemente esa fascinación mía en las
aves voladoras reside en la importancia que ha tenido el pasar de medios
terrestres y acuáticos a un medio totalmente nuevo, el aire, que supone una
independencia ante barreras de dispersión terrestres como pueden ser canales de
agua entre islas (como vimos en una entrada anterior, “El
registro fósil aviar en el Sudeste Asiático Insular y sus implicaciones para la
biogeografía y paleoecología aviar”), protección por la capacidad que
otorga el vuelo para evadir predadores, alimentación, reproducción, crecimiento
o simplemente por la libertad que supone el desplazarse sin obstáculos de
ningún tipo por aire.
Fotografía 2: Águila
azor africana en pleno vuelo.
En todas mis entradas he intentado abarcar diferentes temas
acerca de las aves. Para empezar mis entradas no podía haber elegido otro tema
que no fuera el posible origen de las aves (Archaeopteryx, ¿el verdadero origen de las aves?).
A continuación, me basé en un artículo acerca de la dispersión de las aves,
biogeografía y paleoecología inferidas del registro fósil y de ejemplares
actuales en el Sudeste Asiático Insular (El
registro fósil aviar en el Sudeste Asiático Insular y sus implicaciones para la
biogeografía y paleoecología aviar). Finalmente, debía realizar una entrada
sobre el vuelo (El rendimiento aerodinámico del ave voladora más grande detodos los tiempos) por las razones que he comentado anteriormente.
En todas estas entradas ha aparecido en segundo plano, en
mayor o menor medida, el tema de las relaciones filogenéticas.
Fotografía
3: El colibrí es capaz de mover sus alas más de 50 veces por segundo.
A raíz de estos trabajos uno se da cuenta de la importancia
que tiene la paleontología y de la dificultad que entraña ser paleontólogo. La
vida se expande a través de nuevos seres que se especializan bajo determinadas
condiciones y las especies están en un constante cambio debido a ello. La
paleontología no iba ser menos, pues también está en constante cambio. Buena
prueba de ello tuvimos en la entrada sobre Archaeopteryx
en la cual descubrimos que la finalidad primigenia de las alas en las aves
podría haber sido la exhibición y no el vuelo como siempre antes se había
pensado. En esa misma entrada, también nos dimos cuenta de que nuevos restos
esqueléticos de aves con plumas descubiertos en China desmontarían la teoría
que siempre se ha sostenido de que Archaeopteryx
fue el origen de las aves. Nunca es posible definir la naturaleza del cambio,
el tiempo que llevará concretarlo, ni de qué manera se producirá.
El afán por desentrañar misterios y responder a numerosas
cuestiones que nadie sabe no tiene límites para los paleontólogos y ese afán es
el verdadero motor que guía a la paleontología. En este sentido existe una gran
dicotomía entre el misterio y el afán por esclarecerlo. El misterio es el
aliciente principal para querer esclarecerlo y ya sabemos que la naturaleza es
una fuente ilimitada de sorpresas y de misterios por lo que el misterio
persistirá y, a medida que aumente, también aumentará el deseo de
desenmascararlo, es decir, es un ciclo que se retroalimenta. Mientras tanto,
dejemos que la ciencia avance a su paso y que nos siga deleitando el misterio
que envuelve la esencia intrínseca del poder de la naturaleza.
Para despedir esta entrada he elegido una cita de Albert
Einstein y la mítica canción de los años sesenta, que como no podía ser de otra
forma, se titula Surfing Bird de The
Trashmen.
Albert Einstein: “El
misterio es la cosa más bonita que podemos experimentar. Es la fuente de todo
arte y ciencia verdaderos”
The Trashmen: Surfing Bird
Os
deseo a todos unas felices vacaciones o, al menos, lo que queda de ellas.
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