En las entradas anteriores habéis
visto como los cocolitóforos podían superar extinciones masivas, e incluso, cómo
eran capaces de cambiar las condiciones del agua, y en consecuencia ,conocer la
paleocenografía del Plioceno.
En esta nueva entrada del
blog vamos seguir sumergidos en los océanos del pasado con nuestros amigos los
cocolitóforos. En esta ocasión vamos a ¡bucear por el Cretácico!, descubriendo
que es lo que puede hacer cambiar de tamaño a estos microorganismos tan
simpáticos. Así que de nuevo os invito a aventuraros durante un rato en este
gran mundo desconocido de la micropaleontología marina, que es algo realmente
sorprendente.
Para este
nuevo episodio me he basado en el el
artículo de Nathalie Lübke,Jörg Mutterlose,
Cinzia Bottini, "Size variations of coccoliths in Cretaceous oceans— A result
of preservation, genetics and ecology?" Marine Micropaleontology 117(2015) 25-39
Introducción
El principal objetivo de este artículo, es conocer cuáles
son las causas principales que provocaron un cambio en el tamaño de los
cocolitóforos hace 126 M.a en el Cretácico, más concretamente, en el Aptiense
temprano. Para poder saber qué es lo que causaron estas variaciones en su tamaño
y conocer sus causas, se ha realizado un estudio biométrico en los ensamblajes
de tres especies diferentes de estos microfósiles marinos.
Para ello, se recogieron sedimentos marinos en sitios como
Italia, Alemania y el este de Dinamarca, y que nos permiten viajar al Cretácico
transformándose en cuatro zonas totalmente diferentes como son la Cuenca Baja de
Sajonia, el Mar del Norte, el Pacífico medio y el Tetis Occidental.
En estos sedimentos se encontraron los modelos de tres
especies diferentes de cocolitóforos, que en esta ocasión pertenecen a nuestros
protagonistas: Biscutum constans, Zeugrhabdotus erectus y Watznaueria barnesiae. A partir cada de
las cuales se realiza el estudio, midiendo tanto la longitud y la anchura para cada
zona, determinando donde se encuentran los organismos más pequeños y los más
grandes.
Los paleontólogos antes de
ponerse manos a la obra y conocer la verdadera historia de estos curiosos
cambios de tamaño se preguntaron ¿Pudo ser la preservación en los sedimentos,
una cuestión genética o fué la ecología, es decir, el entorno en el que
vivieron?...
Resultados de nuestros protagonistas
Después de analizar los
ensamblajes de cada especie, dividieron las cuatro zonas de muestras en dos más
amplias respecto al Ecuador. Una zona de latitudes bajas,
entre 20ºN y 20ºS donde se situaban el Mar Tetis y el Océano Pacífico Medio y
otra zona de latitudes altas,
alrededor de los 40ºN, perteneciente al Mar del Norte y la Cuenca Baja de
Sajonia.
La división se realizó de
tal forma que los organismos más pequeños se encontraban en las latitudes más
altas mientras que los más grandes estaban en latitudes cercanas al Ecuador.
Siguiendo por esa parte descubrieron que el tamaño también se podía ver
afectado por la temperatura del agua superficial y la cantidad de luz de la que
podían disponer (Kirk ,J.T.O., 1997).
Si os fijáis en los
siguientes dos gráficos, donde nos centramos en las especies, B. constans y W. barnesiae, entenderemos mucho mejor los resultados obtenidos por
nuestros científicos:
·
B. constans, es mucho más grande y abundante en el Tethis Occidental y en el Pacífico
Medio. Del mismo modo, al encontrarse en zonas de mayor radiación la zona fótica alcanza mayor profundidad, y por lo tanto, nuestros amigos tienen una
mayor distribución. De esta forma, en el Mar del Norte y en la Cuenca Baja de
Sajonia, sucede todo lo contrario, ya que en ella se encuentran los organismos
más pequeños mucho menos abundantes y con menor distribución en profundidad.
·
W. barnesiae, se encuentra prácticamente en la misma situación que B. constants, siendo los organismos más
grandes y abundantes los encontrados en las latitudes bajas,y por el contrario,
los más pequeños en el Mar del Norte y en la Cuenca Baja de Sajonia. Sin
embargo, la diferencia de tamaño que existe en B. constans entre una zona y otra en este caso no es tan
significativo.
Para la especie Z. erectus no tenemos gráfico pero los
resultados que se obtuvieron fueron muy similares. Es decir, los organismos
más grandes se encontraron en el Mar Tethis y en el Pacífico, mientras que los
ejemplares más “pequeñitos” se encontraron en zonas cómo la Cuenca Baja de
Sajonia y el Mar del Norte.
¿Qué produjo el cambio de tamaño?
Como hemos visto hay tres
factores a tener en cuenta y que los paleontólogo planteaban al principio del
artículo, que podían tener efectos en el cambio de tamaño y poder afectar a las
condiciones de estos organismos(Young,J.R, 1994). Pero como hemos podido
comprobar hay dos de estos factores que se cumplen:
·
Viendo los resultados se ha
deducido que la preservación no es
uno de los factores que afecte al tamaño de estos organismos ya que los
sedimentos no realizan ningún efecto que pueda modificarlos.
·
Sin embargo la genética si puede ser un factor que perjudique el tamaño, como
Herreman et al. en 2012 ya discutían en uno de sus artículos, ya que como hemos
podido ver en los gráficos no todas las especies tienen el mismo tamaño a pesar
de estar en la misma paleolatitud.
·
Por último, la ecología, que sí parece que pueda ser
una de las razones de peso que provoque estas variaciones de tamaño. Por lo
tanto, estos microfósiles estaban totalmente condicionados a ser grandes o
pequeños en función de la latitud en la que se encontrasen.
Teniendo esto en cuenta lo anterior podemos sacar la conclusión que
estos organismos, tuvieron un mayor desarrollo donde la paleolatitud era más
baja, es decir, en zonas donde las aguas reciben mayor radiación solar y por lo
tanto aguas más cálidas (Bornemann, A. et al. 2006); lo permite que los
organismos puedan tener una mayor distribución y llegar a mayores profundidades. Mientras que la distribución en zonas de aguas más frías hacía que estos organismos encogiesen
reduciendo su distribución tanto en abundancia como hacia aguas más profundas.
Referencias utilizadas de revistas científicas:
- Bornemann, A., Mutterlose, J.,2006. "Size analyses of the coccolith species Biscutum constans and Watznaueria barnesiae from the Late Albian “Niveau Breistroffer” (SE France): taxonomic and palaeoecological implications". Geobios 39, 599-615
- Herrmann, S., Weller, A.F., Henderiks, J., Thierstein, H.R., 2012. "Global coccolith size variability in Holocene deep-sea sediments".Mar.Micropaleontol.82–83, 1–12
- Kirk, J.T.O., 1977." Attenuation of light in natural waters. Mar.Freshw". Res. 28, 497–508
- Young, J.R., 1994. "Functions of coccoliths. In: Winter, A., Siesser, W.G. (Eds.), Coccolithophores". Cambridge University Press, Cambridge, pp. 63–82.
3 comentarios:
La traducción más correcta para "assemblaje" en asociación (no ensamblae... que no estamos en una fábrica... ;D).
No es Apteniense, sino Aptiense.
Las referencias deberían ser citadas en el texto principal...
Cierto! Ahora mismo lo corrijo ;) Muchas gracias Manuel
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