sábado, 20 de marzo de 2021

Las cuevas. Nidos repletos de vida

Las cuevas
NIDOS REPLETOS DE VIDA


La RAE define cueva como “Cavidad subterránea más o menos extensa, ya natural, ya construida artificialmente”. Término, que a grosso modo, la grandísima parte de la gente domina y tiene interiorizado; pero es en los matices donde realmente se marca la diferencia. Las cuevas se caracterizan por ser hábitats de condiciones extremas, niveles de oxígeno bajísimos y en ocasiones prácticamente ausentes, alta humedad, temperaturas muy por debajo de la fisiológica, oscuridad plena y absoluta, nutrientes en proporciones indistinguibles, y así podría seguir relatando.

Realmente las cuevas son lugares no planificados e ideados para la existencia del hombre. Pero a pesar de esto último, las cuevas son una de las dianas de mayor demanda entre el turismo y otros campos. Y ello puede presentar repercusiones irreversibles sobre estas estructuras. Es por ello, que en esta entrada que presento, realizaré una breve descripción de las condiciones y otras características que conciernen al estatus de las cuevas actualmente, basándome principalmente en lo graficado y estudiado por Nahdhoit Ahamada Rachid y Nihal Doğruöz Güngör en su reciente publicacion en la International Journal of Life Sciences and Biotechnology.



Factores bióticas y abióticas en cuevas, se encuentran intrínsecamente conectados. Por ejemplo, las cuevas en su grandísima mayoría se forman a partir de la disolución de rocas calcáreas y de tubos de lava, por lo que podríamos decir, que originalmente la cueva presentaba una composición química y morfología concreta. Pero con el paso del tiempo, por medio mecanismos, se puede dar a lugar a la formación de depósitos de minerales secundarios, no originales de la cueva. Estos depósitos son lo que se denominan como espeleotemas (Como las famosas estalactitas). Existen multitud de tipos de espeleotemas, con composición mineral aun mas variopinta. Pero se ha visto que en su proceso de formación todos estos depósitos presentan una constante que se repite, que es la actuación biótica.

Siempre se había pensado que los mecanismos y procesos de formación de espeleotemas se ceñían a lo abiótico, pero con la explosión de la biología molecular de estos últimos tiempos, se ha comprobado que no era cierto. Es que realmente las cuevas, debido a sus condiciones tan específicas y meticulosas, acondicionan de forma idónea y específica la proliferación de infinidad de organismos endémicos. Son estos organismos los responsables de dar lugar a estos depósitos de minerales, que son las que realmente caracterizan y diversifican las cuevas.

Estos organismos que forman las espeleotemas son bacterias del filo Proteobacteria o Actinobacteria, de las cuales se han identificado unas pocas especies como Pseudomonas sp, Streptomyces etc. El ciclo de vida de estas bacterias, está acoplado con diferentes procesos que posibilitan la precipitación de carbonatos, variando el pH del medio mediante su metabolismo. Concretamente, estos, absorben Ca2+ y materia orgánica nitrogenada para la obtención de energía, y secretan como productos CO2 y NH4+, y todo ello desemboca en una subida del pH, favoreciendo así la precipitación de carbonatos y por consiguiente la formación de espeleotemas.


Otro ejemplo puede ser aquellas bacterias, como Thiobacillus spp, que son capaces de oxidar H2S a sulfatos, una de las sustancias más importantes para la formación de espeleotemas.

Es decir, recolectando estos dos ejemplos planteados, se puede sacar la conclusión de que efectivamente, factores bióticos resultan indispensables para factores abióticos. Pero la pregunta es, y la actividad humana sobre cuevas, ¿Qué consecuencias puede provocar? O mejor dicho, provoca.

La desmesurada presencia humana sobre estas edificaciones de la naturaleza induce multitud de efectos dañinos para las mismas y para sus habitantes microscópicos. Un efecto de la presencia humana ha sido un crecimiento exponencial de CO2 en estas cuevas visitadas, teniendo en cuenta que tienen una población de murciélagos limitada. Esta alta [CO2] inhibe la deposición de minerales, y un decrecimiento en la concentración de minerales hace que aquellas bacterias que se nutrían de los mismos, queden desprovistas de todo nutriente, y por ende, acaban pereciendo. Si estos organismos, que son los responsables de la formación espeleotemas, mueren, no se formarán nuevos depósitos. Es decir, la cueva moriría tanto biótica como abióticamente

Otro caso puede ser el de las cuevas de Altamira, donde su humedad se ha visto reducida un 15%. Esto puede parecer un leve cambio, pero esto contribuye a que los sedimentos y superficies de la cueva se sequen, siendo la humedad uno de los factores de mayor importancia para la biodiversidad.

Estos tan solo son unos pocos ejemplos, entro los innumerables efectos derivados de la actividad humana en cuevas.

Se han tomado medidas al respecto y algunos países han establecido normativas y obligaciones.

Únicamente mostrar al lector estos hechos que suceden a día de hoy, y recalcar, que las cuevas resultan de vital importancia para le entendimiento del mundo en el que vivimos, ya que esconden una cantidad inimaginable de conocimiento que podría marcar un posible futuro.


Bibliografía:

Doğruöz, N., Ahamada, N. 2021. Human activities’ impacts on cave microbial diversity: perspectives for cave microbial diversity conservation. International Journal of Life Sciences and Biotechnology, 4: 2-2.

Eric, M.A., Andrew S.B. 2014. Microbial diversity and activity in caves. Microbiology Australia, 35: 192-194.

Barton, H. A., Jurado, V. 2007. What's up down there? Microbial diversity in caves. Digital.CSIC, Microbe 2: 132-138.

2 comentarios:

Manuel Hernández Fernández dijo...

Es conveniente especificar al principio de la entrada sobre qué artículo vas a hablar.

Donde dices que las temperaturas en las cuevas son bajo cero... revísalo... Si realmente fuese así no se podrían formar los espeleotemas porque no circularía el agua cargada de carbonatos... Lo habitual es que mantengan unas temperaturas frías estables a lo largo del año, pero no tan frías.

Podrías añadir más etiquetas para facilitar la vida a los buscadores de internet y sería conveniente incluir referencias adicionales a las del artículo comentado.

Manuel Hernández Fernández dijo...

También es importante que pongas el título en el campo de la entrada correspondiente al título (mejor que en el texto principal de la misma, que es como lo tienes ahora).