En la anterior entrada hablamos de como serpientes petrificadas se volvian Ammonites. En esta hablaremos de como los Orthoceras se visten según donde viven. No, no se ponían ropa, nos referimos a los distintos patrones de coloración de sus conchas. A continuación podéis leer el articulo original de Manda y Turek de donde se ha basado esta entrada.
La coloración de la concha de los Nautilus extintos suelen ser bandas transversales irregulares y su función era de camuflaje (Stenzel 1964, Kobluk y Mapes 1989) pero los cefalópodos del paleozoico presentan distintas coloraciones: longitudinales, transversales, bandas en zigzag... Sin embargo, un ejemplo de convergencia adaptativa en la forma de la concha y la coloración de los cefalópodos está relacionado con la función de protección. La función protectora de la coloración de la concha también se ha documentado en otros invertebrados del Paleozoico como por ejemplo los gasterópodos. (Kobluk y Mapes 1989, Balinsky 2010).
A continuación se describen ejemplares de "Orthoceras" columnare Marklin con una coloración mejor conservadas de las que describió Angelin & Lindström (1880), de la isla de Gotland y además de su implicación en el modo de vida.
La extinción de la megafauna en América del Sur durante el Pleistoceno supuso una pérdida de 50 géneros, alrededor del 83% de la fauna de la época. Desaparecieron por completo los notoungulados y los litopternos, mamíferos placentarios nativos de Sudamérica, y los proboscídeos, aunque de estos últimos todavía perdura la familia Elephantidae, que representa los actuales elefantes. Además se extinguieron los grandes xenartros, a donde pertenecen los armadillos, perezosos y osos hormigueros actuales.
El artículo principal de esta entrada trata de ajustar la fecha de estas extinciones en Sudamérica, para así poder conocer con mayor precisión las causas que la iniciaron. Desde el Mioceno medio comienza una gran extinción de especies de mamíferos, géneros y en algunos casos de familias enteras. Se vieron afectados especialmente algunos grandes mamíferos, sobre todo ungulados, y mamíferos marsupiales.
Sin embargo, al final de este evento se produjo una extinción durante el Pleistoceno mucho más intensa y se perdieron muchas más especies de megamamíferos (más de 1.000 kg) y de grandes mamíferos (más de 44 kg).
La dramática extinción del Pleistoceno en esta región se atribuye a varias causas aún inciertas como la bajada de las temperaturas medias, cambios en las distribuciones de mamíferos, epidemias o a las actividades humanas (Cione et al., 2003).
Lo que si sabemos es que la única diferencia con respecto a la extinción anterior más débil fue la llegada de los seres humanos al continente, alrededor de hace 11.000 años en las Pampas del este (Steele y Politis, 2009)(Prates et al., 2013)
Los argumentos a favor de que los humanos desencadenaron en la extinción de la megafauna se han basado en la presunción de que la llegada del hombre a la Pampa fue simultánea con su desaparición. Además la hipótesis de que el enfriamiento del clima produjo esta segunda gran extinción parece que no puede ser correcta, ya que en el Mioceno hubo bajadas de las temperaturas más bruscas, y no se produjo una extinción tan acusada como en el Pleistoceno.
El Pleistoceno tardío en las pampas se caracteriza en primer lugar por un enfriamiento rápido alrededor de 14.000 años BP seguido de un rápido calentamiento al inicio del Holoceno. Los análisis de la diversidad en la Pampa argentina (Prado et al., 2001) muestra un pico máximo alrededor de hace 14.000 años, después de lo cual la diversidad de mamíferos desciende. Este análisis también sugiere que la extinción para grandes mamiferos y megamamíferos fue un proceso que se inició antes de la llegada de los humanos hace 11.000 años y que continuó durante el período de convivencia con los humanos.
En 2010 se propuso una hipótesis que defendía que la extinción se inició cuando los humanos llegaron por primera vez, pero se aceleró dramáticamente con la adición de las presiones climáticas. (Koch y Barnosky, 2006) (Brook et al., 2008). Sin embargo, la escasez de datos empíricos nos impide identificar las causas de estas extinciones.
En este contexto, el registro paleontológico y arqueológico de la Pampa argentina ofrece la oportunidad de estudiar esta extinción. Durante el Plioceno, antes del Gran Intercambio Biótico Americano entre América del Sur y Norteamérica, los grandes mamíferos de América del Sur fueron notoungulados principalmente endémicos, litopternos y xenartros. Durante el intercambio, sin embargo, llegaron muchos otros grandes mamíferos, felinos, úrsidos, tayasuidos, equinos, camélidos y cérvidos y algunos mega mamíferos como gonfotéridos y otros úrsidos mayores.
En el caso particular de las Pampas, la composición de la fauna de mamíferos durante la mayor parte de principios y mediados del Pleistoceno se caracteriza por una gran cantidad de megamamiferos y una alta tasa de aparición de nuevas especies (Pascual et al., 1996) que además era muy diversa ya que era un lugar intermedio entre un ecosistema más cálido en la zona de Brasil y otro más frío y seco en la zona sur de Sudamérica.
El momento de la extinción del Pleistoceno tardío en la Pampa está mal establecido según este artículo. La mayoría de los taxones solamente están fechados bioestratigráficamente como asociados de la formación Lujanense. El problema es que muchas dataciones de carbono 14 no cumplen los criterios necesarios (Grayson, 1991), y las evidencias encontradas de supervivientes de la megafauna en el Holoceno son cuestionables.
Por otro lado las antigüedades de los restos de algunas poblaciones de gonfoterios en Brasil y Argentina permite inferir que algunos elementos de la megafauna disminuyeron antes de la llegada de los humanos. Por ejemplo, el caso de la extinción del gonfoterio en zonas de Brasil hace aproximadamente 55.000 años.
Otras fechas que se han datado de restos de Stegomastodon platensis de las Pampas de Argentina y Uruguay van desde hace 22.200 años hasta hace 17.600 años en los restos más recientes (Alberdi et al., 2008). Si fijamos entonces su extinción hace alrededor de 22.000 años, podemos decir que los humanos no tuvieron ninguna influencia sobre esta, ya que no llegaron a esta zona hasta miles de años después (Prado et al., 2012).
Además se demuestra que las especies que son capaces a adaptarse a ambientes diferentes, son las que menos sufren la extinción. El cambio climático provoca también un cambio de ambientes abiertos o cerrados (bosques y praderas) y por tanto, esto nos hace pensar que si los animales con menos capacidad de adaptación son los que más sufren la extinción, esta está provocada por un cambio ambiental. Los humanos no tienen más o menos influencia en especies adaptables o no adaptables, y por ello podemos restarle importancia a la presencia humana en la extinción del Pleistoceno.
Se puede observar también según el artículo que, salvo en dos casos, Lestodon y Sclerocalyptus, la mayor parte de la megafauna se extinguió después del cambio climático y en un momento en que las pruebas de presencia humana son significativas. También puede verse que algunos componentes de la megafauna sobrevivieron hasta el Holoceno.
Se puede concluir que la extinción entonces fue consecuencia de un enfriamiento, que desencadenó una extinción, aunque más leve que la del Mioceno ya que la bajada de las temperaturas fue menor. Sin embargo, se añadió el factor de la presencia humana, que agravo la situación, y por tanto la extinción fue mucho mayor que la del Mioceno, aunque algunas de las extinciones se produjeron antes de la llegada de los humanos, y también algunos miles de años después de su llegada, por lo que el evento fue progresivo. La influencia humana parece ser que fue determinante, pero en un continente tan grande, y con una población de humanos reducida, los humanos no podían tener un impacto tan rápido como puede tenerlo un brusco cambio climático.
En mis dos
entradas anteriores me he enfocado en el como los foraminíferos nos sirven
para determinar condiciones ambientales relacionadas con eventos de extinción
(Limite K/T), asi como cambios climáticos (Optimo Climático del Eoceno Medio
(MECO)). En esta entrada dejaremos a un lado a nuestros diminutos amigos, para
ver como otros taxones nos sirven para explicar eventos de extinción
masiva, en este caso braquiopodos y bivalvos.
Introducción
Hace 262
millones de años, allá por el Pérmico específicamente durante el Capitaniense
ocurrió un evento de extinción en latitudes ecuatoriales, siendo su extensión
global desconocida. En el trabajorealizadopor Bond, D., et al (2015) titulado "An abrupt extinction in the Middle Permian (Capitanian) of
the Boreal Realm (Spitsbergen) and its link to anoxia and acidification” demuestranque hubo dos extinciones severas, que afectaron a los braquiópodos y
bivalvos, de latitudes Boreales septentrionales (Spitsbergen), en el Pérmico
Medio-Superior.
Este evento de
extinción esta considerado como una de las grandes crisis ocurridas durante el
Fanerozoico, siendo casi tan importante como las “Big 5” (Stanley y Yang, 1994; Bond
et al., 2010a), aunque debido a que los estudios se han concentrado en
latitudes Tropicales, especialmente en el sur de China, donde se reconoció por
primera vez, no se considera como un evento de extinción masiva sino una
disminución prolongada y gradual de la diversidad de especies existentes en el
Pérmico (Yang et al., 2000; Clapham et al., 2009; Groves y Wang, 2013).
Por lo que
Bond, D., et al; 2015 ponen en equilibrio la balanza, con una evaluación
detallada de los fósiles marinos, de la Formación Kapp
Starostin de la isla de Spitsbergen
(anteriormente conocida como Spitzberg Occidental ) la cual es la mayor de las islas del archipiélago de Svalbard en Noruega.
Fotografía 1: ¡Vuela como el viento perdigón! (cabeza de Perdigón, el caballo de Toy Story; cuerpo de un perdigón, cría de la perdiz). Adaptación de la famosa frase de Toy Story (''¡Corre como el viento Perdigón!'').
La
paleontología es la ciencia que estudia los fósiles, es decir, los restos y
señales de organismos del pasado y de su actividad. Los fósiles los hay de todo
tipo, desde restos esqueléticos hasta coprolitos pasando por icnitas.
Pero… ¿Por qué las aves y no unos ultra hiper mega super guays Tyrannosaurus rex?
Probablemente
al pensar en paleontología la primera imagen que se te venga a la cabeza sea la
de Tyrannosaurus rex, pero la
paleontología es mucho más que tiranosaurios.
A simple vista parece que no hay nada más
increíble y divertido en paleontología que un Tyrannosaurus rex, y no vais por mal camino si pensáis esto. Son
bastante guays.
Fotografía 2: Tyrannosaurus rex intentando hacer la cama.
En cambio
si pensamos en aves, las dos imágenes que primero se te vienen a la cabeza son
estas:
Fotografía 3: AVE. Alta Velocidad Española.
Fotografía 4: Por todos es bien conocida la
amabilidad de las palomas hacia los humanos.
Bueno,
la primera imagen no tanto, pero la segunda seguramente sí. A pesar de ello, en
esta entrada voy a intentar demostraros que las aves son más que eso e incluso
mucho más divertidas que Tyrannosaurus
rex, contándoos cosas muy interesantes e increíbles, cosas que jamás se os hubieran
pasado por la cabeza, como por ejemplo que las aves sean descendientes directas
de los dinosaurios (según el consenso científico). Así que, tanto si te gustan
los dinosaurios como si te gustan las aves, te invito a leer esta entrada. ¡Te
va a gustar seguro!
Fotografía 5: Esta entrada te va a gustar,
me lo ha dicho un pajarito.
Una entrada de altos vuelos
Antes
de entrar en materia me gustaría presentaros a Grecia. Es un tucán macho de
Costa Rica que representa un ejemplo de lucha y autosuperación. Fue víctima de
un acto vandálico en el que perdió más de la mitad de la parte superior del
pico en enero de este mismo año cuando tenía nueve meses de edad y ahora sigue
luchando por sobrevivir. Su nombre procede de la zona donde fue rescatado al
noroeste del país. Una vez rescatado fue trasladado al zoológico Zoo Ave.
Fotografía 6: Grecia es curado diariamente
por la veterinaria Carmen Soto, en el centro de rescate animal Zoo Ave.
El
caso de Grecia se ha convertido en todo un símbolo de solidaridad: cientos de
personas y activistas se sumaron a una campaña de denuncia y recolección de
fondos para salvarle la vida. Ahora el reto es reconstruirle la parte superior
que le falta del pico y para ello contará con la ayuda de las impresoras 3D.
Las heridas ya han cicatrizado y los expertos ya han dado la aprobación para
colocar la prótesis que le ayudará a alimentarse de una forma más natural.
Desde aquí le deseamos una muy pronta recuperación a Grecia y agredecemos el
esfuerzo que están poniendo los veterinarios como Carmen Soto en ayudarle a
seguir luchando.
Fotografía 7: Más o
menos esta es la cara que se te queda al ver algunas clasificaciones filogenéticas.
En las entradas de este año hay algo diferente (aparte de
los temas) y es que he interpretado trabajos basados en ejemplares
extravagantes bien porque su especie es la única que conforma una familia
(segunda y tercera entrada) o bien porque la familia a la que pertenecen es la
única que conforma el orden (primera entrada).
El aspecto que más me ha llamado la atención al interpretar
diversos trabajos es la interdisciplinariedad que existe dentro de la
paleontología, es decir, la cantidad de actividades diferentes que incluye
(modelos computarizados, análisis químicos, análisis osteológicos,
excavaciones, etc.) y que se relacionan entre sí para llegar a un objetivo
común, descubrir cómo fue el pasado.
Pero no todo es color de rosa. La paleontología puede que
sea la ciencia que más lucha a contracorriente pues se enfrenta a numerosas
dificultades. En primer lugar, el mayor escollo que presenta es la ‘’pérdida’’
de información, imaginaos la cantidad de fósiles que se han perdido como
consecuencia de las altas presiones y/o temperaturas del interior terrestre. Ni
siquiera la biología puede recopilar todas las especies que existen
actualmente, miles de especies son descubiertas cada año y muchas se extinguen.
Es innegable que la vida va un paso por delante de la ciencia, pero los
paleontólogos tratan de que ese paso sea de unos mm y no de km, al final eso es
lo que importa.
El segundo obstáculo, a mi manera de ver, es como se
proyecta la paleontología hacia el público. Actualmente creo que la
paleontología se muestra como algo divertido y guay, pero sólo durante un
ratito, no como una profesión seria a la que dedicarse.
Por si estas trabas no fueran suficientes se le añaden otras
más relacionadas con las salidas profesionales (por lo menos en España). Sacar
notas estratosféricas, conseguir una beca predoctoral, sacarte el doctorado e
incluso hacer publicaciones en revistas paleontológicas de cierto prestigio
puede no ser suficiente para dedicarte profesionalmente a la paleontología como
bien explica Luis Alcalá en su ‘’Blogosaurio’’ (El
vía crucis de la paleontología española). Aquellos que consigan superar
todas estas últimas barreras obtendrán un bien muy preciado: el privilegio que
supone la posibilidad de contribuir al progreso en el conocimiento de la
historia de la vida.
Fotografía 8: En la
paleontología no todo es color de rosa, y te lo dice este avestruz.
¿Matar dos pájaros de un tiro?
Así es. Por un lado, repasar sobre que fueron mis anteriores
entradas (comentado anteriormente) y por otro, reivindicar la importancia de
las aves desde un punto de vista simpático y divertido.
Fotografía 9: Las
aves también tienen dobles al igual que los humanos.
Para empezar, tenemos la inmensa suerte de poder apreciar a
representantes actuales, y en todos los continentes, ¡hasta en la Antártida!
¿Hay algún animal que represente mejor la libertad que un
pájaro en pleno vuelo? La libertad que representa desplegar las alas, batirlas
y desprenderse de las cadenas terrestres es incomparable a la de ningún otro
animal. Se dice que representan a las almas, pues el vuelo implica la
liberación de las restricciones físicas del mundo. De hecho, en el arte egipcio
las deidades con cabeza de ave simbolizan el lado espiritual de la naturaleza
humana.
Fotografía 10: Los
pájaros, todo un símbolo de libertad.
Otro de los puntos fuertes es su canto. ¿Hay algo más
relajante y placentero que levantarse por la mañana escuchando el canto de los pájaros? La cámara que produce el canto se llama
siringe. Los pájaros cantan para atraer al sexo opuesto o marcar su territorio.
Por qué lo hacen más a menudo al amanecer no está tan claro. La teoría que
parece tener más peso es la que sostiene que al amanecer la absorción del
sonido es menor debido a la presencia de una baja temperatura y una alta
humedad. Estos dos factores influyen en cómo se mueven las partículas en el
medio y, por tanto, en cómo se transmite el sonido. Además, las frecuencias
bajas (a la que cantan los pájaros) son más sensibles a la absorción del medio,
estando influenciadas en mayor medida por estos dos factores.
Algo realmente
sorprendente en el aspecto del canto es que los loros tengan la capacidad de
‘’hablar’’ al igual que las personas. ¿Cómo lo hacen? ¿Tienen cuerdas vocales?
Pues no, no tienen cuerdas vocales. Como expliqué antes, el canto de los
pájaros lo produce la siringe y en este caso también. Así es, los loros con una
estructura diferente (siringe) a la de las personas (cuerdas vocales) pueden
llegar a emitir el mismo sonido que ellas. ¿No creéis que es algo sorprendente
que los loros (aves), con un camino evolutivo distinto al de las personas,
puedan llegar a emitir el mismo sonido? Pero, ¿por qué los loros sí y las demás
aves no?, ¿acaso no tienen todas las aves la misma estructura que genera el
sonido (siringe)? En efecto, pero no todas las aves tienen una lengua redonda
ni pueden moverla rápidamente para dar forma al aire y diferenciar sonidos como
el loro. Además, no sólo el loro puede imitar voces humanas, sino que hay otras
aves parlantes que comparten la misma capacidad, tales como el estornino pinto,
algunos periquitos e incluso el cuervo (el ave más inteligente), el cual puede
imitar algunas palabras y frases. Esta capacidad de imitar de algunas aves en
parte se debe también a que presentan una versión similar al gen que en los
humanos es el responsable de la capacidad del lenguaje (Foxp2).
Fotografía 11: Los
pájaros también tienen mucho ‘’flow’’ cantando.
Aunque hasta ahora hemos hablado mayormente de las aves
voladoras también las hay que prefieren caminar o incluso nadar antes que
volar. Las aves, como cualquier otro ser vivo, se adaptan al medio en el que
viven y buena prueba de ello son sus patas. El avestruz, por ejemplo, presenta
dos dedos (las aves presentan generalmente cuatro) y tienen unas patas
parecidas a las de los antílopes y el ganado con los que comparte territorio en
las praderas, adaptadas para poder correr rápidamente. Los patos por su parte
presentan membranas entre sus dedos, que convierten a sus patas en una especie
de remos. Las patas se encuentran en la parte posterior del cuerpo, lo que les
permite tener mayor facilidad al propulsarse. Esto hace que los patos se
desplacen más cómodamente por el agua, pero que se les complique cuando andan
por la tierra, por este motivo tiene ese caminar tan desgarbado y torpe. Las
aves rapaces tienen uñas grandes (garras), que son usadas para capturar y matar otros animales. Un caso muy curioso es el del hoacín, que cuenta
con garras en sus alas antes de llegar a la edad adulta pues le sirven para
agarrarse a las ramas a medida que trepa por los árboles. De hecho, esta
característica ha llevado inevitablemente a comparaciones con Archaeopteryx, con el que no guarda relación cercana.
Fotografía
12: No sólo los humanos tenemos problemas a la hora de comprar calzado.
¿Sabías que…?
Los pollitos de gallina tienen un diente en su pico (diente de huevo), que
les permite romper la cáscara para emerger del huevo. A pocos días de haberlo
logrado, lo pierden.
Los cuervos que habitan en las ciudades de Japón esperan a
que los coches se paren en los semáforos, dejan caer nueces bajo sus ruedas y,
luego, se alimentan de ellas una vez rotas.
El pico de las aves funciona como un magnetómetro que las
orienta (depósitos de hierro en las terminaciones nerviosas de la parte
superior del pico).
La molleja
tritura los alimentos con ayuda de piedrecillas que ha tragado el ave
anteriormente.
Los huesos largos de las aves voladoras no están rellenos de
médula, sino que son huecos.
Los loros van de una rama a otra usando el pico como una
tercera pata.
La chocha
perdiz posee una mirada circular que abarca 360 grados, es decir, es capaz
de ver en todas direcciones sin mover la cabeza gracias a la disposición
lateral de sus ojos.
Las aves suelen tener poco desarrollado los sentidos del
olfato y el gusto.
Las aves que se tragan a su presa entera expulsan
posteriormente los huesos y el pelaje o las plumas en forma de pelotillas
llamadas egagrópilas.
Los avestruces son famosos por hurgar en las basuras,
llegando incluso a comer metales.
Las aves pueden aprender a bailar con música humana.
Los nidos de algunas águilas tienen un peso superior al de
un automóvil.
Las cigüeñas regresan año tras año al mismo nido.
El abejaruco
esmeralda es capaz de ver desde el punto de vista de sus predadores, es
decir, de extrapolar lo que el predador puede ver o no, facultad únicamente
compartida con los primates homínidos. Es la base de la empatía.
La urraca acude periódicamente a los hormigueros para
tomar un desparasitante “baño de hormigas”, pues el ácido fórmico que segregan
estos insectos mata los parásitos del ave.
Fotografía 13: ¿¡Pero
qué me estás contando!?
Esta entrada se ha acabado en menos
que canta un gallo
¿Qué sería de una entrada final sin música?, como dice un
antiguo proverbio chino: ‘’Un pájaro no canta porque tenga una respuesta. Canta
porque tiene una canción’’. Como la entrada es sobre aves no se me ha ocurrido
mejor canción que ‘’El baile de los pajaritos’’ de María Jesús y su acordeón.
Espero que os guste.
‘’El baile de los
pajaritos’’ de María Jesús y su acordeón.
Para finalizar me gustaría hacerlo con la siguiente cita
célebre:
Fotografía 14: Gustave Flaubert:
‘’Creo que si miráramos siempre al cielo, acabaríamos por tener alas’’.
Esto ha sido todo, como dije al principio espero haber
conseguido despertar un mayor interés en estos bellos animales y que os hayáis
divertido mucho con esta entrada. Si has llegado hasta aquí significa que al
menos me has dado la oportunidad de intentarlo, así que ¡muchas gracias!
Por mi parte ya sólo queda despedirme de vosotros y desearos
unas muy buenas vacaciones de todo corazón como los pajaritos de aquí abajo.
Fotografía 15: Sí, ya
sé que no forman un corazón perfecto, pero la intención es lo que cuenta.
De las diversas aplicaciones que tienen hoy en día los
fósiles (además del interés informativo que contienen) para distintas
disciplinas, y más especialmente, la biología y la geología, se encuentra el
hecho de poder inferir una edad relativa de acontecimientos geológicos,
periodos de sedimentación o erosión, litologías… Esto es algo que actualmente,
la gente que sólo conoce la paleontología por los conocimientos que se
adquieren en la eso y bachillerato (demasiado superficiales a mi parecer)
desconoce.
No es hasta que, o bien comienzas una carrera universitaria
en la cual se imparta esta asignatura (Biología, Geología, ¿Arqueología?) o
empieces a buscar información por tus propios medios, cuando realmente nos
damos cuenta de todo el abanico de posibilidades que ofrecen los restos
orgánicos o señales de actividad que quedan registrados en los sedimentos.
Los fósiles, solo pueden encontrarse en las rocas
sedimentarias o en rocas metamórficas de bajo grado (como las pizarras). Esto
dificulta que puedan ser datados de manera absoluta, ya que no suelen contener
ninguno de los isótopos radiactivos con los que se realizan las medidas
radiométricas para determinar la edad a partir de la vida media de cada
elemento. Pues bien, esto, es lo que llamo más mi atención al leer el artículo “The first
lizard fossil (Reptilia: Squamata) from the Mesozoic of South Korea” (El primer fósil de lagarto del Mesozoico del Sur
Corea)
Este trata de que en depósitos del Cretácico
superior de Mongolia, muy ricos en diversos taxones de lagartijas, se ha
descubierto un nuevo reptil terrestre que ha sido llamado Asprosaurus bibongriensis gen. et sp.
Noviembre Este nuevo lagarto, aunque
está incompleto, es excepcional por su gran tamaño.
Por
el estudio de los restos encontrados, se les atribuye al grupo Anguimorpha, con
similitudes más próximas a Montersaur (grupo representado hoy en dia por el
lagarto venenoso de America del norte, monstruo de Gila o Heloderma suspectum)
Éste
grupo, está muy bien representado en el registro fósil del Cretácico Superior
de Asia oriental, y los restos de montersaurs se han recuperado de localidades
en las que también se hallaron huevos de dinosaurio, lo que les permitió
inferir que su dieta sería a base principalmente de estos.
El
nuevo hallazgo, fue recuperado de la formación Beseong Bilbong-ri (en la cual
se encontró un yacimiento de fósiles de huevos de dinosaurios fósiles en muy
buen estado de conservación, distribuidos en alrededor de 10 nidos) por lo que
se asocia un comportamiento similar de alimentación a Montersaur.
Los
huevos de dinosaurio encontrados en la formación Beseong Bilbong-ri (donde
también se halló Asprosaurus
bibongriensis gen. et sp.Noviembre) tienen una matriz sedimentaria que se
puede dividir en conglomerados Seonso (Formación Seonso) de composición
principalmente clástica y que están constituidos por conglomerados, lutitas y
areniscas.
Lo
realmente interesante, es que este nivel, tan rico en fósiles, tiene como capas
subyacentes rocas volvanicas intermedias-ácidas que han permitido su datación
absoluta con las medidas radiométricas de 40Ar-39Ar, sugiriendo que los
depósitos clásticos tendrán una edad de aproxádamente 81 Ma, al igual que los
fósiles que en ellos se encuentran.
Esto,
es relativamente excepcional, es decir, no siempre existirá la suerte de que un
yacimiento fosil, esté situado en un nivel litológico que se encuentre
intercalado entre materiales volcánicos que hagan posible la datación absoluta
de los mismos.
Pero
continuando con la misma temática, ¿qué ocurre cuando hablamos de fósiles de
taxones pertenecientes a periodos más recientes? ¡Que la datación absoluta sí
es posible!
Como,
por ejemplo, podemos apreciarlo en el artículo publicado por D.
Frassinetti y M. T. Alberdi “Los macromamíferos continentales del pleistoceno superior
de chile: reseña histórica, localidades, restos fósiles, especies y dataciones
conocidas”.
En este, se relacionan restos de macromamíferos, haciendo
especial hincapié en las localidades de procedencia y la situación
estratigráfica.
En él, entre otras muchas cosas, cuentan la datación
radiocarbónica de ciertos restos de Mastodonte, que permite, esta vez si, la
datación de forma absoluta. Esta vez, no hecha por los isotopos radiactivos
presentes en una litología concreta, sino sobre los mismos restos fósiles.
“Casamiqueda et al. (1967) dan noticia de los hallazgos de la
Laguna Taguatagua en la cuenca del río Cachapoal, a 13 km de San Vicente de
Taguatagua provincia de O'Higgins; así como la presencia de Hippidium en Taguatagua, cuya primera
datación radiométrica se debe a Montané (1968a, b) para el nivel paleoindio de
11.380 + 320 años AP por 14C sobre
hueso de tibia de Mastodonte”
“Paskoff (1971) comunica la edad radiométrica de 9.100 + 300
AP para la localidad de Los Vilos a
partir de tejidos óseos de Mastodonte”.
Otro ejemplo sería el que cuentan Eduardo P. Tonni, Alberto
L. Cione, Aníbal J. Figini, Jorge I. Noriega, Alfredo A. Carlini y Sergio E.
Miquel en su artículo “Extensión del periodo árido del holoceno hasta los
siglos X a XIII basada en el registro de moluscos terrestres entre ríos
(Argentina)” En él, cuentan que “Se obtuvieron las primeras fechas
radiocarbónicas con cálculo de "efecto de reservorio" y calibración
en años calendario para secuencias eólicas de la Argentina. Se utilizaron valvas de Bulimulus apodemetes procedentes
de sedimentos holocénicos del sudoeste de la provincia de Entre Ríos”
Desafortunadamente, la vida media del 14C es 70000 años,
algo que se queda muy pequeño a la hora de poder datar de manera absoluta los
fósiles, ya que la gran mayoría pertenecen a periodos de tiempo muy anteriores
y por tanto, habrán perdido todo su contenido en este isótopo, haciendo
imposible su datación.
Haciendo competencia al 14C, hay otro
isótopo radiactivo, cuya vida media es algo mayor a la del Carbono. Este, es el
41CA, con una vida media de 100000 años, permite datar restos óseos en un
intervalo de tiempo mayor. Además, el calcio, es un elemento muy abundante en
la naturaleza, particularmente los mamíferos absorvemos una gran cantidad de
este elemento a lo largo de nuestra vida, permitiendo que pueda ser utilizado
en restos fósiles de este tipo de organismos.
Como conclusión, a pesar de que los fósiles más antiguos no puedan ser
utilizados como métodos de datación absoluta, afortunadamente pueden ser encontrados
en litologías que estén intercaladas con intrusiones ígneas en las cuales, si
se puedan aplicar métodos de datación radiométrica. Como esto es algo que no
siempre se da, de la información que más disponemos a día de hoy para poder
establecer edades en las rocas sedimentarias, que son las más abundantes en la
litosfera, son los fósiles; que aunque no séa de una forma absoluta, si nos
permiten establecer un intervalo de tiempo preciso de cuando se han producido
diferentes eventos a lo largo de la historia de la tierra.
Referencias:
"The first lizard fossil (Reptilia: Squamata) from the Mesozoic of South Korea (Jin-Young Park a, b, Susan E. Evans c, Min Huh b, * a Paleontological Consultants for the Public (PCP) Headquarters, 808 Ho, 203 Dong, Hyundai Apt., Hongeun 2-dong, Seodaemun-gu, Seoul 120-772, Republic of Korea b Faculty of Earth Systems and Environmental Sciences & Korea Dinosaur Research Center, Chonnam National University, Gwangju 500-757, Republic of Korea c Research Department of Cell and Developmental Biology, Anatomy Building, UCL, University College London, Gower Street, London WC1E 6BT, UK)"
"EXTENSIÓN DEL PERÍODO ÁRIDO DEL HOLOCENO HASTA LOS SIGLOS X A XIII
BASADA EN EL REGISTRO DE MOLUSCOS TERRESTRES EN ENTRE RÍOS (ARGENTINA) (Eduardo P. Tonni (1) , Alberto L. Cione(1), Aníbal J. Figini(2), Jorge I. Noriega(3), Alfredo A. Carlini(1)y Sergio E. Miquel(4)
(1) Departamento Científico Paleontología Vertebrados, Museo de La Plata, Paseo del Bosque, (1900) La Plata, Argentina;
eptonni@museo.fcnym.unlp.edu.ar. (2) LATYR-CIG, Museo de La Plata, Paseo del Bosque, (1900) La Plata. (3) CIC y TTP, Diamante,
Entre Ríos. (4) División Invertebrados. Museo Argentino de Cs. Naturales "B. Rivadavia", Av. A. Gallardo 470, (1405) Buenos Aires.)"
“Los macromamíferos continentales del pleistoceno superior de chile: reseña histórica, localidades, restos fósiles, especies y dataciones conocidas (D. Frassinetti y M. T. Alberdi)"
Mosasaurio era un gran reptil marino que poblaba todos los océanos del mundo durante el Cretácico Tardío. Su éxito
como depredadores ha sido atribuido a su rápida adquisición de adaptaciones
acuáticas, que les permitió ser totalmente pelágicos (en mar abierto) . Sin embargo, se sabe poco
sobre su biología reproductiva debido a que el registro de fósiles de
masasaurios recién nacidos es muy escaso. En este artículo se estudian dos
restos craneales de mosasaurios recién nacidos encontrados en un ambiente
pelágico lo que indica que incluso las crías de esta especie ocupaban hábitats
en océano abierto y probablemente naciesen ahí.
Figura 1:Esqueleto deM. hoffmannii en Maastricht, Holanda
Los mosasaurios eran un género de
reptiles Mesozoicos acuáticos que alcanzaron un pico de diversidad durante el Maastrichtiano,
antes de extinguirse durante la extinción masiva del final del Cretácico. Los
mosasaurios más grandes excedían el tamaño de cualquier reptil extinto, con un
rango entre los 3 y más de 13 metros de longitud. Eran grandes depredadores en
muchos ecosistemas del Cretácico Tardío. Aunque los restos de mosasaurios se hayan
encontrado en todos los continentes, destaca la formación Niobrara del
Cretácico Tardío en el oeste de Kansas. Se encuentran una gran cantidad de
individuos adultos pero pocos individuos juveniles. Esta escasez de ejemplares
juveniles llevó a pensar a los primeros estudiadores que los mosasaurios se
adentraban en tierra firme por los ríos para dejar sus huevos. Esta teoría
provorcionó una solución convincente para explicar lo anormal que era encontrar
mosasaurios juveniles en yacimientos marinos como Niobrara, dado que se han
encontrado individuos embarazados de otros reptiles marinos como los ictiosaurios
en sedimentos pelágicos pero no de mosasaurios. Desde entonces, sin embargo se
han encontrado fósiles juveniles en lugares poblados por mosasaurios adultos
dentro de la formación Niobrara y en otras zonas. Everhart afirmó que al menos
los mosasaurios más grandes no pudieron restringirse a las zonas cercanas a la
costa ya que la Formación Niobrara se depositó a varios cientos de kilómetros
de tierra firme.
Figura 2: Comparación de un mosasaurio con un humano y un
tiburón blanco
Aunque
se ha especulado con la ecología reproductiva y ciclo vital temprano de los
masasaurios durante décadas, descubrimientos recientes han proporcionado
evidencias que proponen que los mosasaurios eran vivíparos, sugiriendo que la
falta de fósiles de recién nacidos en las colecciones era debido a problemas de
preservación y no a que estos animales depositaban sus huevos en tierra firme.
Everhart hace
referencia a material fetal asociado con un mosasaurio adulto de Dakota del Sur
mientras que Bell y Sheldon han descubierto un mosasaurio embarazado bien
preservado (Plioplatecarpus)
también en Dakota del Sur, aparentemente con varios embriones dentro de su
cuerpo. Sin embargo, más allá de estos hallazgos, que no han sido publicados,
no existían evidencias claras de la viviparidad de los masasaurios. Sin embargo
el informe de un espécimen embarazado de Carsosaurus(posiblemente un mosasaurio semi-acuático) y el descubrimiento de un
mosasaurio juvenil (Tethysaurus) indican que la
viviparidad pudo haber surgido pronto en la historia evolutiva de
Mosasauroidea.
Aquí, se
describen restos craneales de dos especímenes extremadamente pequeños de la
Formación Niobrara de Kansas. Este material representa los restos más pequeños de
mosasaurios descubiertos hasta ahora en estos sedimentos; probablemente
recolectados en el siglo XIX, estos especímenes habían sido mal clasificados
como “Aves indeterminado” en las colecciones del Museo Yale Peabody de Historia
Natural. Numerosas características de estos especímenes son diagnósticas de
Mosasauridae. Estos nuevos especímenes refuerzan las evidencias de la
viviparidad de los mosasaurios y que los especímenes recién nacidos vivan en
ambientes pelágicos.
Figura 3: Restos más pequeños de un
mosasaurido de la Formación Niobrara. A, Visión lateral y dorsal de dentición
izquierda de Clidastes (la escala
representa 1 cm). B, comparación de tamaños de varios de los Clidastes más pequeños encontrados en la
Formación Niobrara en visiones lateral y dorsal. C, comparación de los diámetros
máximos de dientes de Clidastes jueniles.
D, longitud estimada de un mosasaurio neonatal comparada con un adulto de Clidastes liodontus. El adulto mide 3
metros y el recién nacido 0’66 m.
Figura 4: Fragmentos asociados a
material y craneal y dental de un mosasario neonatal (la escala representa 1
cm)
Figura 5: Dentadura parcial izquierda
de Clidastes (la escala representa 1
cm)
Material y métodos
El material descrito comprende
dos especímenes. El primero consiste en un fragmento dental izquierdo aislado y
el otro son 10 fragmentos craneales. Las comparaciones fueron hechas con otros materiales
de mosasauridos de Niobrara de las colecciones de Museo Yale Peabody. Las
medidas fueron tomadas con calibradores digitales y dadas en milímetros.
Discusión
Hasta ahora, el material descrito
había sido asignado a un ave dentada no identificada. La similitud superficial
de las mandíbulas dentadas de las aves dentadas de Niobrara y las de los
mosasaurios pequeños ha dado lugar a múltiples confusiones taxonómicas ya que
sin otras partes del esqueleto resulta casi imposible distinguirlas.
Ha sido posible
descubrir que son dentaduras de mosasaurios por la presencia de varias
sustancias y diversas mediciones detalladas que incluso han dado lugar a
estimar la longitud del espécimen que sería aproximadamente de 0,7 m.
La presencia de estos mosasaurios
tan jóvenes en zonas abiertas pelágicas apoya la idea de que Cladistes era precoz, es decir, era
capaz de realizar las funciones de un individuo adulto y unirse a sus actividades prácticamente desde
su nacimiento.
Figura 6: Interpretación artística de Clidastes liodontus dando a luz en mar
abierto
Los mosasaurios pierden su
capacidad para moverse fuera del agua debido a su cuerpo hidrodinámico, la
falta de una unión sacral de la pelvis o la presencia de una cola homocerca (el lóbulo inferior es mas largo) a diferencia de las tortugas modernas que pueden
volver a tierra firme para dejar sus huevos.
Referencias
Bell, G. L. and Polcyn, M. J.2005. Dallasaurus turneri, a new primitive mosasauroid from the Middle Turonian of Texas and comments on the phylogeny of Mosasauridae (Squamata). Netherlands Journal of Geosciences, 84, 177–194.
Brown, C. M., Evans, D. C., Campione, N. E., O'brien, L. J. and Eberth, D. A.2013. Evidence for taphonomic size bias in the Dinosaur Park Formation (Campanian, Alberta), a model Mesozoic terrestrial alluvial-paralic system. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 372, 108–122.
Organ, C. L., Janes, D. E., Meade, A. and Pagel, M.2009. Genotypic sex determination enabled adaptive radiations of extinct marine reptiles. Nature, 461, 389–392.
Scannella, J. B. and Horner, J. R.2010. Torosaurus Marsh, 1891, is Triceratops Marsh, 1889 (Ceratopsidae: Chasmosaurinae): synonymy through ontogeny. Journal of Vertebrate Paleontology, 30, 1157–1168.
Bibliografía
-http://onlinelibrary.wiley.com -enlace del artículo:http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/pala.12165/full