sábado, 29 de febrero de 2020

¿Ultimátum a la humanidad?

¿Cabría suponer que la erupción de un supervolcán pudiera poner en peligro la supervivencia de los seres vivos en nuestro planeta? El reciente estudio de la revista Nature Communications (Clarkson et al., 2020) nos da las claves para pensar que tal consideración podría ser cierta. 




Ubicado en la isla de Sumatra, en Indonesia, se encuentra uno de los lagos volcánicos más grandes del mundo: el lago Toba. Con 100 km de largo y 30 km de ancho, aguarda en sus profundidades el cráter del supervolcán que hizo temblar a la Tierra con una importante extinción de especiesPara explicar este hecho, debemos viajar 74.000 años atrás, momento en el que el Monte Toba desató lo que se convertiría en una de las mayores catástrofes a las que la raza humana ha tenido que hacer frente.

Conocida como la erupción del Toba, el fenómeno fue la mayor explosión volcánica vivida en los últimos dos millones de años, dispersó cenizas a miles de kilómetros y dejó un cráter de 97 km de ancho que, desde entonces, se ha llenado de agua.


Imagen satelital del supervolcán Toba.

"La gran teoría es que la supererupción del Toba creó un invierno volcánico que llevó a una glaciación, cambió los ecosistemas y repercutió muchísimo en la atmósfera y los paisajes", afirma Michael Petraglia, antropólogo del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana. En consecuencia, este fenómeno desembocó en una extinción de especies, aunque se desconocen los niveles de afectación en la raza humana.


Michael Petraglia, antropólogo del Instituto Max Planck
para la Ciencia de la Historia Humana.

¿Pudo la raza humana sobrevivir a la erupción del Toba? 

Un equipo de científicos informa de que el hallazgo de un conjunto de herramientas de piedra en la región central de India sugiere que la erupción y sus consecuencias no impidieron que algunos individuos pudieran sobrevivir al gran fenómeno.



Los investigadores documentan un gran conjunto de objetos de piedra procedentes 
de excavaciones arqueológicas en Dhaba, en el valle medio del río Son, India. 
Imagen publicada en la nota de prensa periodística sobre el estudio en la revista Science (Price, 2020)



Termoluminiscencia de una
fluorita cuando es calentada.
Las herramientas antiguas fueron descubiertas en la excavación de Dhaba, en el estado de Madhya Pradesh. Aparecieron en unas capas de sedimentos pertenecientes a un estrato que aportaba una valiosa información sobre el evento de depósito. Utilizando una técnica de datación por termoluminiscencia, los investigadores establecieron que las herramientas fueron fabricadas hace entre 80.000 y 65.000 años




Se observó que las herramientas presentaban unas características diferentes y específicas en función de la región del estrato donde se localizaban. Por una parte, se estima que la mayoría de las herramientas situadas en el muro del estrato habían sido fabricadas por la técnica de Levallois, que fue utilizada tanto por los humanos modernos como por los neandertales durante la Edad de Piedra Media, hace aproximadamente entre 250,00025,000 años. Por otro lado, se observó que las herramientas situadas en el techo del estrato seguían una transición hacia cuchillas de piedra más pequeñas y complejas que, sin duda, fueran fabricadas por nuestra propia especie, argumentan los investigadores.


Excavación de Dhaba en el estado de Madhya Pradesh,
India.


Las fechas, combinadas con la fabricación ininterrumpida de estas herramientas cada vez más complejas, sugieren que las poblaciones de India central no solo sobrevivieron al desastre del Toba, sino que perduraron durante miles de años más, informan los investigadores del estudio.




Martin Richards
arqueólogo de la Universidad 
de Huddersfield,
Inglaterra.
Sin embargo, esta hipótesis no ha sido apoyada por toda la comunidad científica, pues algunos investigadores defienden que no se dispone de suficientes pruebas que evidencien que las herramientas fueran fabricadas por el Homo sapiens

Martin Richards, un arqueólogo de la Universidad de Huddersfield valora la posibilidad de que otros homínidos primitivos fueran los responsables de la fabricación de estos tesoros arqueológicos. No duda de la datación establecida por el  equipo de investigadores, aunque defiende que identificar a estos fabricantes de herramientas requerirá la existencia de fósiles humanos. "Sin ellos, no podemos estar seguros de que estamos hablando de humanos modernos o de algún otro homínido arcaico", señala Richards. 


Por otro lado, Stanley Ambrose, antropólogo de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, sí cuestiona las fechas  estimadas por los investigadores, al no hallarse fósiles humanos del mismo período cerca de las herramientas, ni la existencia de una capa de ceniza bien definida en el estrato, lo que habría demostrado de manera más concluyente que la ocupación de los fabricantes abarcó  la etapa de la erupción. 

"Tengo ceniza del Toba en mi laboratorio, en los pliegues de las botas, en mi mente. Estoy bastante familiarizado con el lugar", cuenta Ambrose. "No puedes llamarlo sitio arqueológico. Puedes llamarlo sitio geológico que alberga artefactos arqueológicos", afirma el antropólogo. 


Stanley Ambrose lleva estudiando Geología, la evolución humana y la tecnología 
de las herramientas desde los años 80. Ambrose colaboró con Petraglia en un estudio  (Haslam et al., 2010) sobre unas herramientas halladas en el sur de la India, que apuntaban hacia poblaciones humanas que perduraron tras la erupción. También es el autor de un trabajo (Ambrose, 1998) que aborda la posibilidad de que el desastre del Toba pudo afectar a la evolución del Homo sapiens.

La erupción del Toba, sin duda, nos obliga a detenernos a considerar el hecho de que cualquier forma de vida en nuestro planeta es insignificante ante el efecto devastador de un fenómeno destructivo que suponga una amenaza global en la Tierra. La exposición a esos efectos no solo podría desembocar en una extinción im de especies, sino que, además, podría constituir un exponente fundamental en el  desarrollo del curso evolutivo de muchas de ellas. Por eso, el trabajo constante de la comunidad científica, juega un papel fundamental en su empeño por estudiar aquellas evidencias heredadas de nuestros antepasados que, como en este caso, confirman que la raza humana logró subsistir a esta adversidad. 
Esclarecer los detonantes que provocan catástrofes naturales como esta nos ayudará a predecir su inicio y también a prevenir, de forma más precisa, los efectos negativos a los que podemos estar expuestos el conjunto de seres vivos que habitan la Tierra.  


"Podemos desafiar las leyes humanas, pero no podemos resistir a las naturales" (Julio Verne, 1828-1905)




Si os pica la curiosidad y queréis aprender un poco más acerca del supervolcán Toba, os invito a ver el documental "Volcán de Toba: Apocalipsis en el Paleolítico". ¡Nos vemos en la siguiente entrada!








Referencias bibliográficas:

Estudio original de la revista Nature Communications:


Clarkson, C., Harris C., Li, B., Neudorf, C., Roberts, R., Lane, C., Norman, K., Pal, J., Jones, S., Shipton, C., Koshy, J., Gupta, M., Mishra, D., Dubey, A., Boivin, N. & Petraglia, M. 2020. Human occupation of northern India spans the Toba super-eruption ~74,000 years ago. Nature Communications 11, 961.


Nota de prensa periodística sobre el estudio en la revista Science:

Price, M. 2020. Humans in India may have survived supereruption 74,000 years ago. Science, 367, 6481.


Estudio donde Ambrose colaboró con Petraglia:


Haslam, M., Clarkson, C., Petraglia, M., Korisettar, R., Sacha, J., Shipton, C., Ditchfield, P. & Ambrose, S. 2010.  The 74 ka Toba super-eruption and southern Indian hominins: archaeology, lithic technology and environments at Jwalapuram Locality 3. Journal of Archaeological Science, 37, 12, 3370-3384.


Trabajo de Stanley Ambrose de 1998:


Ambrose, S. 1998. Late Pleistocene human population bottlenecks, volcanic winter, and differentiation of modern humans. Journal of Human Evolution, 34, 6, 623-651.


Webgrafía:

National Geographic:

National Geographic. 2020. Science.  [web de Internet]. Disponible en:
<https://www.nationalgeographic.com/science/2020/02/did-early-humans-in-india-survive-a-supervolcano/[con acceso el 25-2-2020].


Indonesia en tus manos: 

Indonesia en tus manos. Fecha desconocida.  [web de Internet]. Disponible en:
<https://www.indonesiaentusmanos.com/reportajes/lago-toba-2/[con acceso el 29-2-2020]


Anfrix:

Anfrix. 2007. Naturaleza.  [web de Internet]. Disponible en:
<https://www.anfrix.com/2007/07/el-evento-de-toba-el-dia-que-la-humanidad-casi-se-extingue/[con acceso el 28-2-2020].


Documental acerca del supervolcán Toba:

Youtube. 2017. [web de Internet]. Disponible en:
<https://www.youtube.com/watch?v=sE0Co714w58[con acceso el 29-2-2020].





4 comentarios:

Nuria Batres dijo...

Me ha parecido una entrada de los más interesante. Pesar que estamos bajo la influencia de la naturaleza puede ser un tanto “aterrador” al ser impredecible el hecho de la magnitud de las catástrofes que se pueden desencadenar. Sin embargo, sigo pensando que la naturaleza nos devuelve lo que nosotros le damos.
Volviendo al tema, es grandioso el papel que desempeñan los investigadores y los avances científicos, que se siguen desarrollando, en estos casos ya permiten llegar a conocer cuando, como y porque (“los tres interrogantes de la ciencia”) a partir de hallazgos y su datación; y ayudar a prevenir cualquier fenómeno similar.
Excelente entrada 👏

Manuel Hernández Fernández dijo...

Buena selección de enlaces.
Las referencias deben citarse a lo largo del texto, no sólo incluirse como una lista al final (que también).

Manuel Hernández Fernández dijo...

Otra cosa que me gustaría comentar es que hay que ser precavido con el uso de superlativos.
Quizás esta erupción fue la más explosiva de todo el Pleistoceno, pero difícilmente pudo provocar una extinción masiva. Ese término se reserva para eventos de alcance global y mucha mayor incidencia en las biotas de todo el mundo.

Amín Salami dijo...

He aprendido muchas cosas nuevas acerca del vulcanismo. Hasta hace poco resultaba desesperanzador el no poder predecir con exactitud ni el grado de destrucción que puede causar un volcán antes de su erupción ni el momento de esta. Pero con la ciencia de nuestro lado, cada vez estamos más cerca de conseguirlo.
Además, esta entrada y la que publicó Simran, sobre vulcanismo también, me ha parecido que se complementan muy bien.