viernes, 4 de septiembre de 2015

¡Qué metedura de pata!


Después de haber hecho una entrada sobre un huevo de una posible ave gigante y de mi querido pajarito Llallawavis Scagliai, vengo a explicaros como dejar huella y lo digo en sentido literal. En primera estancia parece que este tema no tiene nada que ver con los anteriores, pero a medida que vayáis leyendo os daréis cuenta de que si tiene relación.

He sacado la idea del siguiente artículo “The birth of a dinosaur footprint: Subsurface 3D motion reconstruction and discrete element simulation reveal track ontogeny”, del cual os voy a dejar el link por si quisierais echarle un vistazo y quedaros tan fascinados como yo.



Es sabido por todos que la locomoción en los vertebrados es muy importante ya que es vital para su supervivencia gracias a que así pueden obtener alimentos, huir de depredadores, encontrar pareja y desplazarse a otros lugares que sean más favorables para su existencia.

Muchos científicos han hecho estudios del movimiento de piernas sobre superficies duras, estos experimentos consisten en caminar y correr en superficies sólidas. Pero ¿por qué no hacer estudios también en superficies deformables? Como hemos podido comprobar en cientos de documentales de cazadores para hacer una aproximación de cómo se comporta una especie solo nos hace falta observar sus huellas, esas marcas que dejan de pisadas en terrenos moldeables. Por ejemplo los cazadores saben si un animal esta herido o a que lugar se dirige solo con observar las marcas que este deja en la nieve o el barro. ¿Os imagináis la de cosas que podríamos descubrir de especies extintas solo con sus huellas?

Estas observaciones también son muy importantes para los campos de la biomecánica y robótica ya que gracias a estas han podido hacer grandes avances como prótesis de piernas o robots que caminan como verdaderos animales. Por todas estas razones debemos darle gran importancia a estas observaciones.

Aunque en las películas los protagonistas vean una huella y al segundo sepan decirte el tamaño del animal, su forma, color y cuantas caries tiene, esto es bastante más complejo. No es un molde de la extremidad estático ya que a la hora de formar una huella hay una sucesión de movimientos, esto le da dificultad al estudio.

Muchos estudios se han centrado en capas más profundas de donde se encontraba la huella. Esto convierte a este método en un método destructivo que no tiene en cuenta el componente temporal, lo que dificulta la asociación de las características encontradas en la huella con el animal y el ciclo del paso.

Para realizar este estudio utilizaron a la gallina, el mejor sustitutivo de un dinosaurio, hicieron que varias gallinas caminaran por diferentes superficies y analizar su forma de desplazarse ya que, como dicen sus autores, que los animales caminen y dejen huellas en sustratos deformables es muy común en la naturaleza ya que no todos los materiales son sólidos.

Las pisadas de las gallinas provocan deformaciones en distintos materiales, en los sedimentos situados a distintas profundidades, y éstas deformaciones dificultan la interpretación de las huellas fosilizadas que los dinosaurios dejaron en las rocas. Estos investigadores han usado imágenes de rayos X y la reconstrucción en 3D que les han permitido reconstruir la mecánica de las patas del animal aunque estas no queden en a la vista. Una vez obtenidos los datos pueden compararlos, meticulosamente, con huellas de animales de hace millones de años. ¿No os parece increíble que gracias a las tecnologías podamos descubrir, con ayuda de las gallinas guineanas, hábitos de animales de hace millones de años? A mi si, y por eso escogí este artículo, y ahora voy a intentar explicaros como es esto posible.

Como ya he mencionado anteriormente para este experimento utilizaron gallinas guineanas que se obtuvieron de un criadero local. Tuvieron que construir una pasarela de unos tres coma setentaicinco metros rodeada de paredes transparentes para que las gallinas no se escaparan y en los extremos se situaron las jaulas de las gallinas, el centro de la pasarela consistía en una cubeta de plástico que contenía semillas de amapolas hasta una altura de dieciocho centímetro, se usaron semillas de amapola porque actúan como arena seca y este material permite a los rayos X recoger las huellas de las falanges de las gallinas. 

Las semillas estaban situadas en la intersección de dos haces de rayos X de tal manera que las pisadas podrían grabarse con cámaras de alta velocidad. También colocaron una fibra de carbono con núcleo de espuma para crear una superficie sólida y también se recogieron los resultados a través de cámaras y rayos X. A través de estas pruebas pudieron observar que la rotación de toda la extremidad se controla desde el tarsometatarso, también pudieron manipular las falanges de forma individual al igual que se vio que la tibia giraba directamente desde el tobillo. Todos los datos de la duración del ciclo de paso fueron recogidos, tanto por arriba como por abajo, e introducidos en una base de datos.


He tenido algunos problemas para añadir el vídeo a mi entrada de blog pero si copias la URL y la pegáis en el navegador os sale.

También quiero poneros algunas fotos de los materiales utilizados para hacer posibles estos experimentos.


Esta es una gallina guineana como la que utilizaron en los experimentos.

Estas son las semillas de amapolas que hacen la función de recoger la huella y todos sus movimientos.

Esta es la imagen de cómo paso a paso se queda la marca de la huella de la gallina.

Esta es una imagen sacada del artículo donde podemos ver las marcas de las huellas en los distintos segmentos de tierra.

Como conclusión a esta entrada he de decir que me parece increíble que gracias a investigadores de distintas ramas y a la tecnología podamos conocer los hábitos de animales de hace millones de años estudiando sus huellas, así como podemos conocer el momento temporal en que ocurrió gracias a las marcas que se dejan en los distintos sedimentos de la tierra. Espero que a vosotros os haya gustado también y ya sabéis…si queréis dejar huella… ¡ir a  campos de amapolas!


BIBLIOGRAFÍA

Peter L. Falkingham and Stephen M. Gatesy(2015) "The birth of a dinosaur footprint: Subsurface 3D motion reconstruction and discrete element simulation reveal track ontogeny

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