sábado, 11 de abril de 2015

La importancia de las tortugas.

Aquellos que no están familiarizados de cerca con la geología (y más concretamente con la paleontología), no son conscientes de la gran importancia de la presencia de fósiles en las distintas unidades estratigráficas para poder establecer relaciones entre ellas, estimar la edad, poder inferir paleoambientes, etc.

Por eso, he querido centrar esta nueva entrada en el hallazgo de un nuevo fósil en una formación de Brasil que, entre otras cosas, ha permitido afinar la edad de este, algo que antes estaba en constante discursión.

Introducción:
Ha sido descrita una nueva especie de tortuga perteneciente al clado Podocnemis en el Grupo Bauru del Cretácico superior del sureste de Brasil. El Grupo Bauru (conjunto de formaciones geológicas que se encuentra en el estado de São Paulo y parte del estado de Minas Gerais, Brasil. Pertenece al Cretácico superior, entre el Aptianense y elMastrichtiense,  y a la que pertenecen la formación Caiuá, formación Santo Anastasio, formación Adamantina y formación Marília) proporciona una representación importante de la biota terrestre del Mesozoico brasileño, que ya contaba con una gran variedad de vertebrados, formada por peces, ranas, lacertillos, crocodiliformes, dinosaurios y mamíferos; además de registros de palinomorfos; y una gran fauna de invertebrados constituida por gasterópodos, bivalvos, ostrácodos y conchostracans.
Sin embargo, la edad de estos depósitos continentales aún no está del todo clara, e impide correlaciones globales, lo que dio lugar a argumentar que su fauna sería endémica. El nuevo espécimen descrito es la primera tortuga hallada en la formación Santo Anastasio y su comparación morfológica con otras formas de América del sur, proporcionan un avance significativo en el intento de comprender la edad de esta unidad perteneciente al Cretácico Superior.
Este estudio también ha implicado la revisión de taxones de tortugas encontradas en el Grupo Bauru. Como resultado, se concluyó que algunos taxones se podrían estar emparentados con este nuevo hallazgo.
El nuevo espécimen aun no cuenta con nombre propio debido a la ausencia de caracteres craneales que permitan su posicionamiento preciso junto con otros encontrados en el Grupo Bauru. Las afinidades filogenéticas de este taxón, se han relacionado con el clado Podocnemidinura.
Los objetivos que se llevaron a cabo con el estudio de esta nueva especie incluían, analizar filogenéticamente su relación con el clado Podocnemis y estimar con mayor precisión la edad de la formación San Anastacio.

                                                                   Fig. 1: Mapa geológico del Grupo Bauru

La cuenca Paraná se interpreta como una cuenca intracratónica (Cuenca sedimentaria en el interior de un cratón, limitada por fallas normales) establecida desde el Ordovícico hasta el Cretácico en la parte de América del sur que se extiende por Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina.  El grupo Bauru se compone de rocas siliciclásticas contienentales y cuenta con materiales depositados tras una erupción volcánica (basaltos que pertenecen a la formación Serra Geral que permiten su datación relativa  en 134’7 Ma ± 1Ma). La relación litoestratigráfica del Grupo Bauru no está determinada del todo y ha sido discutida por diversos autores.
El Grupo Bauru está compuesto por las formaciones Caiuá, Santo Anastacio, Uberaba, Marília Anast, Birigui y Pirapozinho.
Los fósiles encontrados de la tortuga en la formación Santo Anastacio, se encuentran entre las formaciones Araçatuba y Marília.
 
                                                   Fig.2: Imagen de los restos fósiles encontrados de la nueva especie de tortuga.

Aunque el Grupo Bauru es rico en restos fosilíferos, la edad que se a podido estimar gracias a ellos es incierta. Hay dos corrientes diferentes; la primera, está basada en datos micropaleontológicos (Santoniense Turoniense) que estiman la edad de la formación Santo Anastacio con la formación Adamantina, en el Cenomaniense (primer piso del Cretácico superior).  La otra corriente, se basa en fósiles de ostrácodos, carofitas y dinosaurios, y proporcionan una edad diferente que se corresponde al Campaniense (quinto y penúltimo piso del Cretácico superior) Maastrichtiense (último piso del periodo Cretácico).

El nuevo espécimen, fue hallado en la base de la formación Santo Anastacio, cerca del contacto con la formación subyacente.
El afloramiento se encuentra en una cantera abandonada en la ciudad Rubinéia, al noroeste de Sao Paulo.
En esta localidad, la formación Santo Anastacio se caracteriza por una mezcla de capas de arenisca con tendencia al adelgazamiento, de grano fino color marrón violacio con una frecuencia dispersa de cantos. Por supuesto, también se encontraron nódulos de carbonato alrededor de los fósiles encontrados. Y además es posible identificar estratificación cruzada mal definida.

Implicaciones de la nueva especie para la formación Santo Anastacio:
Hasta ahora, había diferentes interpretaciones sobre el paleoambiente y la edad de la formación Santo Anastacio. Con respecto al paleoambiente, se propone que tendría depósitos eólicos (Fernandes y Coimbra, 2000)  y un sistema fluvial trenzado (Soares et al., 1980; Manzini et al., 2003; Paula e Silva et al., 2009) además, Fulfaro et al. (1999) argumentan que toda la unidad es un paleosuelo.
En el afloramiento de Rubinéia la formación Santo Anastacio se presenta como una capa de arenisca, con geometrías tabulares, masivas y con estratificación cruzada planar en distintos lugares, además de presentar diversos cantos en varias zonas. Estas facies y la presencia de la nueva tortuga acuática encontrada son lo suficientemente consistentes para establecer que el paleoambiente se corresponde con un sistema fluvial.
En general, la edad Cretácico Superior que se había atribuido al Grupo Bauru, se había  considerado teniendo en cuenta la paleobiota hallada en las formaciones Araçatuba, Adamantina, Uberaba y Marília (Dias-Brito et al, 2001;.. Bertini et al, 1993; Gobbo-Rodrigues et al, 1999a, 1999b.; Santucci y Bertini, 2001). Sin embargo, las formaciones de Santo Anastacio y Caiuá cuentan con un registro fósil escaso, y esto ocasiona una gran polémica con la edad que se les ha estimado.
Basándose en la posición estratigráfica de la formación Santo Anastacio, se suele atribuir una discordancia de esta sobre las unidades pertenecientes al cretácico inferior (Soares et al, 1980;. Fulfaro et al, 1999;.. Batezelli et al, 2003; Paula e Silva et al., 2009).
En desacuerdo,  Fernandes y Coimbra (2000) afirman que la edad de la formación Santo Anastacio, así como la del resto de unidades se corresponde con el Cretácico Superior.
Recientemente, un resto óseo encontrado en la formación Gôio Erê (Soares et al., 1980) añaden nuevos elementos a la discursión. Estos fósiles estaban asignados a Tapejaridae (Henriques et al, 2012;.. Manzig et al, 2014)( familia de pterosaurios pterodactiloides que vivieron durante el período Cretácico), registrado en los materiales depositados en el periodo de tiempo desde el Berremiense (cuarto piso del Cretácico inferior)  al Cenomaniense, en el noreste de Brasil (formaciones Romualdo), China, Marruecos y España. Sin embargo, algunos autores han ampliado la edad que se estimó para Tapejaridae, a raíz de una propuesta anterior a estimar la edad de la formación Gôio Erê al Campaniense Turoniense (Basilici et al, 2012;. Basados en correlaciones estratigráficas) Además, se han deducido lagunas temporales desde la base al techo de la formación Santo Anastacio, lo que no ayuda a establecer claramente su edad.
Finalmente, el hallazgo del nuevo espécimen y descripción de este; permitió observar la similitud con otras formas que se encuentran en el Grupo Bauru, así como la presencia de caracteres derivados del clado Pelomedusidae, permiten estimar que la edad de la formación Santo Anastacio se corresponde con el Cretácico Superior.
A pesar de que los materiales con los que cuenta la formación Santo Anastacio se corresponden con un sistema fluvial, este no se encuentra en otras unidades del Grupo Bauru. Esto hace que se interprete como una sucesión estratigráfica superpuesta.
Sin embargo, en otras formaciones se han encontrado especímenes del clado Pelomedusidae pertenecientes al Cretácico Inferior.  Esto da lugar a que se considere que, posiblemente, podrían haber evolucionado desde el Cretácico Inferior, pero a su vez hacen que no pueda establecerse de forma segura la edad de la formación Santo Anastacio.
En definitiva, la hallazgo de este nuevo fósil de tortuga en la formación Santo Anastacio, permite establecer la edad de esta unidad en el Cretácico Superior gracias a comparar su morfología y estudiar las relaciones filogenéticas con otros fósiles de tortugas encontrados en formaciones superpuestas (Adamantina, Araçatuba y Marília).
Como  conclusión, se puede remarcar, lo imprescindible que ha sido este nuevo hallazgo para poder establecer el paleoambiente que dio lugar a la formación Santo Anastacio, ya que las estructuras sedimentarias que se encuentran en ella no eran suficientes para afirmar que se tratase de un ambiente subacuático o subaéreo. El hecho de encontrar los restos fósiles de un animal acuático hace posible que pueda rechazarse del todo la opción de que fuese subaéreo.
Por otro lado, sí que es cierto, que no se ha podido afinar mucho más sobre la edad de la formación Santo Anastacio, pero si se han podido establecer ciertos límites que hacen posible situarla y relacionarla mejor.
Cabe añadir, una reflexión acerca de toda la información que pueden aportar los fósiles, aunque solo sean pequeños fragmentos de ellos (como sucede con los dientes de los roedores)ya que de esta tortuga, sólo se encontraron parte del caparazón y del Plastrón.

Referencias:
Una nueva tortuga del grupo Bauru en el Cretácico Superior de Brasil, modifica la filogenia y la edad de la formación Santo Anastasio (Mirian Costa Menegazzo , Reinaldo José Bertini, Flávio Fernando Manzini) Journal of South American Earth Sciences 58 (2015)

1 comentario:

Manuel Hernández Fernández dijo...

Se te ha escapado alguna cursiva. Revísalo.