sábado, 9 de mayo de 2015

Coprolitos. Around the world



En nuestra última entrada fuimos testigos de como nuestros pequeños amigos acudieron al rescate de unos pobres arqueólogos chinos, hoy, vamos a proseguir con una nueva jornada de apreciación por los coprolitos un poco más cerca de casa, y es que después de haber pasado por China y Brasil, va a haber quien se piense que en Europa la única mierda fosilizada que hay es la que nos gobierna, de modo que, en esta ocasión, y después de haberme maravillado leyendo el artículo First record of a vertebrate coprolite from the Upper Cretaceous (Maastrichtian) Chalk of Stevns Klint, Denmark (J.Milán et al., 2015) pondremos el tren de lo escatológico rumbo a Escandinavia para contar la historia de Thorbjørn Madsen, un geólogo aficionado, y de por qué uno de sus hallazgos acabó siendo declarado Tesoro Nacional y guardado en la colección del Museo de Historia Natural de Dinamarca, empezamos.



¿Tesoro Nacional? Tienes que estar bromeando... (Investigación)

Nos encontramos en la península de Stevns, Dinamarca (Fig. 1), donde Thorbjørn Madsen, un geólogo aficionado, pasea por una cantera de calizas esperando poder hallar muestras que añadir a su colección particular, allí encuentra algo que es capaz de identificar como un resto fósil, pero que no se parece a nada que halla visto antes, por lo que decide ponerse en contacto con la Universidad de Copenhague, consiguiendo que un paleontólogo vaya hasta su posición para disponer de la muestra, lo que no se esperaba ese paleontólogo era ver que la cantera dejaba expuesto uno de los cronohorizontes más conocidos en el mundo de la geología, el mismísimo límite K/T, y que la muestra, que había identificado como un coprolito, se encontraba a escasos metros de este (Fig. 2). Acudir a la llamada de ese geólogo aficionado había sido una muy buena decisión.


Fig. 1 (A) Mapa señalando la posición de los depósitos marinos y terrestres durante el Cretácico tardío (B) Mapa de la península de Stevns, con una estrella marcando la posición de la cantera de caliza donde el coprolito fue encontrado

Por lo general el límite K/Pg, (Al que me referiré como límite K/T, porque asumámoslo, suena mil veces mejor), es un registro que interesa mucho a los paleontólogos porque representa el momento en el que que tuvo lugar la más reciente de las grandes extinciones masivas, que barrió cual vulgar pelusa a nuestros amigos los Dinosaurios (Fig. 3) de la faz de la tierra (los demás grupos que también se extinguieron nos dan un poco igual), por lo que es lógico que sea de vital importancia tener un buen registro de todas las especies que había antes y después de este preciado momento para conocer, entre otras cosas, quienes fueron los afortunados que pudieron seguir su vida en el Cenozoico y quienes acabaron más muertos que Muertín.

Fig. 2 Representación en corte de las unidades expuestas por la excavación de la cantera, en donde se señalan las posiciones del límite K/T y el coprolito en cuestión
Fig. 3 Extinción del K/T a grosso modo
Ocurre que, el registro de vertebrados durante las últimas fases del Cretácico Superior (Y en concreto del Maastrichtiense) es casi inexistente en Dinamarca, nuestro paleontólogo sabía eso y se dio cuenta, por el tamaño del coprolito (de algo más de 3 milímetros de largo) que era muy poco probable que perteneciese a un invertebrado, por lo que se lo llevó a la Universidad de Copenhague para estudiarlo.


¿Y qué se puede sacar de esta mierda? (Resultados)

Partimos de una situación difícil, ya que nos encontramos con el primer coprolito perteneciente a un vertebrado y correspondiente al Maastrichtiense encontrado en Dinamarca. Identificar al productor de un coprolito puede resultar ser una tarea muy difícil en ocasiones, dado que las heces de distintos grupos animales no relacionados pueden ser muy similares, no obstante, su morfología viene determinada por factores como la dieta de los productores o su modo de egestión (Chin, 2002), lo cual puede ayudarnos incluso a distinguir especies dentro de un grupo, pero dado que en este caso no hay mucho material con el que comparar nuestra muestra, resultará casi imposible que lleguemos a identificarlo más allá del nivel de clase, a priori solo sabemos que se trata de un vertebrado marino.

Fig. 4 (A) El coprolito incorporado a su matriz carbonatada, la flecha indica una rotura natural (B) Sección axial del coprolito expuesta a través de la rotura natural del mismo, donde apreciamos su morfología interna espiral

Tras realizar una descripción del ejemplar (Fig. 4), se observó como este, visto desde un corte axial, presentaba un enrollamiento interno en espiral, esta morfología es característica de los peces con intestinos valvulares (Williams, 1972; McAllister, 1985), estando presente en casi todos los grupos de Agnatos, Condrictios, Placodermos y Actinistios (McAllister, 1987), sin embargo, llegados al Cretácico tardío, de todos estos grupos (muy presentes en el Paleozoico) solo los Condrictios seguían presentes de manera significativa en el área estudiada (Hunt et al. 2012), sabiendo esto, se dedujo, a partir de sus medidas y composición, que tuvo que ser producido por un tiburón de aproximadamente 1.2 metros de longitud.

Al final va a resultar que los coprolitos molan... (Conclusiones)



Gracias al hallazgo de este coprolito se pudo ampliar el rango de distribución de los Condrictios en Europa durante el Cretácico tardío y también se dispuso del primer resto de un vertebrado perteneciente a este periodo temporal en Dinamarca, hecho que los Daneses parecen tomarse con orgullo llegando a denominarlo como Tesoro Nacional, y almacenándolo en la colección del Museo de Historia Natural de Dinamarca.

Resulta interesante ponerse a pensar que en pleno 2015 aún hay zonas de nuestro planeta por donde no sabemos que bichos pululaban en determinadas épocas, a veces porque no hay registro y otras veces porque este aún no ha sido encontrado.


Concluyo deseando que si algún día visitáis el Museo de historia natural de Dinamarca y veis este coprolito junto al nombre de su descubridor Thorbjørn Madsen, os acordéis esta entrada que espero que os haya servido para daros cuenta de que detrás de cada pieza de museo hay una historia, a prestar mas atención a por donde pisáis y a no tener miedo de poner a disposición de vuestros profesores vuestros pequeños hallazgos, que quien sabe, con un poco de suerte podrían acabar expuestos por ahí junto a una plaquita con vuestro nombre, y eso siempre mola.

Bonus Track: ¿Sabías que...

...existe un país formado exclusivamente por coprolitos?

Se trata de la República de Nauru, una isla-país situada en el Pacífico, con 9378 residentes, es el tercer país más pequeño del mundo (Solo por detrás de Ciudad del Vaticano y Mónaco) y está compuesta exclusivamente por rocas fosfáticas, que dado que tienen un gran interés económico comenzaron a ser extraídas en los años 60, no obstante, el medio ambiente de la isla quedó tan devastado tras las operaciones mineras que, en el año 2001 se decidió poner freno a las extracciones, literalmente, se estaban quedando sin isla.

Referencias


Chin, K.  (2002) Analyses of coprolites produced by carnivorous vertebrates: Paleontological Society Papers, v. 8, p. 43–50.

Hunt, A. P., Lucas, S. G. & Spielmann, J. A., (2012), The bromalite collection at the National Museum of Natural History (Smithsonian Institution), with descriptions of new ichnotaxa and notes on other significant coprolite collections: New Mexico Museum of Natural History and Science, Bulletin 57, p. 105–114

J.Milán et al. (2015) First record of a vertebrate coprolite from the Upper Cretaceous (Maastrichtian) Chalk of Stevns Klint, Denmark,  New Mexico Museum of Natural History and Science Bulletin, Volumen 67, Páginas 227-230

McAllister, J.A. (1985) Reevaluation of the formation of spiral coprolites: University of Kansas Paleontological Contributions, v. 144, p. 1–12.

McAllister, J.A. (1987) Phylogenetic distribution and morphological reassessment of the intestines of fossil and modern fishes: Zoologische Jahrbücher Abtheilung für Anatomie und Ontogenie der Thiere, v. 115, p. 281–294.

Williams, M.E. (1972) The origin of “spiral coprolites:” University of Kansas Palaeontological Contributions, v. 59, p. 1–19.

1 comentario:

Pablo Forjanes dijo...

Fantástica la reseña sobre Nauru Rayco! Permíteme ampliarla un poco más para quien le pueda interesar.

A pesar de ser un país diminuto, de apenas 21 kilómetros cuadrados, algo menos que el municipio de Parla, esta isla tiene una posición estratégica en el centro del Pacífico, sin tierra firme en 2000Km a la redonda; eso explica que miles de aves hagan un descanso en Nauru cuando hacen grandes migraciones.

Durante miles de años capas y capas de heces de pájaro se irían acumulando otorgando a este pequeño microestado del Pacífico unas de las reservas de fosfatina más importantes del planeta.
La fosfatina es una roca sedimentaria muy rica en fosfatos (Más del 20%) muy valorada como fertilizante agrícola.

Nauru se independizó en 1968 y durante varias décadas la explotación masiva de fosfatos haría de este país el más rico del mundo; Imaginaros, un país de apenas 10.000 habitantes que tuvo compañía aerea propia (¿Podéis Imaginaros un Air Siguenza? Porque eso es más o menos lo que tuvo Nauru), varios rascacielos en Australia y uno de los mejores estados del bienestar del mundo: Durante más de 30 años nadie tenía que trabajar ya que la venta de fosfatos garantizaba riqueza para todo el mundo.

A principios de los 90 los fosfatos empezarían a escasear y la producción comenzó a caer rápidamente antes de que se clausurase definitivamente en 2001 como ha dicho Rayco. El país se enfrentaba a un gran dilema: Más del 90% de la isla estaba arrasada por la minería, los bosques habían sido talados y la isla no tenía ningún medio para subsistir, así que hicieron lo que cualquier país inteligente haría: Convertirse en un Paraíso Fiscal!. Durante años Nauru fue la Suiza de los Mares del Sur a la que cientos de magnates rusos acudían para blanquear su dinero. Unos años después los organismos internacionales la obligaron a Nauru a regularizar su situación.

Actualmente Nauru es el país con más diabéticos y obesos del mundo (90%) y también el país con la tasa de desempleo más alta del planeta (También cercana al 90%). Y es que de los 21 Kilómetros cuadrados que tiene la isla más de 18 son un erial arrasado por las compañías mineras. Todas las riquezas que tuvo el país en el pasado han sido vendidas y el país subsiste a duras penas con la ayuda internacional que le proporciona Australia, su antigua metrópoli. El antaño país más rico del mundo ahora apenas tiene un PIB per cápita de 5000 dólares, por debajo del puesto 140 y al nivel de la República del Congo o Mongolia. Muchos de los que aun viven en Nauru ven en la emigración la única posibilidad de supervivencia, y todo por la "Fiebre del Oro" que se generó en torno a unas cacas de pájaro fósiles.

Problemas de la economía moderna chicos!

Pablo :)