Paleontología y Evolución en la UCM

¿Cuando empezamos a pasar frío de verdad?

Introducción
En mi anterior artículo os hablaba sobre como afecto tanto el clima como la llegada de los humanos a las extinciones de la megafauna del Cuaternario, pues bien en el artículo que he escogido para esta 2ª entrada os hablaré de la datación aproximada de cuando llegaron los humanos al Ártico y para ello nos basaremos en fósiles de mamuts en los que aparecen evidencias de la presencia de los humanos.

Artículo: Early human presence in the Arctic: Evidence from 45,000-year-old mammoth remains. Vladimir V. Pitulko, Alexei N. Tikhonov, Elena Y. Pavlova, Pavel A. Nikolskiy, Konstantin E. Kuper, Roman N. Polozov.

El artículo consta de varias partes, en una primera parte nos habla de los métodos químicos y las dataciones que se han llevado, concretamente el método utilizado es la datación por el método de C14 que a partir de muestras de los huesos de los mamuts nos permiten conocer la edad aproximada a la que murieron,y por lo tanto al haber indicios de la presencia de los humanos en estos fósiles, debido a que se observan hendiduras en los huesos, podemos datar hasta que latitudes y cuando legaron los humanos.
                    

Estos grandes animales son de mucha ayuda ya que eran muy perseguidos por el hombre debido a la ingente cantidad de comida que les proporcionaba y a los bienes que podían obtener de este gran animal como las pieles o los colmillos.
Se piensa que los humanos llegaron hasta zonas tan al norte porque perseguían las manadas de estos grandes mamíferos.

En primer lugar nos relata las heridas que se observan en el mamut encontrado (se le conoce como SK mammoth y se trata de un esqueleto excepcionalmente conservado) estas heridas nos indican que al animal antes de asestarle la estocada final se le hería hasta que permaneciera tumbado en el suelo, para ello y con ayuda de las lanzas utilizaban un método que consistía en arremeter contra el animal desde todos los ángulos de abajo a arriba, hasta que este caía.
Se intentaba que el daño fuera directamente a órganos internos y/o vasos sanguíneos para así debilitar lo más rápidamente al animal, puesto que no hay que olvidar que se trataba de un mamífero muy corpulento y que a menudo acababa con la vida de algunos de los cazadores por lo que se trataba de acabar cuanto antes con su vida para evitar así más daños.

Debido a la gran cantidad de grasa que se encontraba en la joroba del mamut se llegó a la conclusión de que era un ejemplar joven de unos 15 años y macho

También utilizamos para este estudio por lo tanto los huesos de mamut encontrados y en los que observamos, como hemos comentado anteriormente, pequeñas hendiduras o marcas que no serían normales o comunes, es decir, que habrían sido provocadas por el ser humano, que en su persecución trataban de derribar a este gigante,ahora veremos algunas de las imágenes de los fósiles donde observamos estas heridas.

Fig.1 En esta imagen observamos las heridas infligidas en la cabeza del SK mammoth.

Fig.2 Heridas infligidas en la escápula del SK mammoth.

Estas lesiones sólo las pudo producir el ser humano y por lo tanto la datación C14 nos arrojo el dato de unos: 44,560 +950/-700 años lo que confirma la presencia de seres humanos en el Ártico mucho antes de lo que se había sugerido anteriormente. La propagación de los humanos por el Ártico es sin duda un importante cambio adaptativo y que esta provocado por  búsqueda de la fuente de alimento abundante que proporcionan los mamuts. Se sugiere también que esta temprana legada de los humanos a la zona cercana al estrecho de Bering que comunicaba Asia y América pudo proporcionar una oportunidad a los seres humanos para entrar en el Nuevo Mundo.

Reflexión propia

Me ha parecido un artículo interesante sobretodo en lo que es la parte de las resoluciones, ya que se trata de manera clara cuál es el motivo de la presencia de humanos en estas zonas y sus posibles consecuencias. 

Pero me gustaría por último añadir algo, ya que el mamut nos ha ayudado a llegar a estas conclusiones ¿podríamos nosotros echarle una mano para que volviera estar entre nosotros?

Referencias

• Clark, A. S. Dyke, J. D. Shakun, A. E. Carlson, J. Clark, B. Wohlfarth, J. X. Mitrovica, S. W. Hostetler, A. M. McCabe, The Last Glacial Maximum. Science 325, 710–714 (2009). 
• P. Pavlov, J. I. Svendsen, S. Indrelid, Human presence in the European Arctic nearly 40,000 years ago. Nature 413, 64–67 (2001). 
• N. K. Vereshchagin, The mammoth “cemeteries” of North-East Siberia. Polar Record 17, 3–12 (1974).