Imagen 1. Hadrosaurios |
Los hadrosaurios medían entre 7 y 14 metros de
longitud, ornitisquios (con la rama del pubis hacia caudal como en las aves),
herbívoros y bípedos. Eran taxones piedra angular en los ecosistemas de todas
las grandes masas continentales, menos de África y Australia, desde el Santoniense
hasta el Maastrichtiense tardío. Los hadrosaurios han evolucionado con la
anatomía el esqueleto más derivada de todos los dinosauriosornitópodos. Las
apomorfías más notables son el pasaje narial en gran medida hipertrofiado y las
estructuras circundantes que en la mayoría de los taxones están asociados con
las crestas craneales, que varían considerablemente entre los taxones. Las
crestas de los hadrosaurios son diagnósticos en ambos niveles taxonómicos
superiores e inferiores funcionando principalmente en la comunicación
(presentación visual y la comunicación acústica). No está todavía claro, para
que servía la morfología narial ancestral en los hadrosaurios. Hay taxones
fuera de Hadrosauridae que conservan al menos parte de la región narial
(principalmente la nasal y premaxilla) y muestran una estructura circumnarial
comparativamente simple y poco desarrollada. Esto contrasta con la aparente
aparición repentina en el registro fósil de las estructuras circumnarial
derivada en los hadrosaurios más antiguos y más basales para los que esta
región del cráneo se conserva.
A pesar de que el registro fósil de hadrosaurios
está muy extendido en la mayoría de las regiones continentales, también se
distribuye de manera desigual. Una de las áreas en las que los hadrosaurios
tienen poco regristro fósil es la mitad oriental de América del Norte. Durante
el Cretácico superior, un canal marítimo intercontinental (Cretácico vía
marítima interior occidental) dividió Norteamérica en dos masas continentales:
una franja de tierra conocida como Laramidia al oeste y al este de los
Apalaches (Gates, et al, 2012). Laramidia es conocido por su riqueza de
especímenes de hadrosaurios (26 especies reconocidas, aproximadamente la mitad
de la diversidad global conocido) y su alta calidad de preservación e
integridad del esqueleto (Prieto-M Arquez, 2010b; Gates, et al, 2012). Por el
contrario, los Apalaches ha proporcionado hasta la fecha sólo unos pocos restos
craneales, con una sola especie reconocida, Hadrosaurus
foulkii (Campaniense de Nueva Jersey; Prieto-M Arquez et al., 2006). otros
dos taxones de los Apalaches, Claosaurus
agilis (finales del Coniaciense de
Kansas, falta casi todo el cráneo; Carpenter et al, 1995;. Prieto-M Arquez,
2011b) y Lophorhothon atopus (Campaniense
temprano de Alabama, cráneo parcial y postcráneo; Langston, 1960 ; Prieto-M
Arquez, 2008), fueron una vez al parecer miembros de Hadrosauridae pero ahora
son vistos como grupo externo a los hadrosaurios.
Se puede observar un nuevo hadrosaurio de Alabama,
en el sureste U.S.A. (Fig. 1). El nuevo taxón es el más completo recogido tan
lejos de los Apalaches, así como uno de los hadrosaurios más antiguos
conocidos. En particular, para esta región continental, el espécimen que se describe es el único miembro del clado
para los que se han recuperado el cráneo. Nos centraremos en los caracteres
osteológicos que permiten la erección de un nuevo género y especie de
hadrosaurio.
Abreviaciones anatómicas: arf, acceso fosa rostral (autapomorfía); bn, INIA óseas externas; bnmg,
el margen de la fosa nasal ósea; cdf,
la fosa circumnarial caudal; cvfg,
brida caudoventral; cmn, depresión
circumnarial; cpr, proceso de
caudal; djt, tubérculo dorsal yugal;
dp, proceso dorsal; dsf, fosa circumnarial dorsal (autapomorfía);
dssf, la plataforma dorsal oblicua
de la superficie articular medial; dt,
dentario; erg, canto del hueso
entopterigoídeo; fse, estante hueso
entopterigoídeo; f, frontal; itf, fenestra infratemporal; itfm, el margen infratemporal; j, jugal; jar, la superficie articular para yugal; lc, lagrimal; lcar, la
superficie articular para lagrimal; mxar,
la superficie articular para maxilar; fml,
gran foramen maxilar; mx, maxilar; ns, nasal; obm, margen orbital; la par,
parietal; pdt, predentario; pf, prefrontal; pfar, superficie articular para prefrontal; plp, proceso palatino; plr,
cresta palatina; pmx, premaxilla; pmxs, estante premaxilar; po, postorbital; pop, proceso postorbital; q,
cuadrado; qjfg, brida quadratojugal; sa, surangular; sq,
escamoso; stf, fenestra supratemporal;
th, dientes; vpr, proceso ventral; vtf,
fosa circumnarial ventral (autapomorfía).
PALEONTOLOGÍA
SISTEMÁTICA
DINOSAURIA
Owen, 1842
ORNITHISCHIA
Seeley, 1887
ORNITHOPODA
Marsh, 1881
IGUANODONTIA
Dollo, 1888
HADROSAURIDAE
Cope, 1870
(sensu
Prieto-Máarquez, 2010a)
EOTRACHODON ORIENTALIS,
gen. et sp. nov.
(Las
figuras 1, 2)
Holotipo. El único espécimen
conocido, MSC 7949, consta de un cráneo parcial articulado bien conservado casi
completo, y un postcráneo fragmentado. Los elementos craneales incluyen tanto
premaxilar, maxilar superior, jugals, nasal derecho parcial, lagrimal
izquierdo, prefrontal izquierda, frontales, postorbitales, , caja craneal
parcial (parietal, supraoccipital, izquierda compleja opisthotic-exoccipital,
prootics, basisphenoid, laterosphenoids, y parasphenoid ), predentario,
dentarios, surangulars, angular, hioides, y varios dientes maxilares y
dentario. El postcráneo está representado por el eje y varios cervical, dorsal,
sacro, y vértebras caudales; pubis izquierdo parcial; isquion izquierdo
parcial; la tibia derecha parcial; y dos falanges manuales. Un corte
histológico petrográfico transversal de la tibia muestra cortezas compuestas
exclusivamente por el hueso plexiforme altamente vascularizado (uno de los
tipos de hueso de crecimiento más rápido; Castanet et al, 2000;.. De Margerie
et al, 2002) y no hay evidencia de crecimiento de remodelación o líneas de
Havers (por ejemplo, líneas de crecimiento suspendido, Annuli). Estas
observaciones, junto con la falta de fusión completa del neurocráneo (por
ejemplo, prootics desarticulados) y las suturas neurocentrales abiertas en
vértebras dorsales cervical y craneal, indican que el MSC 7949 todavía no había
alcanzado la madurez esquelética y sería
un animal más grande en edad adulta.
Diagnóstico. Los hadrosaurio se
caracteriza por los siguientes autapomorfías: la depresión circumnarial
tripartito dividido longitudinalmente en fosas dorsal y ventral, siendo esta
última subdividida en caudoventral y ligera incisión en fosas rostroventral;
dorsal de la fosa de la depresión circumnarial por encima de los INIA óseos que
se extienden más de medida que la fosa caudal caudoventral; la depresión
circumnarial por encima de los INIA
óseas de excavación de la superficie lateral nasal, profundamente rostral, pero
poco a poco desapareciendo en sentido caudal; apófisis lateral premaxilar
abruptamente desviado hacia ventral, formando un ángulo de 165 con el eje
longitudinal de la depresión circumnarial; maxilar con una superficie conjunta
de subtriangulares yugal que es más lateral y prominente tubérculo dorsal yugal
proyectado en sentido caudal; cresta sagital del parietal elevado
sustancialmente por encima de la barra temporal. Además, Eotrachodon se diferencia de otros hadrosaurios en posesión de la
siguiente combinación única de caracteres: delgada, que se refleja el margen
oral de premaxilla (convergente en Gryposaurus,
Prosaurolophus, y Saurolophus); maxilar combinando con
profunda región rostral; margen rostrodorsal del ápice rostroventral que forma
un ángulo de 45 con reborde alveolar rostral; proceso dorsal colocado
enteramente a mitad de la longitud del maxilar; amplio margen de rostrodorsal
con la exposición lateral amplia bajo lagrimal; y corta (25% de la longitud
maxilar).
Descripción. El cráneo de Eotrachodon orientalis combina
caracteres de hadrosaurios y atributos derivados que son exclusivos de Saurolophus
Hadrosauridae. Empezamos por el moderado
desplazamiento del margen bucal premaxilar con relación al plano oclusal del
maxilar ventral (fig. 1A), de modo que la distancia entre estas áreas
premaxilares y maxilares es la mitad de la profundidad media de la rama
dentaria (Prieto- M Arquez, 2010b). Sin embargo, el margen oral de la premaxila
es relativamente deriva en E. orientalis,
ser delgada y reflejada (fig. 1A) como en Saurolophus (Bell, 2011) y Kritosaurus (Prieto-M Arquez, 2010c, 2014).
Ventralmente, los dentículos premaxilares están dispuestos en dos filas. Al
igual que en los hadrosaurios (Wagner, 2004; ARQUEZ Prieto-M, 2010b), la
depresión circumnarial rodea por completo los INIA óseos y, al igual que en
saurolophines (Prieto-M Arquez y Wagner, 2014), es compartimentada. La
depresión circumnarial de E. orientalis
consiste en tres fosas, como en especies de edmontosaurio (Campione y Evans,
2011). En E. orientalis, dos crestas
débiles que convergen y dividen la depresión en la dorsal, fosas caudoventral y
rostroventral (fig. 1A, B). Forámenes premaxilares están ausentes dentro de la
depresión circumnarial. El maxilar exhibe un profundo proceso palatino (fig.
1C). Este hueso comparte dos personajes con el Gryposaurus spp. (Gates y Sampson, 2007) y Kritosaurus horneri (Prieto-M Arquez, 2014): un estante premaxilar
empinado que forma un ángulo de 45º con el segmento rostral de la fila de
dientes y una superficie lateral subtrapezoidal del margen rostrodorsal del
maxilar que es ampliamente expuesta bajo el lagrimal (Fig. 1C). El proceso
dorsal triangular se eleva a la media eslora del maxilar. Es dos veces más
ancho que de alto, y su ápice es en sentido caudal sesgada. La superficie
articular para la jugal es subtriangular y se enfrenta lateralmente, como es
común en hadrosaurios (Arquez Prieto-M y Wagner, 2009). Sin embargo, como en hadrosaurios
basales como Levnesovia transoxiana
(Sues y Averianov, 2009), esta superficie articular muestra en sentido caudal
un prominente tubérculo dorsal (Fig. 1C). El gran agujero maxilar rostral está
parcialmente expuesto lateralmente y se encuentra aproximadamente a media
profundidad a la región rostral del maxilar. Esto está por debajo de la
posición en la que se observa típicamente en los hadrosaurios, donde se
encuentra el agujero más cerca del margen rostrodorsal del maxilar (PrietoM
Arquez, 2010b). El estante hueso entopterigoídeo es morfológicamente plesiomorfico
que representa sólo un cuarto de la longitud total del margen alveolar del
maxilar superior (como en Eolambia
caroljonesa; ver McDonald et al, 2012). La batería dental superior también
presenta una mezcla de caracteres derivados y plesiomórficos en el contexto de
Hadrosauridae. Lleva 32 posiciones de los dientes, un recuento que se encuentra
dentro del rango mínimo presente en hadrosaurios (Prieto-M Arquez, 2010b), pero
sólo un diente funcional como en iguanodóntidos basales (Norman, 2004). La
nasal consiste en una placa delgada que envuelve lateroventralmente el eje
longitudinal de la tribuna para formar el margen caudodorsal de la fosa nasal
ósea (Fig. 1F). A diferencia de Lophorhothon
atopus (de los estratos más bajos de Campaniense del Mooreville tiza de
Alabama; Ebersole y King, 2011), no hay evidencia de una cresta craneal nasal
en Eotrachodon orientalis.
Fig.2. Árbol de consenso estricto de los cuatro árboles más parsimoniosos
resultantes del análisis filogenético de las relaciones, mostrando la posición
de Eotrachodon orientalis. |
El lacrimal es triangular y rostral alargado, con un
margen ventral que es convexo rostral a la muesca yugal (Fig. 1A), como en Gryposaurus spp. (Gates y Sampson,
2007), Kritosaurus horneri (Prieto-M
Arquez, 2014), Saurolophus spp.
(Bell, 2011), y Prosaurolophus maximus
(McGarrity et al., 2013). El prefrontal tiene una amplia brida rostroventral y
un margen orbital subcuadrangular. El vértice del proceso rostral de la jugal
es alargado y está colocado dentro de la media dorsal del proceso rostral (Fig.
1E) como en saurolophines no brachylophosaurin (Arquez Prieto-M, 2010b). Como en
hadrosauroids basal (por ejemplo, Bactrosaurus
johnsoni; Godefroit et al, 1998;. PrietoM Arquez, 2011a). La superficie
articular medial del proceso rostral jugal está cubierta por una estrecha
plataforma que se extiende medialmente desde el margen orbital (Fig 1E ). Sin
embargo, a diferencia de hadrosauroids basales (por ejemplo, Tanius sinensis), con la excepción de Lophorhothon atopus (Langston, 1960), la
plataforma de Eotrachodon orientalis
es autopomorficamente oblicua en lugar de orientada horizontalmente (Fig 1E.).
La faceta articular es más profunda que ancha. El segmento dorsal del cuadrado
está ligeramente curvado en sentido caudal. La superficie articular distal de
este hueso es subtriangular debido a la expansión rostrocaudal del cóndilo
lateral. La fenestra infratemporal es más profunda y más amplia que la órbita,
como en saurolophines kritosaurin (ARQUEZ Prieto-M, 2014), pero a diferencia de
la de la parte basal hadrosauroideos Lophorhothon
atopus (Langston, 1960; Fig. 1A). El frontal contribuye ampliamente a la
órbita y su superficie ectocranial es aproximadamente 30% más largo que ancho
(Fig. 1B). En la caja craneana, la constricción rostral del basisphenoid,
caudal a los procesos basipterygoid, se desarrolló moderadamente: el ancho
máximo de la basisphenoid a través de la tubera esfenooccipital. Como en la
mayoría de hadrosauroids basales, los dentículos del predentario no se limitan
a la margen rostral sino más bien se extienden caudolateralmente sobre la
superficie dorsal de cada rama lateral. La superficie lingual de la quilla
sagital carece de una cresta media. El dentario muestra un corto margen
desdentado proximal, como es característico de iguanodóntos basales. En Eotrachodon orientalis este margen es
sólo el 8% de la distancia entre la posición de los dientes más rostral y el
extremo caudal del proceso coronoides. El proceso de la sínfisis es desviado
ventralmente 15 con relación al eje largo de la batería dental. El proceso
coronoides muestra una morfología plesiomorfica: está orientado verticalmente,
y su vértice se expande sólo moderadamente de forma que es más alto que ancho. El
extremo caudal de la batería dental es alineado con el margen caudal de la
apófisis coronoides. Hay 26 posiciones para los dientes. El espacio alveolar labio-lingual
estrecho sugiere que hubo uno o como mucho dos dientes funcionales expuestos en
el plano oclusal en cada posición de los dientes. Esto contrasta con el conteo
de tres dientes derivados funcionales presentes en los hadrosaurios. El
surangular muestra la morfología hadrosaurad derivada: carece de agujeros y
tiene un proceso ascendente rostral en forma de correa que acuña dorsalmente en
una franja delgada, y el lado convexo de la vuelta lateral y la superficie
lateroventral de la cara surangular más ventral que lateral (fig. 1A). El
angular se coloca medial y no está expuesto a la vista lateral. Las coronas de
los dientes del dentario tienen una altura media: anchura de 2,3. Los
dentículos marginales son pequeñas papilas que son similares en tamaño a ambos
márgenes. El margen mesial de cada corona del diente se solapa con el distal de
la corona adyacente. Las superficies linguales de esmalte de estos dientes
muestran una prominente cresta media sola. De los huesos postcraneanos
conservados, los únicos elementos informativos están en la cintura pélvica. El
pubis es relativamente corto, con una longitud total que es un poco más del
doble de la anchura máxima del margen acetabular. El isquion tiene un proceso
ilíaco distal corto y recto, como en saurolophines pero a diferencia del
proceso característico de la mayoría de recurvado hadrosauridos basales y todos
los hadrosauridos lambeosaurino.
Posición
filogenética de EOTRACHODON
La posición filogenética de Eotrachodon orientalis entre iguanodontes hadrosaurios se infiere a
través de análisis de máxima parsimonia. La muestra consistía en 61 taxones de
especies hadrosauroides (incluyendo 16 grupos externos a Hadrosauridae, 22, y
21 Saurolophines lambeosaurino). El
conjunto de datos consta de 273 caracteres morfológicos de igual ponderación
(189 craneal y postcraneal 84). La posición del gran agujero maxilar (85
caracteres) incluye tres estados: la vista lateral y apertura ventral a la
mitad de la profundidad de la plataforma premaxilar; expuesta lateralmente y apertura
cerca del margen dorsal de la plataforma premaxilar; no expuestas lateralmente
y apertura en la superficie dorsal de la plataforma premaxilar. El árbol o
árboles de búsqueda óptima se llevó a
cabo en TNT versión 1.1 (Goloboff et al., 2008). Una búsqueda heurística de
10000 repeticiones utilizando secuencias de adición al azar se realizó, seguido
por rama intercambio por el árbol de bisección de reconexión de diez árboles
por repetición. El árbol de consenso estricto muestra Eotrachodon orientalis dentro Hadrosauridae como hermana a
Saurolophidae (Fig. 2). Nuestras acciones diversas muestras sinapomorfias con
saurolophids, incluyendo: predentario con subsquared rostrolateral de esquina y
subrectangular dentículos; dentario plano oclusal paralelo a la superficie
lateral de la rama de la mandíbula; en forma de correa proceso ascendente
rostral del surangular que acuña dorsalmente en una franja delgada;
circumnarial la depresión que contiene una fosa rostral subsidiaria; maxilar
con amplia región rostrodorsal ampliamente expuesto lateralmente y con su borde
dorsal horizontal bajo el lagrimal; subtriangulares superficie de la
articulación del maxilar para el yugal que es más lateral que orientada
dorsalmente; ápice del proceso rostral de la jugal establecer dentro de la
media dorsal del proceso; márgenes orbitales y infratemporal del yugal
subequally amplia; depresión circumnarial rodea, al menos, el margen de caudal
de la fosa nasal ósea (convergente en Lophorhothon
atopus); órbita más profunda que ancha; y el proceso púbico del isquion
proximalmente más corto que la anchura de la superficie articular distal del
hueso. A excepción de la Prieto-M et Arquez al.-Eotrachodon de los Apalaches (e1054495-5) de carácter isquiático el
año 2016 este último, todas las sinapomorfias anteriores son ambiguas debido a
la falta de conservación de prácticamente todos los huesos del cráneo, a
excepción de unos pocos fragmentos de maxilares en Hadrosaurus foulkii (Prieto-M Arquez et al., 2006), que es el
hadrosáurido más basal y grupo externo al claro Eotrachodon-Saurolophidae. Eotrachodon
orientalis se excluye de Saurolophidae, ya que carece de forma inequívoca
las siguientes sinapomorfías Hadrosaurus
foulkii; dentículos marginales ausentes o muy reducidos en los dientes del
dentario; dentículos predentario restringidas al margen orales rostral;
presencia de una cresta en la superficie lingual del proceso keelshaped mediana
de la predentario; proceso de la sínfisis del dentario ventral desviado
formando un ángulo de 17º -25º con la fila de dientes; vértice de la apófisis
coronoides del dentario ampliado en gran medida; margen premaxilar bien
compensado del plano oclusal maxilar (la distancia entre el plano oclusal del
maxilar superior y el margen bucal premaxilar es mayor que la profundidad media
de la dentario); foramen grandes maxilares colocados cerca del margen
rostrodorsal del maxilar; margen caudoventral del proceso rostral de la jugal
ser tan profundo como o ligeramente más profundo que ancho; superficie
articular maxilar del proceso rostral del yugal en dirección medial, que
carecen de plataforma dorsal; y la presencia de cresta craneal (convergente en
lophorhothon).
El
área ancestral de Hadrosauridae, Asia, ha sido
tradicionalmente considerado como el área más probable del origen de los
hadrosáuridos porque taxones morfológicamente plesiomorficos se reconocieron
por primera vez a en este continente. Sin embargo, los descubrimientos de
taxones de hadrosáuridos en otros continentes abrió la puerta a hipótesis alternativas
que incluyen Europa, América del Norte y América del Sur como áreas
ancestrales. Reconstrucciones biogeográficas han implicado la dispersión y
vicarianza como los procesos primarios que dan forma a la diversificación y
distribución de los hadrosáuridos. El reconocimiento de Eotrachodon orientalis como uno de los más antiguos y hadrosáuridos
basales anteriores a la mayor diversificación del clado nos llevó a reevaluar
los rangos ancestrales para Hadrosauridae y sus principales subclados
constituyentes. Zonas ancestrales de los nodos internos de las filogenias
hadrosauroides resultantes del análisis de máxima parsimonia se infiere
cuantitativamente a través de Análisis Estadístico La dispersión-vicarianza.
Debido a que esta técnica requiere bifurcar totalmente filogenias, aplicamos
S-DIVA a cada uno de los cuatro árboles más parsimoniosos resultantes del
análisis de parsimonia. Esta opción se prefiere en lugar de otras alternativas
para la obtención de una filogenia del todo resuelto, tales como la poda de los
taxones en el árbol de consenso o mediante un subárbol. Esto se debe a que las últimas opciones permiten la obtención
de una filogenia completamente bifurcarda, en vez de la eliminación de taxones
y sus zonas geográficas registradas asociadas, es decir, la omisión de taxones
pueden afectar seriamente los resultados biogeográficas mediante la creación de
reconstrucciones. El programa utiliza un modelo en el que se dan vicarianza,
especiación simpátrica, dispersión y diferentes eventos de extinción. Específicamente,
vicarianza (especiación debido a la aparición de una barrera de dispersión) y
la duplicación (especiación dentro de la misma zona) tienen un coste de cero,
mientras que los eventos de dispersión y extinción tienen un costo de uno por
cada unidad de superficie añadido o eliminado, respectivamente, de la
distribución (Ronquist, 1997). El método utiliza la parsimonia como criterio de
optimalidad y la búsqueda de la reconstrucción que minimiza el número de
eventos de dispersión-extinción (o coste) que se requieren para explicar la
distribución geográfica de los taxones terminales (Ronquist, 1997). Una
modificación de DIVA, S-DIVA incorpora los métodos de Nylander et al. (2008) y
Harris y Xiang (2009) con el fin de calcular el apoyo estadístico para la reconstrucción
de cada área ancestral (Yu et al., 2010). En SDIVA, las frecuencias de cada
gama ancestral para un nodo dado de la filogenia se promedian sobre todos los
árboles, de manera que cada rango ancestral alternativo en un nodo es ponderado
por la frecuencia de ocurrencia del nodo (Yu et al., 2011). El método fue
implementado en el programa 2.0b ESCOFINA (Yu et al., 2010). Se consideraron
cinco áreas generales que se han registrado especies hadrosauroides:
Archipiélago Europea (actual Europa), Asia, Laramidia (hoy el oeste de América
del Norte), los Apalaches (actual este de América del Norte), y América del
Sur. La distribución geográfica de los taxones terminales se muestra en los
datos adicionales 4. El análisis de forma inequívoca inferir los Apalaches como
el área ancestral más probable para los hadrosáuridos (Fig. 3). El ancestro
común más reciente de Saurolophidae fue
reconstruido en Laramidia y Asia (Fig. 3). Esta reconstrucción implica la
dispersión de los primeros hadrosauridos Apalaches a Laramidia y,
posteriormente, a partir de este continente a Asia. De acuerdo con Blakey
(2009), Laramidia y los Apalaches se mantuvo conectado en el sur de América del
Norte hace aproximadamente 100 millones de años (principios del Cenomaniano,
sino que debe tenerse en cuenta que, a excepción de Eotrachodon orientalis, todos hadrosauroids pre-Campaniano
Laramidian conocidos caen fuera de Hadrosauridae, los cuales incluyen Eolambia caroljonesa [McDonald et al,
2012.], Protohadros byrdi, Jeyawati rugoculus, y Huehuecanauhtlus tiquichensis [Ram
Irez-Velasco et al, 2012 [McDonald et al., 2010]. ]). Esto puede haber sido una
ruta viable para la dispersión primeros hadrosáuridos y predice la presencia de
estos animales en los Apalaches en tiempos Cenomanense. Esto supone un linaje
fantasma de unos 16 millones de años, hasta la aparición tardía de Santoniano Eotrachodon orientalis. La dispersión de
Laramidia a Asia puede haber ocurrido a través de Beringia. Esto probablemente
se produjo a más tardar a finales del Santoniano, siendo los más antiguos
saurolophids Santoniano de edad (Averianov y Nessov, 1995; Godefroit, Alifanov,
y Bolotsky, 2004). Por último, saurolophinae y Lambeosaurinae se infiere
inequívocamente que se originó después de la vicarianza en Laramidia (a más
tardar a principios de Campania, dada la edad de los saurolophines más antiguas
conocidas: Gryposaurus latidens
[PrietoM Arquez, 2010c] y Acristavus
gagslarsoni [Gates, et al., 2011 ]), y Asia (a más tardar a finales del
Santoniano, dada la edad de los lambeosaurino más antiguas conocidas, Aralosaurus tuberiferus [Godefroit,
Alifanov, y Bolotsky, 2004], Jaxartosaurus
aralensis [Averianov y Nessov, 1995], y Kazaklambia,
respectivamente. Las últimas conclusiones apoyan las hipótesis anteriores que
postulaban un área ancestral de América del Norte para saurolophines (Horner et
al., 2004, Sues y Averianov, 2009; Prieto-M Arquez, 2010a) y un área ancestral
asiática para lambeosaurino.
Fig.3. Filograma tiempo-calibrada de dinosaurios hadrosáuridos |
DISCUSIÓN.
Poco después de su origen en el Santoniano (Sues y Averianov, 2009; Prieto-M
Arquez, 2010a), hadrosauridos se diversifican en dos clados principales: el
sólido con cresta o crestless saurolophinae (Prieto-M Arquez, 2010b) y el
Lambeosaurinae-hueca con cresta (Evans, 2006). Entre otros atributos, estos
clados difieren grandemente en su anatomía narial. En saurolophines, el pasaje
nasal permanece rostral a las órbitas, como en iguanodóntidos ancestrales
(Weishampel, 1981; Wagner, 2004). Además, el orificio nasal externo óseo y
nasal vestibulum se encuentran dentro de la depresión circumnarial y una
extensa excavación rodea el orificio óseo nasal y está expuesta en la
superficie lateral de la premaxila y principalmente nasal. La variación en la
profundidad de la depresión circumnarial y la longitud, proporciones, y el número
y la colocación de varios agujeros, estrías, y las especies saurolophinae. Por
el contrario, los INIA lambeosaurino ósea, como los de iguanodóntidos basales y
hadrosauroids no Hadrosaurid, es suave y carece de la figura 3. phylogram
Tiempo-calibrada de dinosaurios hadrosáuridos. Cuando sólo subages están
disponibles en lugar de estimaciones de datación absoluta, la datación del
taxón se aproxima como el punto medio del rango disponible después de la escala
de tiempo geológico de Walker et al. (2012). fuentes bibliográficas para la
gama geocronológico de cada taxón terminales son los siguientes: claosaurus
(Prieto-M Arquez, 2011b), Tethyshadros (Dalla Vecchia, 2009), Hadrosaurus
(Prieto-M Arquez, 2011b), Eotrachodon,
saurolophinae (Prieto-M Arquez , 2014), y Lambeosaurinae (Gates, et al., 2012).
Prieto-M et Arquez al.-Eotrachodon de
los Apalaches (e1054495-7), crestas, fosas y accesorio (Wagner, 2004). El
conducto nasal de lambeosaurino se apomorphically encerrada por las hojas
delgadas de hueso (crestas craneales huecas), que se extienden caudodorsally y
se arquean en un bucle amplio para entrar en el cráneo rostrodorsally de las
órbitas (Weishampel, 1981; Evans, 2006). La región narial de Eotrachodon orientalis acciones
diferentes personajes con hadrosauridos saurolophinae. Además de estar expuesto
en la superficie lateral de la tribuna, la depresión circumnarial se divide en
fosas subordinado como en todos los taxones saurolophinae (Fig. 3).
Bibliografía
Esta entrada está basada en el siguiente artículo http://www.tandfonline.com/doi/pdf/10.1080/02724634.2015.1054495
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Norman,
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2 comentarios:
Una noticia algo más escueta sobre este trabajo:
http://www.sci-news.com/paleontology/eotrachodon-orientalis-new-duck-billed-dinosaur-species-03591.html
Y las especies y géneros en los títulos de las referencias también deben ponerse con cursiva...
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