sábado, 4 de junio de 2016

¿Dinoapocalipsis?

Uno de los grandes misterios de la paleontología, y que ha dado más de un quebradero de cabeza a nuestros científicos, es el tránsito Cretácico-Paleógeno y cuáles fueron las causas que impusieron el famoso limiteK/T.Aunque parezca increíble sigue habiendo dudas respecto a este periodo de tiempo, así que me dispuse a investigar un poco más sobre el tema. 
Según la Hipótesis de Álvarez y colaboradores, este límite se corresponde con el impacto de un objeto extraterrestre, conocido como Impacto K/T. La caída del objeto provocó la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno debido a que tras esta capa ya no se encuentran registro de restos fósiles de dinosaurios u otras especies. La extinción masiva del Cretácico-Terciario  fue hace aproximadamente 65 millones de años, donde cerca del 75 % de los géneros biológicos desaparecieron, entre ellos la mayoría de los dinosaurios, reptiles voladores y acuáticos además de los famosos ammonites. Dejando unos pocos supervivientes como se puede ver en la segunda entrada Costacopluma:Un superviviente de los eventos K/T

Con el paso de los años se ha intentado explicar este fenómeno. Sin embargo, no podemos conocer con exactitud que sucedió ya que este suceso ocurrió hace millones de años, por lo que se han desarrollaron una serie de hipótesis para aclarar este tema. La teoría más aceptada por la comunidad científica a nivel mundial es la hipótesis de Álvarez y colaboradores.

Hipótesis de Álvarez y colaboradores

·         Restos de iridio
En 1980 un grupo de investigadores liderados por el físico Luis Álvarez, su hijo Walter Álvarez y otros colaboradores descubrieron una concentración de iridio cientos de veces más alta que lo normal sobre muestras tomadas en este periodo de tiempo y a lo largo del mundo.
Plantearon la así llamada «hipótesis Álvarez», conforme a la cual la extinción de los dinosaurios y de muchas otras formas de vida habría sido causada por el impacto de un gran meteorito contra la superficie de la Tierra hace 65 millones de años.
Para demostrar esta hipótesis, las investigaciones se centraron en encontrar una capa en la corteza de la Tierra con niveles elevados de iridio (los niveles del iridio son generalmente más altos en asteroides y otros objetos extraterrestres).
·         El cráter de Chicxulub
Durante la década que siguió a la publicación del estudio, la hipótesis de la extinción continuó siendo tema de debate entre geólogos y paleontólogos. Uno de las mayores objeciones a la Hipótesis Álvarez era que no se conocía un cráter cuyas dimensiones correspondieran al tamaño calculado. Buscando estudios geológicos realizados desde los años 1960 en adelante se pudo ubicar un cráter en Chicxulub, en la península de Yucatán .Para algunos científicos, un problema de esta teoría es que la lectura de los registros fósiles sugiere que la extinción masiva duró cerca de diez millones de años, lo que no cuadra bien con la causa del impacto. 
·         Los traps del Decán
La gigantesca actividad volcánica que produjo los traps del Decán (India) también es una de las posibles causas de la extinción. La expulsión de polvo y otros gases dificulta la absorción de luz por parte del planeta, impidiendo así la fotosíntesis lo que conlleva un enfriamiento del planeta y posteriormente un aumento debido a las altas concentraciones de CO2 (efecto invernadero). Originalmente se pensaba que la actividad volcánica empezó cerca de 68 millones de años atrás y duró cerca de 2 millones de años. Años atrás esta teoría estaba asociada a una extinción lenta, sin embargo, luego Luis Álvarez expuso que los paleontólogos estaban obviando el efecto Signor–Lipps.

·         La disminución del nivel del mar
Hay evidencias que señalan que a finales del Cretácico el nivel del mar disminuyó, lo que hubiera causado una reducción del espacio de la plataforma continental donde habita la mayoría de la vida marina además de otros cambios climáticos como el aumento de la temperatura. Sin embargo, estudios más recientes contradicen esta teoría enfatizando que no es posible que por sí sola haya logrado causar una extinción tan significativa.
Una gran parte de estas discusiones se debe a la escasez de restos fósiles en grupos como los dinosaurios. Hasta hace poco, la única zona conocida rica en restos de dinosaurios con continuidad sedimentaria desde el Cretácico- Paleógeno es la Formación Hell Creek de Norteamérica (véase La Formacion Hell Creek, una joya de la Geología.) donde los especialistas en dinosaurios llevan décadas discutiendo sobre si su extinción fue catastrófica o se produjo gradualmente a lo largo de los últimos 10 millones de años del Cretácico. Recientemente se han descubierto restos de dinosaurios que datan de esa época en los Pirineos, por lo que el estudio de esa zona podría ayudar en la investigación (Véase Dinosaurios en los Pirineos y supapel en el límite K/T)


 Controversia y conclusiones

En 2004 Archibald y Fastovsky proponen una hipótesis que combina las tres causas: la actividad volcánica, la disminución del nivel del mar y el impacto de un objeto extraterrestre. Las especies marinas y terrestres ya enfrentaban serios problemas causados por los cambios climáticos y por la pérdida del hábitat. Al mismo tiempo, el polvo y gases producto de la actividad volcánica enfriaron y secaron grandes áreas del planeta. En medio de este ambiente de tensión llegó el impacto de un meteorito, lo que causó la muerte de las especies fotosintéticas (que son la base de la cadena alimenticia) por lo que el ecosistema colapsó.
Bajo mi humilde punto de vista y tras haber investigado un poco sobre el tema; creo que la hipótesis que más se puede acercar a la realidad es la que proponen Archibald y Fastovky. El impacto del asteroide fue el auténtico golpe de gracia para un ecosistema que ya se encontraba bastante debilitado debido a la actividad volcánica y la disminución del nivel del mar. Antes de acabar esta última entrada me gustaría resaltar la importancia de las formaciones de Hell Creek o de Pirineos para la geología, y si algo me ha enseñado la realización de estos blogs es que no hace falta irse muy lejos para encontrar verdaderas maravillas paleontológicas.
                                                     
¡Un saludo y suerte!

Referencias

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