Bueno queridos lectores, llegamos al final de nuestro
viaje al Paleozoico que nos llevó desde los inicios del Cámbrico, pasando por el Devónico y Carbonífero, y donde hemos visto parte de la fauna de esta era.
Vamos a repasar los tres blogs que hemos visto:
Flota, flota, pequeño cefalópodo
Vimos el análisis de la estructura de las conchas de tres
especies de ammonites (Fidelites clariondi, Diallagites lenticulifer y Goniatites
multiliratu) del Devónico y el Carbonífero, y se analizaron los datos
gracias a la tecnología actual y a modelos en tres dimensiones (Naglik et al,
2015), de esta manera se calculó la masa y el volumen de estas hermosas
criaturas.
También
calcularon los centros de masas y de flotabilidad, teniendo en cuenta los
modelos, la masa y el volumen, para lo cual tuvieron en cuenta los estudios de
Tajika (2014).
A
continuación, vimos que se tomaron más medidas aún, como la longitud de la cámara del cuerpo, la orientación de la
apertura y la estabilidad relativa; (aunque no lo creáis, todos estos datos son
necesarios para comparar la flotabilidad).
¿Qué resultado obtuvieron?, mientras más
larga sea la cámara del cuerpo, peor estabilidad tendrán, lo cual afectaría
notoriamente la vida de estos seres. También concluyeron que estas cámaras no
solo tendrían que tener aire para mantener la neutralidad a la hora de flotar,
sino que además, deberían tener algún líquido cameral (Tajika et al. 2014).
Sin más dilación, vimos una conclusión
muy simple: las cámaras con cuerpos más alargados, con pequeñas aperturas y
baja estabilidad, tendrían mejores movimientos en la vertical; mientras que los
que tengan cámaras mas cortas con alta estabilidad y mayores aperturas, serian
mejores nadadores.
Aquí observamos como unos seres que parecían
inofensivos, realmente eran unos grandes depredadores en aquellos tiempos, y
esto ayuda a entender el ecosistema y establecer los patrones macroevolutivos
del pasado.
Se han encontrado restos de caparazones
en coprolitos, caparazones rotos por mordeduras, e incluso, un pez dentro de
otro pez. Además de una perfecta conservación de Ottoia (Conway Morris, 1977)(fig.1) y Sidneyia (Bruton, 1981)(fig.2). Solo con estos ejemplos se entiende que hay
una predación selectiva.
Para entender estas relaciones
depredador-presa, se dispone del registro icnofósil, concretamente las más
estudiadas que son trazas de reposo (Rusophycus), halladas en la formación
Davis, al sureste de Missouri, donde hay una gran cantidad de trilobites de distintas
familias.
Recordemos que tenían
en cuenta tres cosas para evitar confusiones, y asegurarse que los icnofósiles
observados eran de depredación:
2. Tiene que haber una correlación entre el tamaño del cuerpo del
depredador y la presa.
3. El tamaño de la presa está seleccionado por el depredador.
De esta forma, en la zona
estudiada, se observó que las marcas de excavaciones vermiformes son más
abundantes que las marcas de reposo (recordemos que los trilobites se
alimentaban de esos organismos con trazas vermiformes).
Tras el análisis de la zona que
tiene marcas de intersección entre ambos tipos de marcas, se dedujo no solo que
los trilobites eran grandes depredadores, sino que el ángulo de ataque tenía
una gran importancia para tener éxito en la caza.
Ventana a Gondwana
En este blog nos centramos en la
biodiversidad de Gondwana durante el Cámbrico, en lo que es actualmente el sur
de Australia, concretamente en Cangaroo Island. Aquí vimos un tipo de
yacimiento llamado Emu Bay Shale (fig.3), con una gran cantidad de fósiles distintos,
desde seres con conchas a trilobites.
Emu bay Shale fue depositado rápidamente
cerca de bordes tectónicos activos, y forma una cuenca que es víctima de las
fluctuaciones de oxígeno (Gehling et
al. 2011).
fig.3. Ubicación de Emu Bay Shale. |
La mayor parte de las especies son artrópodos primarios,
además de otras como esponjas, moluscos, braquiópodos, gusanos y en menor
medida, anélidos.
Tras el análisis de las distintas especies, se vio que la
estructura geológica era muy similas a la de Burgess Shale. Destacar que se vio
poca diversidad de organismos autóctonos y escasez de bioturbaciones, lo cual
se puede explicar con la escasez de oxígeno.
De todo esto se concluyó que Emu Bay Shale presenta unos
fósiles excelentes para estudiar la paleoecología, evolución y
paleobiogeografía de la zona.
Hasta aquí llega nuestro último blog, donde hemos entendido
un poco más la flotabilidad de distintos ammonites, los mecanismos depredadores de
los trilobites y su relación con el entorno, y finalmente, un excelente ejemplo de yacimiento con varias
especies distintas del Paleozoico.
Espero que hayáis disfrutado y aprendido algo nuevo del pasado de nuestro planeta.
Un saludo, y hasta la próxima.
Espero que hayáis disfrutado y aprendido algo nuevo del pasado de nuestro planeta.
Un saludo, y hasta la próxima.
Bibliografía
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