lunes, 6 de junio de 2016

Última parada: Paleozoico

Bueno queridos lectores, llegamos al final de nuestro viaje al Paleozoico que nos llevó desde los inicios del Cámbrico, pasando por el Devónico y Carbonífero, y donde hemos visto parte de la fauna de esta era. 



Vamos a repasar los tres blogs que hemos visto:


Flota, flota, pequeño cefalópodo

Vimos el análisis de la estructura de las conchas de tres especies de ammonites  (Fidelites clariondiDiallagites lenticulifer y Goniatites multiliratu) del Devónico y el Carbonífero, y se analizaron los datos gracias a la tecnología actual y a modelos en tres dimensiones (Naglik et al, 2015), de esta manera se calculó la masa y el volumen de estas hermosas criaturas.
También calcularon los centros de masas y de flotabilidad, teniendo en cuenta los modelos, la masa y el volumen, para lo cual tuvieron en cuenta los estudios de Tajika (2014).

A continuación, vimos que se tomaron más medidas aún, como la longitud de la cámara del cuerpo, la orientación de la apertura y la estabilidad relativa; (aunque no lo creáis, todos estos datos son necesarios para comparar la flotabilidad).

¿Qué resultado obtuvieron?, mientras más larga sea la cámara del cuerpo, peor estabilidad tendrán, lo cual afectaría notoriamente la vida de estos seres. También concluyeron que estas cámaras no solo tendrían que tener aire para mantener la neutralidad a la hora de flotar, sino que además, deberían tener algún líquido cameral (Tajika et al. 2014).

Sin más dilación, vimos una conclusión muy simple: las cámaras con cuerpos más alargados, con pequeñas aperturas y baja estabilidad, tendrían mejores movimientos en la vertical; mientras que los que tengan cámaras mas cortas con alta estabilidad y mayores aperturas, serian mejores nadadores.


Trilobites depredadores

Aquí observamos como unos seres que parecían inofensivos, realmente eran unos grandes depredadores en aquellos tiempos, y esto ayuda a entender el ecosistema y establecer los patrones macroevolutivos del pasado.

Se han encontrado restos de caparazones en coprolitos, caparazones rotos por mordeduras, e incluso, un pez dentro de otro pez. Además de una perfecta conservación de Ottoia (Conway Morris, 1977)(fig.1) y Sidneyia (Bruton, 1981)(fig.2). Solo con estos ejemplos se entiende que hay una predación selectiva.


Para entender estas relaciones depredador-presa, se dispone del registro icnofósil, concretamente las más estudiadas que son trazas de reposo (Rusophycus), halladas en la formación Davis, al sureste de Missouri, donde hay una gran cantidad de trilobites de distintas familias.

 Recordemos que tenían en cuenta tres cosas para evitar confusiones, y asegurarse que los icnofósiles observados eran de depredación:

1. Las intersecciones entre los restos se encuentran con más frecuencia que los esperados al azar.

2. Tiene que haber una correlación entre el tamaño del cuerpo del depredador y la presa.

3. El tamaño de la presa está seleccionado por el depredador.

De esta forma, en la zona estudiada, se observó que las marcas de excavaciones vermiformes son más abundantes que las marcas de reposo (recordemos que los trilobites se alimentaban de esos organismos con trazas vermiformes).

Tras el análisis de la zona que tiene marcas de intersección entre ambos tipos de marcas, se dedujo no solo que los trilobites eran grandes depredadores, sino que el ángulo de ataque tenía una gran importancia para tener éxito en la caza.


Ventana a Gondwana

En este blog nos centramos en la biodiversidad de Gondwana durante el Cámbrico, en lo que es actualmente el sur de Australia, concretamente en Cangaroo Island. Aquí vimos un tipo de yacimiento llamado Emu Bay Shale (fig.3), con una gran cantidad de fósiles distintos, desde seres con conchas a trilobites.

Emu bay Shale fue depositado rápidamente cerca de bordes tectónicos activos, y forma una cuenca que es víctima de las fluctuaciones de oxígeno (Gehling et al. 2011).

fig.3. Ubicación de Emu Bay Shale.


La mayor parte de las especies son artrópodos primarios, además de otras como esponjas, moluscos, braquiópodos, gusanos y en menor medida, anélidos.

Tras el análisis de las distintas especies, se vio que la estructura geológica era muy similas a la de Burgess Shale. Destacar que se vio poca diversidad de organismos autóctonos y escasez de bioturbaciones, lo cual se puede explicar con la escasez de oxígeno.

De todo esto se concluyó que Emu Bay Shale presenta unos fósiles excelentes para estudiar la paleoecología, evolución y paleobiogeografía de la zona.



Hasta aquí llega nuestro último blog, donde hemos entendido un poco más la flotabilidad de distintos ammonites, los mecanismos depredadores de los trilobites y su relación con el entorno, y finalmente, un excelente ejemplo de yacimiento con varias especies distintas del Paleozoico.
Espero que hayáis disfrutado y aprendido algo nuevo del pasado de nuestro planeta. 

Un saludo, y hasta la próxima.



Bibliografía



  • Bruton, D.L., 1981. The arthropod Sidneyia inexpectans, Middle Cambrian, Burgess Shale, British Columbia. Philos. Trans. R. Soc. Lond. Ser. B Biol. Sci. 619-65.
  • Conway Morris, S., 1977. Fossil priapulid worms. Paleontological Association.
  •    Gehling, J.G., Jago, J.B., Paterson, J.R., García-Bellido, D.C. & Edgecome, G.D. 2011. The geological context of the Lower Cambrian (series 2) Emu Bay Shale Lagerstätte and adjacent stratigraphic units, Kangaroo Island, South Australia. Australian Journal of Earth Sciences, 58, 243-257.
  • Naglik, C., Tajika, A.Chamberlain, J. & Klug, C. 2015. Ammonoid locomotion. In Klug, C., Korn, D., De Baets, K., kurta,I. &Mapes, R.H. (eds): Ammonoid Paleobiology, Volume 1, From Anatomy to Ecology. Springer, Dordrecht.
  • Tajika, A., Naglik, C., Morimoto, N., Pascual-Cebrain, E., Hennhöfer, D. & Klug, C. 2014. Empirical 3D-model of the conch of the Middle Jurassic ammonite microconch Normannites: its buoyancy, the physical effects of its mature modifications and speculations on their function. Historical Biology: An international journal of paleobiology, 1-11.
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