En esta nueva entrada,
indagaremos en un aspecto de los Ovirraptorosaurios que captó
mi atención la última vez. En el artículo anterior, hablaba sobre
la dentadura de estos dinosaurios; sin embargo, la verdadera importancia
de esta era qué función tenía realmente. Ya comentaba que el nombre
de los Ovirraptorosaurios venía de su tendencia a raptar y alimentarse
de los huevos de otros dinosaurios. No obstante, esta idea se ha ido descartando ante la posibilidad de que el hallazgo de un fósil junto a un nido de huevos, sugiriera que estos podrían ser los suyos propios.
De tal forma, hoy hablaremos de la posible distribución de estos dinosaurios conforme a un último estudio.
En el artículo "Nest substrate reflects incubation style in extant archosaurs with implications for dinosaur nesting habits" (2018) escrito por Kohei Tanaka, Darla K. Zelenitsky, François Therrien y Yoshitsugu Kobayashi, donde se habla
de que el sustrato para anidar que eligían los arcosaurios,
reflejaba su estilo de incubación y este tuvo implicaciones para el
hábito de anidación de los dinosaurios.
Para empezar, aclararemos quiénes
eran los Arcosaurios. Este grupo
apareció hace alrededor de 250 millones de años y tuvó un enorme
éxito evolutivo, diversificándose sobretodo durante el Mesozoico.
Los arcosaurios, o reptiles dominantes, incluyen los cocodrilos y las
aves que existen en la actualidad, además de los dinosaurios, pterosaurios y los tecodontos.
Se dispersaron por casi todo el mundo,
encontrándose fósiles en Rusia, Sudáfrica, Antártida, Australia,
India, China y Sudamérica.
Introducción
Los dinosaurios prosperaron y se
reprodujeron en varias regiones por todo el mundo, incluyendo el Ártico.
Para entender su estilo de anidar en ambientes diversos o extremos,
se han investigado las relaciones entre sus nidos, estos entornos de
anidación y los métodos de incubación en arcosaurios existentes.
Los análisis estadísticos revelan
que las especies anidadoras seleccionaban específicamente sedimentos
o sustratos como fuentes de calor para su incubación.
Las relaciones entre los huevos de
dinosaurio y los sedimentos en los cuales estos se incubaban, revelan
que hadrosaurios y algún saurópodo construyeron los nidos sobre montículos
ricos en compuestos orgánicoss dependiendo del decaimiento microbiano
para la incubación; mientras que otros saurópodos, anidaban en agujero
llenos de arena que dependían del calor solar o potencialmente geotérmico
para su incubación.
La distribución paleogeográfica
de estos dos tipos de nidos, revelan que estos métodos de anidación
produjeron el calor de incubación suficiente para ser acertados hasta
latitudes medias (≤47 °).
Sin embargo, sólo el tipo de nidos
en montículos podría haber producido el calor de incubación suficiente
para anidar encima del círculo polar (> 66 °).
Por consiguiente, las diferencias
de estos estilos de anidación pueden haber restringido la reproducción
de dinosaurios y su dispersión en altas latitudes.
Resultados de la investigación.
Entre los cocrodilios y pájaros
megápodos vivos, se probó si la temperatura de los nidos era considerablemente
más alta que la temperatura ambiente en el sitio donde anidaban, para
determinar si ciertos tipos de nidos cubiertos teóricamente, podrían
haber sido usados por dinosaurios en climas de refrigeración o altas
paleolatitudes. Los tipos de nidos fueron subdivididos en dos categorías
basadas en la fuente de calor de incubación usado: aquellos que sacan
el calor de incubación principalmente de la descomposición de materia
orgánica, debido a la respiración microbiana, y los nidos que sacan
el calor de incubación principalmente de la radiación solar.
Las muestras aparejadas revelaron
que la temperatura de incubación que se obtenía, tanto de la respiración
microbiana como de la radiación solar, era considerablemente diferente
de la temperatura del aire ambiental. A excepción de un caso solo (el
llamado "caimán del Misisipi"), la temperatura de los nidos
cubiertos es siempre más alta que la temperatura del aire ambiental
entre los arcosaurios vivos. Para los nidos que usan el calor de incubación
sacado de la radiación solar, la diferencia entre la temperatura de
los nidos y la del aire tenía un rango de 0.98 °C a 6.75 °C , mientras
que la diferencia de temperaturas era bastante más alta y más variable
para los nidos que obtienen el calor de incubación de la respiración
microbiana.
Ambos tipos de sustratos juegan un
papel significativo en la generación y/o la transferencia de calor
a los huevos en los nidos cubiertos; de forma que se probó si existía
una relación entre el tipo de sustratos de los nidos (por ejemplo:
arena, arcilla, plantas y/o suelo), la fuente de calor para la incubación
(calor de la respiración microbiana, actividad geotérmica o radiación
solar) y la estructura del nido (en montones o en agujeros rellenos).
En nidos donde el calor de actividades solares de radiación y geotérmicas
(fuentes de calor inorgánicas) son usadas para la incubación, la arena
es el sustrato más usado. Al contrario de los nidos donde predomina
el uso el calor de la respiración microbiana (fuentes de calor orgánicas)
para la incubación, los sustratos más comúnmente utilizados son plantas
y/o suelos. Las nidos hechos de arcilla no fueron considerados en esta
prueba.
Las pruebas de desarrollo pedogénico
son comunes en hadrosaurios y de saurópodos, que ponen huevos Megaloolithus (un oogéne ro de huevos de dinosaurio, que se caracterizan
por poseer cáscaras gruesas y una forma casi esférica que presentaban
los huevos), con una frecuencia del 61.5 % y el 62.1 %, respectivamente.
Sin embargo, estos rasgos pedogénicos eran mucho menos comúnes en
los sedimentos asociados con terópodos, ovirraptorosaurios, y troodóntidos,
donde la frecuencia de dichos rasgos era del 25 % o menor.
Discusión de resultados
Aunque algunos dinosaurios, como los hadrosaurioss
y saurópodos, han construido nidos cubiertos para incubar sus huevos,
la naturaleza de estos y las fuentes de calor de incubación ha permanecido
incierta. Los análisis revelan que estos nidos correspondían a ciertos
sustratos y a fuentes de calor de incubación particulares. Los huevos
de hadrosaurios y algún saurópodo, preferencialmente son asociados
con sedimentos de rano fino que han sufrido procesos de pedogénesis, indicando que estos animales construían nidos
en montículos o montones ricos en materiales orgánicos para incubar
sus huevos vía respiración microbiana. Al contrario ocurre con los
huevos de otros saurópodos, que preferencialmente los ponían en sedimentos
de grano grueso incubados en agujeros excavados rellenos y con fuentes
de calor inorgánicas, como la radiación solar o posiblemente calor
geotérmico.
Algunos terópodos manirraptores, como
los oviraptores o los troodóntidos,
construían nidos abiertos donde los huevos, al menos en parte, fueron
expuestos durante la incubation. El estudio indica que estos dinosaurios
no seleccionaron sustratos particulares para anidar; y se esperó este
mismo resultado para animales, que de adultos, proporcionarían el calor
de incubación y no elegían el sustrato especialmente, ya que no sería
crucial para la generación o la absorción del calor como en los nidos
cubiertos. Con el contacto de los huevos directamente con el cuerpo,
los Ovirraptorosaurios probablemente fueron liberados de las restricciones
impuestas por las fuentes de calor para la incubación.
Las diferentes estrategias para anidar
explican el modelo en la distribución paleolatitudinal de los nidos.
Entre los dinosaurios con nidos cubiertos,
los saurópodos se distribuían hasta 47° desde el ecuador, mientras
que restos de huevos de hadrosauirios tienen un rango latitudinal más
amplio. La distribución paleogeográfica de dinosaurios que anidan
cubiertamente excede por mucho el rango de nidos cubiertos de los arcosaurios.
Esta extensión de nidos cubiertos es relacionado con condiciones paleoclimáticas
más calientes, como las Cretácico Tardío.
Las conclusiones también sugieren
que sólo anidaron en montones aquellos dinosaurios que pudieron haberse
reproducido en el Ártico.
En el gráfico observamos que la distribución
del Oviraptor se extendía
por Norteamérica y Asia especialmente.
Por último, las anidaciones pueden
haber jugado un papel subestimable en la distribución paleobiogeográfica
de los dinosaurios. Aunque hayan sido usadas barreras geográficas,
el clima, y filtros biológicos para explicar por qué algún dinosaurio
logró extenderse a varias regiones, los aspectos de su reproducción
son raras veces considerados. De forma que en este estudio, el reconocimiento
de que ciertos estilos en la anidación requieren exigencias intrínsecas
que restringen la distribución latitudinal, revela que la reproducción
puede haber afectado a la dispersión de algunos dinosaurios a altas
latitudes durante el Mesozoico.
Se sabe que varios de los dinosaurios
citados habrían habitado en Alaska y Siberia, y que se dispersaron
entre Norteamérica occidental y Asia mediante un puente de tierra de
latitud alta durante el Cretácico Tardío. Su subsistencia en el Ártico
pudo haber sido posible, en parte, porque estos dinosaurios anidaban
en montones, mientras que otros no consiguieron dispersarse en altas
latitudes porque su estilo de nidos requiría más radiación solar.
Aunque los factores que influyen en acontecimientos de dispersión sean
complejos, la capacidad de tener en cuenta las estrategias de anidación
en dinosaurios en un contexto paleogeográfico puede ayudar a evaluar
argumentos posibles para explicar la distribución global de dinosaurios.
Refrencias
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3 comentarios:
Hola, el artículo me ha parecido interesante y leyéndolo me ha surgido una duda ¿Cómo se supo o supuso que el nido encontrado cerca del fósil era suyo y no de otro dinosaurio?
Siempre se había supuesto que este dinosaurio se alimentaba de huevos, pero esta vez se sugirió que podían ser los suyos. Parece ser que sólo fue una sugerencia a observar; sin embargo, en esta entrada se mencionan los huevos de oviraptor, es decir,la distribución que tuvieron y alguna caracerística de estos. Por lo tanto, me lleva a pensar, que aunque en esa lectura no lo dejaban claro, pudieron hacer un estudio para comprobarlo, ya sea según lo indicado en este artículo o con otro tipo de pruebas.
Espero haberte despejado un poco la duda.
¡Se te ha escapado un Oviraptor sin cursiva! Corrígelo.
Las referencias deben citarse en el texto y seguir el formato del blog.
Por lo demás, muy interesante.
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