El 14 de Diciembre de 1911, el
explorador noruego Roald Amundsen alcanzó por primera vez el Polo Sur de la
Tierra, el punto más austral de la superficie del planeta, tras más de un año
de durísima expedición.
Figura 1: Amundsen y su equipo tras clavar la bandera noruega que les acreditaba como los primeros en llegar al Polo Sur.
Tan solo unas pocas semanas después, el 17 de
Enero de 1912 lo hizo el grupo de exploradores ingleses liderado por el Oficial
Robert F. Scott, que habían comenzado su expedición prácticamente al mismo
tiempo que los noruegos, y que no consiguieron volver a Europa, y no por la
vergüenza de haber llegado segundos – aunque algo de eso puede haber en la
pérdida de moral del grupo, ya que en el diario de Scott, éste
escribió «Lo peor ha sucedido». «Todos los sueños del día se han evaporado».
«Dios mío, este lugar es horrible» - sino por las duras condiciones y la mala
planificación del viaje, que les llevó a morir congelados.
Figura 2: Scott y su equipo. Un posible miembro de la expedición de Scott.
La historia de la carrera por la
conquista del Polo Sur ha sido siempre un tema tan jugoso que hasta Mecano, en
un arrebato pedagógico, les dedicó una canción, que no tiene desperdicio.
Desde este momento, la Antártida pareció
volverse más accesible y se sucedieron las expediciones, tanto por mar como por
aire para descubrir un poco más este desconocido continente, pero no fue hasta
la firma del Tratado Antártico, en 1959, cuando empezaron a establecerse las
numerosas bases científicas que trabajan en el continente.
En la actualidad existen 40
bases permanentes a las que se suman 10
más durante el verano. Científicos de más de 20 naciones realizan sus
investigaciones en la Antártida durante el invierno, pero además, con la
llegada del verano austral, la población del continente se multiplica por diez,
con más de 10.000 personas habitando las distintas bases, que ni en Benidorm.
Figura 3: Mapa del continente antártico, con la distribución de las bases y el hipotético reparto territorial firmado en el Tratado Antártico.
Las investigaciones cubren todo
el espectro científico; desde el experimento de astrofísica de partículas del Observatorio de Neutrinos IceCube , pasando por los estudios
sobre la fauna marina del continente llevada a cabo por equipos de
investigación españoles desde la Base Antártica Juan Carlos I, hasta los numerosos
estudios paleontológicos, paleoecológicos, geológicos y geofísicos llevados a
cabo a lo largo de tantos años por distintos grupos de investigación.
Figura 4: Base Antártica Española Juan Carlos I, en la Isla Livingston.
Figura 5: IceCube, en la Estación Amudsen-Scott, perteneciente a EEUU.
La Importancia de la Antártida en el Desarrollo Científico
1. es el lugar del planeta donde
existe la mayor acumulación de agua
potable del mundo (Fricker et al., 2007; Haddeland et al., 2011),
en forma de capa de hielo de unos 2500 m, habiéndose registrados espesores
máximos de 4800m.
Figura 6: Iceberg en la bahía Almirantazgo, cerca de la Isla Livingstone (via ElPaís.com)
2. Mediantes distintos métodos
tanto geofísicos (Kylem et al., 1990) como paleontológicos (Poblet et al., 1997) se ha llegado a la conclusión
de que es más que probable que existan importantes depósitos de metales pesados
(oro, cobre, plata, cinc, níquel, vanadio, platino, uranio… De hecho, hace poco
se publicó una noticia en varios medios en la que se hablaba sobre las “misteriosas”
“BloodFalls” (Mickucki et al., 2015), un flujo de óxido de hierro
que emanaba de la lengua del glaciar Taylor en la zona de McMurdo, al este del
continente, causado por la acción aerobia de algunas microbacterias.
Figura 7: Blood Falls en McMurdo Dry Valley (Foto: Peter Rejcek/National Science Foundation)
3. En cuanto a factores
paleoecológicos y paleogeográficos, al ser un continente prácticamente virgen y
sin explotar, cualquier tipo de investigación que se lleve a cabo en estos
ámbitos nos muestran el terreno como estaba hace 300 millones de años, cuando
apareció Pangea, o hace 66 millones de años, en la extinción masiva del
Cretácico-Paleógeno. En torno al desarrollo y estudio de estas hipótesis están
basados los artículos científicos en los que he basado mis post a lo largo de
la asignatura, centrándome en descubrimientos fosilíferos en la Península
Antártida, más exactamente en la Isla Seymour,
hablando primero sobre fósiles de ungulados de gran tamaño (Gelfo et al., 2015),
posteriormente sobre ammonites (Witts et al., 2015) que podrían determinar la llegada de la
extinción de C-Pg a este lugar y por último de distintas y raras especies de
briozoos encontradas en el polo (Hara, 2015), pero también encontradas en zonas tropicales.
Por tanto, todos se centraban en la idea de que la Antártida que hoy conocemos se encontró
previamente en una zona tropical y tuvo un clima concordante con su posición
latitudinal.
4. Al encontrarse este continente
en uno de los polos del planeta, es esencial la presencia de ciertos
experimentos en la Antártida puesto que las características del campo magnético
terrestre son únicas en este lugar. Existen varios ejemplos, quizás el más
ambicioso sea el IceCube americano citado anteriormente.
5. Es un importante indicador de
las variaciones climáticas a nivel mundial. De hecho, actualmente existen
distintas bases meteorológicas con el cambio climático como cambio
investigación principal, controlando la variación de los niveles del mar en la
zona y el ritmo de deshielo de los glaciares.
6. Incluso algunas zonas del continente son utilizadas por la NASA como "simulador" de cómo tendrían que actuar los astronautas en una hipotética expedición a Marte, ya que se supone que son ambientes muy similares.
7. Por último, y no menos
importante para nosotros por estar vivos
(aunque un poco sí), existe una sorprendentemente amplia diversidad de especies,
sobre todo animales.
Los humanos, por una vez en la
historia, hemos conseguido dejar de lado las ambiciones políticas para poder
repartir este continente y utilizarlo no como una fuente de recursos, riqueza
ni como territorio estratégico sino como un gran laboratorio dedicado a la
ciencia y la cooperación y una zona pacífica y libre de armamento. Hemos podido
ponernos de acuerdo y disfrutar de una de las escasísimas zonas aún casi
vírgenes del planeta y utilizarla como una plataforma para la ampliación de
nuestro conocimiento, para la investigación científica en todas las áreas
posibles y para el estudio de nuestro planeta, sirviendo además como una de las
principales banderas rojas que nos avisan de lo que la contaminación y el
maltrato de los ecosistemas globales
puede acabar por hacer en el resto de continentes de la Tierra. Por
todas estas razones, la Antártida, una plataforma de hielo que podría parecer
tan insignificante, es esencial en el desarrollo de la raza humana, tanto
científica como socialmente.
Otros enlaces de interés...
- Pequeña explicación del fenómeno de las Blood Falls, del blog "I F****ing Love Science".
- Interesante documental sobre la carrera hasta el Polo Sur entre Amudsen y Scott y todas las dificultades y rivalidades con las que tuvieron que lidiar. (En TVE)
- Galería de fotos "Los Secretos de la Antártida"
- Todas las frases en azul están dirigidas a distintos articulos, noticias y post citadas o relacionadas con lo explicado en este post.
- Siento lo de la canción de Mecano, de verdad. No volverá a ocurrir.
Bibliografía
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1 comentario:
Que conste que no me ha gustado nada ese tono irreverente que puede apreciarse entre líneas al hablar de esa maravillosa canción de Mecano...
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