Artículo: Buoyancy of some Palaeozoic ammonoids andtheir hydrostatic properties based on empirical 3D-models. Carol Naglik, Farhad Rikhtegar y Christian Klug.
¿Quién no se
ha preguntado alguna vez cómo funcionan los mecanismos de flotabilidad de los ammonites?
Obviamente todo el mundo…
Numerosos
naturalistas ya se lo preguntaban en el siglo VII y VIII, pero hasta los años
40 de nuestro pasado siglo XX no habían
teorizado, experimentado y documentado (Trueman, 1940)
Claro, han ido pasando los años y se continuado con
la investigación, pero gracias a la tecnología de este maravilloso siglo XXI se
han llevado a cabo experimentos con
modelos en 3D.
En este caso
se estudiará la flotabilidad y las características hidrostáticas de estos ammonoideos,
para lo que se necesitará la ayuda de nuestros cefalópodos favoritos del
Paleozoico, concretamente dos del Devónico
(Fidelites clariondi y Diallagites lenticulifer) y uno del Carbonífero
(Goniatites multiliratus).
Y me diréis:
¿Qué se saca en claro de esto? Pues lo parezca o no, se determinará la masa de
las conchas para saber cómo afecta a su flotabilidad; descubrir si podían mantener una flotabilidad neutral y averiguar sus capacidades natatorias… vamos, cómo se movían por el agua.
Para
analizar a los especímenes, introdujeron los datos en varios programas; como adobe
Illustrator y Photoshop para obtener las imágenes y VGstudiomax2.1 para llevar
a cabo las imágenes en 3D. Los datos técnicos están disponibles en Naglik et al. (2015)
Con estos
programas calcularon directamente el centro de masas y obtuvieron el volumen de
los cefalópodos, lo cual es imprescindible para el estudio.
Conociendo
el volumen de los segmentos calcularon la masa utilizando una aproximación de
densidad, para lo cual fue necesario conocer la densidad de materiales
similares, como la de sus descendientes modernos conocidos como Nautilus,
estos se utilizan en la actualidad para estudiar la flotabilidad de los ammonites.
(Saunders & Shapiro, 1986).
Así,
llegaron a atribuirle una densidad de 1,055 g/cm3 a la parte suave
de su cuerpo, para lo que simplemente
dedujeron que el volumen de esta parte suave se podía calcular restando
la cavidad del manto (la cual estaba llena de agua) a la cámara del cuerpo.
(Kröger, 2002)
El problema
se presentó para Diallogites y Goniatites ya que no tenían partes
completamente preservadas, por lo que tuvieron que examinar más especímenes y
utilizar otros estudios para reconstruir la longitud de la cámara(Klug, 2001).
Pero tuvieron una pequeña discrepancia en la longitud de dicha cámara de los ejemplares preservados y la literatura
o especímenes que disponían, por lo que decidieron quitar los últimos cinco
tabiques de Diallogites lenticulifer
y los últimos dieciséis de Goniatites
multiliratus para obtener una reconstrucción completa de las cámaras de su
cuerpo.
Hay varios
valores publicados sobre la densidad del
caparazón y los tabiques que van desde 2,61 a 2,69 g/cm3 (Reyment,
1958). A pesar de que los caparazones de Nautilus
tienen una densidad de entre 2,61 a 2,62 g/cm3, sus septos contienen
menos material orgánico, por lo que su densidad varía entre 2,93 a 2,64 g/cm3,
se decidió comparar el centro de masas usando 2,62g/cm3 y el valor
medio de cada modelo (calculado de la suma entre el caparazón y los septos, que
eran entre 2,64 y 2,66 g/cm3). Pero dado que ésta diferencia
afectaba de forma insignificante a los resultados, se decidió utilizar el valor
de 2,62 g/cm3.
Los centros
de masas se calcularon usando una ecuación de baricentro, determinando las
coordenadas de cada segmento (imagen 1). Las coordenadas resultantes se introdujeron en un
programa llamado Geomagic Studio and XOS, donde se observó que el centro de
flotabilidad se corresponde con el centro de masas del agua desplazada por el
animal. Considerando los estudios de Tajika (2014) para estos cálculos, aceptaron que las
cámaras de los fragmoconos estaban rellenos de gas.
Imagen 1: Centro de masa (cruz) y centro de flotabilidad (punto negro) de las muestras. |
A
continuación se midió la longitud de la cámara del cuerpo, la orientación de la
apertura y la estabilidad relativa, la
cual se calculó midiendo la distancia entre el centro de flotabilidad y el centro
de masas, y dividiéndolo en el diámetro
de la concha.
Después de
todos estos cálculos y medidas, vamos a ver a qué resultados llegaron:
Como se
observa en la tabla1, la coordenada (0,0,0) representa el centro de los modelos
(Longridge et al. 2009). Si estos
modelos fueran perfectamente simétricos, el valor Z seria 0, pero vemos que no
es así, sino que tienen una ligera imperfección, que puede ser por un error en
el rastreo, lo cual no afecta a los centros de masas ni de flotabilidad, por lo
que no hay mayor problema.
tabla 1: masa y densidad de cada muestra. (BLC) corresponde con la longitud de la camara del cuerpo, (OR) a la orientacion, (f) distancia entre los dos centros, y (ST) la estabilidad relativa. |
Los centros
de masa varían entre los 201º en Fidelites
clariondi, 354º en Goniatites
multiliratus y282º en Diallagites
lenticulifer. Con estos valores se reconstruyeron las orientaciones de las
aperturas, con valores de 69º, 19º y 125º respectivamente.
La distancia
entre el centro de masas y el de flotabilidad varía entre 10,193 a 0,962 mm en
los tres ejemplares. Fidelites clariondi posee
la cámara del cuerpo más pequeña y una mejor estabilidad hidrodinámica, con una
mayor distancia entre sus centros de masas. Diallagites
lenticulifer es ligeramente más grande, con una menor estabilidad y distancia entre centro de masas que el
anterior; y Goniatites multiliratus aumenta
su tamaño corporal y disminuye sus valores de estabilidad con respecto a los
anteriores.
Y me
preguntareis, ¿qué significa esto? En cristiano, por favor:
Mientras más
larga sea la cámara del cuerpo, peor estabilidad tendrá. Ésta variación del
cuerpo marcará la diferencia en el modo de vida de unas especies a otras, incluyendo
los movimientos natatorios horizontales y sobre todo los verticales.
Para
reconstruir la flotabilidad virtualmente, se calcularon las masas de cada
segmento, flotabilidades, densidades y volúmenes de cada especie. Asumiendo que
la densidad del agua es de 1,026g/cm3 se comparó la masa de los
individuos con la masa del agua desplazada. Una vez hecho esto, se observó que la
masa de agua desplazada por cada uno es proporcional, por lo que se dedujo que
(asumiendo como hemos dicho antes, que los fragmoconos están rellenos de gas)
los tres ejemplares podrían tener una flotabilidad muy alta, lo cual les
permitiría mantenerse en la superficie del agua, pero esto es improbable. Hipotéticamente,
los ammonites flotaban de forma neutral (no sobre la superficie del agua), por
lo que la diferencia entre la flotabilidad neutral y la calculada debería
representar una pequeña fracción, seguramente igual a la masa del líquido
cameral. Es decir: no solamente deben tener gas en sus cámaras para flotar,
sino que deberían tener un líquido que les permita mantener la flotabilidad
(Tajika et al. 2014). Si se asume una
densidad de 1,013g/cm3 para el líquido cameral, se puede llegar a
saber la proporción del líquido que necesita cada especie para mantener esa
flotabilidad total. F. clariondi debería tener un 38% de líquido cameral, D. lenticulifer un 36%, y G. multiliratus un 31%.
Pero estos
datos son solo teóricos, ya que no se sabe la densidad y composición de ese líquido.
Además, ese líquido debería variar, teniendo en cuenta factores como la
salinidad y la temperatura del agua, y no se saben los detalles exactos de los hábitats
de las especies observadas.
De todo esto
concluimos que las cámaras de cuerpo más alargado, con pequeñas aperturas y
baja estabilidad podrían haber tenido movimientos que les permitirían desplazarse
mejor verticalmente; mientras que los que tenían cámaras más cortas, con alta
estabilidad y mayores aperturas horizontales eran mejores nadadores.
Bibliografía:
. Kröger, B. 2002. On the efficiency of the bouyancy apparatus in ammonoids: evidences from sublethal Shell injuries.
Lethaia 35, 61-70.
. Naglik, C., Tajika, A.Chamberlain, J. & Klug, C.
2015. Ammonoid locomotion. In Klug, C., Korn, D., De Baets, K., kurta,I.
&Mapes, R.H. (eds): Ammonoid
Paleobiology, Volume 1, From Anatomy to Ecology. Springer, Dordrecht.
. Reyment, R.A. 1958: Some factors in the distribution
of fossil Cephalopods. Acta Universitatis Stockholmiensis. Stock-holm
Contributions in. Geology 1, 97-184.
. Saunders,
W.B. & Shapiro, E.A. 1986: Calculation and simulation of ammonoid
Hydrostatics. Paleobiology 12, 64-79.
. Tajika, A., Naglik, C., Morimoto, N.,
Pascual-Cebrain, E., Hennhöfer, D. & Klug, C. 2014. Empirical 3D-model of
the conch of the Middle Jurassic ammonite microconch Normannites: its buoyancy, the physical effects of its mature
modifications and speculations on their function. Historical Biology: An international journal of paleobiology, 1-11.
.Trueman, A.E. 1940: The ammonite body chamber, with special reference to the buoyancy
and mode of life of the living ammonite. Quarterly
Journal of the Geological Society, London 96, 339-383.
2 comentarios:
El Marco parece tener una fijación con "los" Diallogites y Goniatites... Corrígelo.
corregido.
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