martes, 10 de marzo de 2015

Aves, los dinosaurios de hoy día


En este artículo, pretendo introducir y explicar el proceso de evolución y transición de los reptiles conocidos como “dinosaurios” a las aves que ocupan nuestro planeta actualmente.


Cuando nos hablan de “dinosaurios”, lo primero que se nos viene a la cabeza es que son unos reptiles enormes, de varios metros de altura, a los cuales no querrías acercarte gracias a tu instinto de supervivencia… Los más comunes que suelen representarse en películas y dibujos, son por ejemplo Tyrannosaurus rex y Diplodocus:

Tyrannosaurus rex.

Diplodocus.

Pero no vamos a analizar a estos enormes monstruos, ya que las aves no descienden directamente de estos… Sino de unos dinosaurios mucho más pequeños, conocidos científicamente como terópodos.

Además, un T. rex, no volaría a menos que lo contratase la NASA:




Hace unos 150 años, Charles Darwin, publicó “El Origen de las Especies”, una obra escrita en la que propone que los grupos de especies animales actuales, han sido originadas por la evolución de otros grupos anteriores.

A partir de restos fósiles de estas especies “primitivas”, se pueden recrear las estructuras y morfología, con lo que es posible hacer una comparación con las especies actuales y estudiar las diferencias y las similitudes.

El resto fósil encontrado dos años después, en una cantera de caliza alemana, fue el disparo de salida del estudio de esta transición reptiles-aves. Este fósil pertenecía a Archaeropteryx, con nada más que 150 millones de años.

Este fósil conservaba hasta el más mínimo detalle, hasta las plumas de la cola y las alas.

Fósil de Archaeropteryx encontrado en Alemania en 1861. Muy bien conservado y con detalles de las plumas.

A diferencia de las aves actuales, este especie, tenía dientes aserrados en la mandíbula, garras en las patas, y una cola ósea muy larga, elementos de los que carece nuestra avifauna actual, pero presentes en los reptiles.

Archaeropteryx.

Una vez establecido el nexo de unión entre reptiles y aves, el Archaeropteryx, se debía descubrir de qué tipo de reptil provenía el mismo.

A priori, se pensó en los Pterosaurios, pues compartían elementos morfológicos como las alas, los dientes en la mandíbula (algunas especies), los huevos huecos o esponjosos, para ser más livianos, etc… Pero analizando la estructura ósea de sus esqueletos, se descubrió que la estructura de sus alas, era muy diferente a la de Archaeropteryx.


Diferencia morfológica de la estructura ósea de las alas. De izquierda a derecha: a) Pterosaurio. b) Archaeropteryx.

En las patas delanteras, los Pterosaurios tenían tres dedos, y un cuarto muy largo al que estaba unida la membrana del ala, hasta las paras traseras y el cuerpo. Sin embargo, en los Archearopteryx, carecían de membran, tenían plumas a lo largo de sus patas, y sólo tenían tres dedos.

Gracias a esto, el científico Thomas Huxley, llegó a la conclusión de que Archaeropterys era muy similar a un dinosaurio,  Compsognathus.
Posteriormente, en 1963, John Ostrom descubrió en Montana un fósil de Deinonychus, un terópodo (dinosaurio que caminaba erguido sobre sus patas traseras) tenía muchas similitudes con Archaeropteryx. Tenían tres dedos en las patas delanteras, cola ósea larga, estructura ósea muy ligera, y otras esructuras.


De aquí dedució que Archaeropteryx no descendía de los dinosaurios “saurópodos” (enormes, lentos y pesados), sino de otros llamados “terópodos”, que caminaban erguidos sobre sus dos paras traseras, eran pequeños y muy ágiles.

A mediados de los 90´, en China, se descubrió una especie de terópodo, Sinosauropteryx, con 120 millones de años, que carecía de escamas, y sustituyéndolas tenía unas plumas primitivas, una especie de filoplumas, que no le permitían volar.

A partir de aquí, se siguieron descubriendo más terópodos con vello o plumas que iban confirmando la teoría. Por ejemplo, Caudipteryx, también es una especie de terópodo emplumado, pero carecía de alas para volar.

De aquí se resolvió la duda de si las aves provenían de los dinosaurios, pero se paneó otra incógnita. ¿Para qué fin querían las plumas?

La respuesta la tenemos en las aves actuales: para regular su temperatura, para exibirse ante las hembras, para marcar el territorio, etc…

Posteriormente, se fue modificando la estructura para poder adaptar sus extremidades delanteras o alas al vuelo. Este proceso de modificación de una estructura para otro fin al anterior se denomina “co-opción”. Este proceso permitió a Archaeropteryx conquistar el medio aéreo.

Posteriormente, otras estructuras se fueron modificando gradualmente en un proceso complejo, para las nuevas exigencias o necesidades de sus descendientes. Por ejemplo, la mandíbula dejó de ser dentada, o la cola ósea se redujo, desarrollaron un esternón para alojar músculos pectorales más potentes para poder volar mejor, etc…
Entonces no tenemos una especie concreta que haga de unión entre Archaeropteryx y las aves actuales, sino que hay una gran diversidad, con sus variables y diferencias, que han hecho que hoy día sean tan diferentes y bellas.



Como conclusión final, ¿se podría afirmar que los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años? Yo pienso que no, dado que las aves son una evolución y legado de los mismos, que consiguió sobrevivir a la extinción masiva causada por el asteroide. Son auténticas reliquias del pasado en el presente, y tenemos el deber de preservarlas y cuidarlas, porque ¿Quién sabe a qué podrán evolucionar en unos cuantos millones de años?





Resumiendo gráficamente, esto es lo que he explicado a lo largo del artículo:



Y aquí un vídeo a modo de resumen de todo esto. Creo que es muy explicativo y didáctico, muy fácil y rápido de entender:




Enlaces de interés:

-       Google Imágenes.

-       Youtube.

2 comentarios:

Manuel Hernández Fernández dijo...

¡Tyrannosaurus Rex! ¡T. Rex!

¡Epítetos específicos en minúscula!

¡Pero sí es el j... ejemplo de las clases!

ARRÉGLALO

Manuel Hernández Fernández dijo...

Y me gustaría saber de qué artículo científico de 2015 salió esto...