Se ha observado una extraordinaria preservación de células y tejidos microscópicos (vasos sanguíneos, osteocitos y fibras óseas) procedentes de muestras de dinosaurios de la especie Triceratops horridus encontradas en el yacimiento de Hell Creek, Montana (EEUU). Esta sobresaliente preservación ha desencadenado una fuerte controversia en la comunidad científica.
Figura 1. Triceratops horridus. Fuente: Lucifer Monzala. |
Preservation of Triceratops horridus Tissue Cells from the Hell Creek Formation, MT.
Mark H. Armitage
Electron Microscopy Laboratory, Micro Specialist, 587e North Ventu Park Road, STE 304, Thousand Oaks, CA 91320 micromark@juno.com (requested article to author)
De la misma manera que en las anteriores entradas, este
artículo continuará los estudios y hallazgos que están llevando a cabo
investigadores científicos de todas partes del mundo para entender un poquito
mejor el mundo de la preservación fósil microscópica. En este artículo
seguiremos el estudio que realizó Mark H. Armitage, publicado a principios de
este año.
Durante los últimos 50 años, vasos sanguíneos, bandas de
colágeno, células intactas, óseas (osteocitos), y otras microestructuras han sido observadas e ilustradas de varias especies distintas de dinosaurios, incluyendo Tyrannosaurus rex y Triceratops horridus .
Figura 2. Porción ósea, blanda, fibrosa y flexible del cuerno de
Triceratops horridus. Se observan osteocitos, señalados con flechas.
Fuente: Mark H. Armitage.
|
Las muestras tenían un tamaño semejante al de una mano, y en
ellas se observaron microestructuras a partir del microscopio VESEM
(Variabale-pressure Scanning Electron Microscopy). Las observaciones con el
microscopio se llevaron a cabo en laboratorio a partir de una costosa y previa
preparación que duró aproximadamente cuatro semanas.
Tras las observaciones con el microscopio VESEM se
obtuvieron los siguientes resultados:
·
En cuanto a las fibras óseas, como se muestra en la Figura 2, se observaron microestructuras blandas de células
óseas (osteocitos) dispuestas en láminas.
·
En relación a los vasos sanguíneos, se han observado, en la muestra de la costilla de
Triceratops, gran cantidad de vasos
sanguíneos blandos que se extendían a lo largo de muchos canales del sistema de
Havers (Haversian system u osteón) en la costilla fracturada. Es en la
superficie de estos vasos sanguíneos donde se han encontrado las células óseas
(osteocitos), vislumbradas como puntos negros (Figura 3).
· Las células óseas (osteocitos) se
observan en la superficie externa de los vasos sanguíneos como microestructuras
blandas, de morfología sub-elipsoidal, y presentando gran cantidad de
filopodios, emergentes de cada pared externa osteocítica, y que sirven como
nexos entre el conjunto de estas células óseas (Figura 4).
Figura 3. Numerosos osteocitos en la superficie de un vaso sanguíneo. Fuente: Mark H. Armitage. |
Parece razonable afirmar que la extraordinaria preservación
de los blandos vasos sanguíneos de muestras de fémur de dinosaurios, encontradas
en otro yacimiento, se debe al fuerte aislamiento que sufrieron estas
microestructuras con el exterior, y la actividad de descomposición biológica
que ello conlleva, debido a la fuerte encapsulación de estos tejidos dentro de
un hueso de tipo compacto. Sin embargo, dentro del cuerno del Triceratops, como éste estaba compuesto
de gran cantidad de tejidos vasculares, no fue posible ese fuerte aislamiento de
los vasos sanguíneos, debido a que los tejidos estaban expuestos abiertamente a condiciones
subaéreas, así como el aire, el agua, animales carroñeros, minerales y sales
disueltas, y a los ciclos de congelación-descongelación y fuerte calor que
azotan la región de Montana. A pesar de todas estas condiciones adversas que
dificultan gravemente la preservación de estas microestructuras, la
preservación de los vasos sanguíneos en el cuerno de Triceratops sigue siendo sobresaliente. Es más, incluso observándose
raíces de plantas, hifas de hongos y restos de insectos, las láminas fibrosas
óseas de vasos sanguíneos y los osteocitos siguen preservándose de una manera
muy extraordinaria.
Figura 4. Osteocito aislado del cuerno de T. horridus dispuesto en una perforación ósea. Se observan claramente los filopodios, que actúan como nexos intercelulares. Fuente: Mark H. Armitage. |
Debido a este altísimo grado de preservación bajo
condiciones poco propensas, los descubrimientos acerca de estas microestructuras
fosilizadas como los osteocitos o los vasos sanguíneos han dado cabida a la
controversia.
Una hipótesis llevada a cabo en cuanto a la paranormal
preservación de estos tejidos blandos defiende que no se trata de tejidos
endógenos propios del hueso de Triceratops, sino de películas bacterianas que
retienen gran parte de la morfología original de los osteocitos y filopodios de
los huesos de dinosaurios (3). Sin embargo, tiempo después se demostró que los
osteocitos de otras muestras de dinosaurios contenían proteínas no pertenecientes a bacterias o películas bacterianas,
así como la actina, tubulina o histona H4, por lo que se descartó esta teoría.
Por otro lado, hemos estudiado también muestras óseas de
dinosaurios descalcificadas, y hemos observado que muestran aun un mayor grado
de preservación estructural (mayor que el anteriormente mencionado)(4,1,5,6). Las
superficies descubiertas de estos huesos muestran perforaciones óseas, extensos
filopodios y agregados de colágeno (figura 4 y 5).
Figura 5. Filopodios. Los delicados extremos de los filopodios indican el alto grado de preservación que exhiben. Fuente: Mark H. Armitage. |
La figura 6 muestra células que estaban
completamente aisladas de las fibras óseas. En trabajos futuros se espera que
las células individuales como los osteocitos puedan ser examinadas bajo un
microscopio inmunohistoquímico para detectar la presencia de proteínas
endógenas.
En conclusión, las teorías acerca de las impresiones de las
microestructuras óseas de los dinosaurios sobre películas bacterianas han sido
descartadas, y la identificación de proteínas intracelulares e intranucleares
ha sido verificada a partir de la demostración de que son tejidos endógenos de
dinosaurios (6). Como consecuencia, las afirmaciones acerca de si estos tejidos de
dinosaurios son originales comienzan a ser cuestionables.
Los tejidos originales blandos de los dinosaurios muestran,
a partir de este estudio, un altísimo grado de preservación, a pesar de las
condiciones biológicas y ambientales asociadas al enterramiento, que es lo que
impresiona a la comunidad científica. No obstante, la controvertida naturaleza
de estos descubrimientos necesita del estudio de otras muestras de dinosaurios en que también se
preserven magníficamente estas microestructuras.
REFERENCIAS:
Figura 6. Osteocitos aislados y descalcificados. Fuente: Mark H. Armitage. |
REFERENCIAS:
(1) MH Armitage and KL Anderson, Act Histo 115 (2013) 603-608.
(2) MH Schweitzer et al., Proc Royal Sci B 281 (2014) 3-10.
(3) TG Kaye et al., PLoS One 3(7) (e2008).
(4) R Pawlicki and M Nowogrodzka-Zagorska, Ann Anat 180 (1998) 73-77.
(5) MH Schweitzer et al., Science 307 (2005) 1952-55.
(6) MH Schweitzer et al., Science 324 (2009) 626-31.
2 comentarios:
Hola Miguel, comparando dos de tus publicaciones (la de “El mundo de la microscopía” y esta de la “Extraordinaria preservación de las microestructuras óseas fósiles de Triceratops horridus”), me he dado cuenta que en ambas, las microestructuras que se preservan son los osteocitos, los vasos sanguíneos y las fibras óseas y de colágeno, tanto en las muestras milimétricas de mamíferos y reptiles del Cenozoico, como en restos mucho más antiguos, como son los de este Triceratops, de extraordinaria preservación. Me ha parecido muy sorprendente la gran cantidad de información que se puede extraer de análisis microscópicos de las muestras paleontológicas, y más...sabiendo la gran cantidad de millones de años que tienen estas muestras..
Como inciso; ¿Podría ser que…al igual que la preservación de las microestructuras de los restos de mamíferos del Cenozoico, estaban asociadas con la presencia de Fe, no se sí podría haber ocurrido lo mismo en el caso de los restos del Triceratops?- (Tranquilo...no me contestes si no quieres).
Hola Alvaro. Pues sí, la verdad es que es impresionante la de información que se puede obtener a partir de microestructuras que se preservan en el registro fósil. Siempre se ha dedicado la mayor parte de la atención a los fósiles visibles a escala de afloramiento, cuando gran cantidad de la información que se preserva sólo es visible al microscopio.
En referencia a tu pregunta,podría ser posible que la excelente preservación de los restos de Triceratops se debiera a la presencia de Hierro, pero no creo que sea el único factor responsable de esta extraordinaria preservación.
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