Hola
de nuevo, mis queridos lectores, vuelvo a la carga con otro trabajos sobre mis queridas
icnitas, pero esta vez estoy muy
entusiasmado ya que son sobre un famoso, y no un famoso cualquiera, uno sobre
el que se han hecho famosos largometrajes y que gente de todas las edades lo
conoce, asique sin más dilación voy a presentarlo, bienvenido seas Tyrannosaurus rex.
Esta vez veremos cómo se hace un análisis de tres huellas y nos centraremos en el estudio de la
velocidad de este gran carnívoro.
El artículo sobre
el que he escrito es: A tyrannosaur trackway at Glenrock, Lance Formation (Maastrichtian),
Wyoming.
Introducción:
Ha habido gran variedad de tiranosáuridos en toda Laurasia, pero a
pesar de ello el registro fósil es bastante escaso, la mayoría son pistas
individuales (Lockley and Hunt, 1994; Lockley et al., 2004;
Manning et al., 2008;
Lockley et al., 2011), y verdaderos restos casi
inexistentes (McCrea et al., 2014).
Por ello ha habido gran cantidad de discusiones sobre el comportamiento de los
tiranosáuridos y el atletismo que tenían.
Localidad
y horizonte:
La
sección Glenrock pertenece a la formación de Lance (Maastrichtiense). La sección Glenrock
tiene aproximadamente 728 metros de espesor (Allen, 1990),
y se compone por areniscas con intercapas de pizarras y lutitas grises. Habitualmente
se forman endurecimientos de las capas por una cementación secundaria a través
de hierro o calcita, lo que suele producir grandes afloramientos. Un afloramiento
con 300 milímetros de espesor, a 300 metros de la base de la formación (coordenadas
GPS: N 42 º, 52.964 min, Oeste 105º, 51.266 min) es donde se encuentran las huellas Glenrock (Figura 1.)
Figura
1. Posición geográfica y estratigráfica
de las huella Glenrock. A. Localidad, aproximadamente a dos kilómetros de la
ciudad de Glenrock. B. Perfil estratigráfico.
Descripción
y diagnóstico:
Este
fósil se compone por tres grandes pistas tridáctilas (Figura 2), de la cuales
hay moldes de látex en el Museum Glenrock Paleon. La primera de las tres pistas
es la que mejor se ha conservado, mide 470 milímetros desde la parte anterior a
la posterior y 370 milímetros entre los dígitos
II y IV, con una profundidad de 190 milímetros. Las segunda y tercera huella están bien definidas, pero con una menor
profundidad, siendo 170 milímetros y 130 milímetros respectivamente. Cuando se
descubrieron las huellas primero
quedo la primera al descubierto, mientras que la segunda y tercera quedaron
enterradas, por esto se deduce una pérdida de calidad y profundidad en estas
huellas.
Las
tres pistas se interpretan como una sola vía, gracias a la disposición
izquierda, derecha izquierda; y que el tamaño de las tres huellas es prácticamente
el mismo, a la orientación de las tres y al espaciamiento.
La
segunda pista eta desalineada con la primera y la tercera, pero esta desplazada
hacia la derecha (ritmo de angulación 136 °), lo que representa el modo de
locomoción (Day et al., 2002).
En cuanto a la descripción de las huellas, basas en la primera ya que es la mejor
conservada, se observa: los dígitos II, III, y IV tienen aproximadamente el
mismo tamaño, pero el digito III es bastante más largo que los dígitos II y IV;
en toda la garra se observa que las impresiones dejan puntas muy anguladas y
una prominente impresión redondeada en el talón, que sería la parte trasera y
correspondería a digito I (Manning et al., 2008;
Lockley et al., 2011).
Figura
2. A. Fotografía de la superficie de la piedra arenisca en la que se encuentran
las tres impresiones. B. Esquema de la vía, con la orientación que le
corresponde a cada una de las tres huellas respecto al norte. C. Fotografía de la primera
pista, la cual se ha humedecido para que se observen bien los contornos.
Existen diferentes formulas para hallar la velocidad a
partir de las huellas. Partiendo
del estudio de animales modernos, Alexander (Alexander, 1976) describió una ecuación en la cual se estima la
velocidad con la altura de la cadera y la longitud de la zancada: V = 0,25√g-L^1,67xH^-1,7.
Siendo V la velocidad (metros/segundo), L la longitud de la zancada, H la
altura de la cadera y g la aceleración de la gravedad (9,81 metros/segundo^2).
Otra fórmula ligeramente modificada es de Ruiz and Torices (2013)
que le hace un ajuste: V = 0,226√g-L^1,67xH^-1,7. Para hallar la altura de la cadera se ha
hecho de dos formas, Alexander, 1976 expone
que es cuatro veces la longitud de la pista más larga, apoyado por nuevos
estudios (Henderson, 2003). Aunque los tiranosáuridos tienden a tener las patas
traseras más largas (Holtz, 2004); y McCrea et al. (2014)
propuso una segunda fórmula: H = 29,8xL^0,711.
Un
problema que se detecto es que, utilizando las formulas para la altura de la
cadera eran: 1560 milímetros y 2070, por las ecuaciones de Alexander y McCrrea respectivamente,
mientras que la cadera de un Tyrannosaurus rex adulto
mide más de 2800 milímetros, por lo que se deduce que sería un ejemplar joven.
Entonces contando la longitud entre la primera y tercera
pista, que abarca 3330 mm, se estima una velocidad entre: 1,24 metros/segundo (usando
la educación de McCrrea para la altura de la cadera y Ruiz y Torices para la
velocidad) y 2,23 metros/segundo (usando la ecuación de Alexander para la
altura de la cadera y la velocidad).
Observaciones
finales:
Anteriores cálculos, estiman la velocidad de desplazamiento
de grandes terópodos (con huellas de más de 300 milímetros de longitud) suele
ser entre 1 y 3 metros/segundo (Thulborn, 1984; Day et al., 2002; Lingham-Soliar et al., 2003;
Li et al., 2005; Gao, 2007; Li et al., 2011, Moreno, 2011) por lo que los datos de este artículo concuerdan y
están dentro del rango. Con todos los datos se confirma que eran grandes, pesados
y no demasiado rápidos en cuanto a otros terópodos, pero eran lo suficientemente
rápidos para llegar a velocidades superiores a las de sus presas.
En mi opinión las huellas son una de las mejores formas
de obtener información, y este caso en torno a grandes tiranosáuridos es una
prueba que lo refleja. Y
aquí acaba mi artículo sobre estos fantásticos y extintos carnívoros del pasado,
espero que os haya gustado tanto como a mí.
¡¡Hasta la próxima amigos!!
Referencias:
Henderson, D., 2003.
Footprints, trackways, and hip heights of bipedal dinosaursdtesting hip height
predictions with computer models. Ichnos 10,99e114.
Pemberton, S.G., 2014. A ‘Terror
of Tyrannosaurs’: The First Trackways of Tyrannosaurids and Evidence of
Gregariousness and Pathology in Tyrannosauridae.
1 comentario:
Hola Oscar
Primeramente muy buen trabajo por tus 3 articulos. Las icnitas esas gran infravaloradas en la paleontologia, estaras de acuerdo conmigo en lo mucho que se puede aprender a partir de una huella; como era el animal, comportamientos sociales complejos o incluso la edad y la velocidad a la que corria, como se ha visto en este articulo que has realizado.
https://m.youtube.com/watch?v=U3Iv7tSACTU
Bueno de regalo por tu labor te dejo un documental bastante bueno para mi gusto de un yacimiento de icnitas de dinosaurios, que refleja muy bien los metodos de estudio en estos tipos de yacimientos y la cantidad de informacion que se obtiene. Saludos y sigue asi ;)
PD: Juraria que este articulo lo he leido antes :D
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