Cuando se
menciona la palabra “paleontología” la gente de a pie siempre piensa en temas relacionados
fauna extinta, rara vez a flora, pero siempre se da más importancia al
descubrimiento de nuevas especies, de animales que habitaron donde hoy día lo
hacemos los humanos o a la riqueza cultural que esto genera en la zona.
Yo he querido
dar otro punto de vista, más biológico, acercar al lector, a través de
artículos de revistas con gran prestigio, a conocer el cómo fuimos una vez hace
7000 años, qué enfermedades acuciaban, qué podía generarlas, qué aspecto
teníamos, cómo surgió nuestra especie, en determinadas cuentas, quiénes somos.
Reuniendo
información de las tres entradas realizadas, comienzo con el nacimiento de
nuestra especie, que data de hace 40.000 años, que según resultados de diversas
pruebas para determinar la veracidad de los restos, se concluye que se trata de
la mezcla de cuatro especies diferentes, Homo
sapiens, Homo neanderthalensis, Homo denisova y la cuarta, aún por
determinar, se cree que podría tratarse de Homo
erectus.
Una vez conocido
el quiénes fuimos, nuevas evidencias de restos óseos ayudan a concluir el
aspecto físico que tendrían nuestros ancestros hace 5.000 años, un poco
diferente a la realidad que ahora vivimos, debido a que si los primeros
homínidos nacieron en África, hoy pensamos que estos seres prehistóricos serían
de piel negra y pelo rizado, pero los nuevos resultados dictaminan que no es
del todo cierto, ya que una anomalía genética, provocaría un color azul en los
ojos, lo que es más lógico atendiendo a lo que existe actualmente, ya que si
nuestra especie nació en una localización de Siberia (Rusia), concuerda más con
el estereotipo actual.
Siguiendo en la
misma época, ahora viene una comparación de ciertos hábitos de vida, ya que otros
restos encontrados nos indican que, por ejemplo, algunos niños de entre 3 y 5
años sufrían enfermedades que hoy no concebimos, aunque sí algunos años atrás.
Esto es por la falta de conocimiento en algunas materias, en este caso,
salvando los conceptos más biológicos y metabólicos, la alimentación, ya que si
a un bebé no se le alimenta de manera adecuada, surgirán enfermedades que van a
afectar a su crecimiento, como nos enseñan estos últimos resultados, que la
mala alimentación de la madre, provocó un mal estado de la leche materna,
causando así la mala salud de este individuo encontrado en Atapuerca.
Para hacer una
pequeña conclusión, nuestros hábitos de vida en las zonas más desarrolladas del
primer mundo han mejorado considerablemente respecto a estos miles de años
atrás. Lamentablemente no es así en el resto del mundo, donde enfermedades tan
fáciles de evitar como son el escorbuto o el raquitismo siguen estando en
primera línea. Viendo los escasos avances evolutivos esenciales y básicos que
hemos realizado en función al reparto de alimentos o simplemente de
convivencia, me pregunto quiénes y cómo
seremos en un futuro próximo, o simplemente, si llegaremos a ser algo para poder
preguntarnos simplemente qué seremos.
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