viernes, 13 de junio de 2014

El maravilloso mundo de los cetáceos… de sus restos

En entradas anteriores se han descrito las características que presentaban los fósiles de diversos grupos de cetáceos desde un punto de vista muy técnico: estado de conservación, grado de fosfatación, presencia de otros restos esqueléticos, litologías adyacentes, etc.
 En el primer artículo se trata la descripción minuciosa de los restos esqueléticos de varias especies de cetáceos en Togo, entre los que se encontraba una nueva, Togocetus traversei. El segundo artículo explicaba la interpretación a la que se llego al encontrar un varamiento masivo en la región de Atacama, Chile. Y en el último artículo se daban a conocer las distintas técnicas que se utilizaron para averiguar la edad del yacimiento de Purísima en California, al igual que las pautas de sedimentación que sufrieron cada uno de los distintos depósitos. La interpretación de dichos restos no siempre era fácil, teniendo en cuenta que una vez que quedaban enterrados no permanecían estáticos, sino que podían continuar degradándose, como ocurría en Cerro Ballena o en la Formación Purísima por la presencia de organismos endobentónicos. Los restos de Atacama presentaban pruebas de haber muerto por la proliferación de algas de manera masiva y los restos de la Formación Purisima se encuentran en un contexto de cambio de facies transgresivas, por lo que la interpretación de los fósiles también ayuda a identificar el contexto en el que se encontraban los organismos, que procesos geológicos tenían lugar, cuales eran las condiciones climáticas y en general el paleoambiente y la paleoecología. El objetivo de esta entrada no es más que el de describir a rasgos muy generales cómo era el periodo en el que vivieron estos organismos, esto es, una conclusión, tanto a nivel geológico como ambiental y de paso hablar un poco de los protagonistas, los cetáceos.
 Como ya se ha mencionado todos los restos pertenecen a cetáceos y vivieron en un periodo más o menos cercado, desde el Eoceno hasta el Plioceno. Además, la configuración de los continentes era muy parecida a la actual.


Fig. 1: tabla cronoestratigráfica del Cenozoico. Las entradas están subidas en orden cronológico, es decir, los restos del primer yacimiento en Togo datan del Eoceno, los de Atacama del Mioceno y los de California del Mioceno-Plioceno.


Fig.2: mapamundi con la distribución de los continentes y los océanos en el Cenozoico temprano. Los yacimientos descritos están señalados con puntos rojos.
  Cenozoico
 _ Geología: se extiende desde hace 65 Ma hasta la actualidad y se divide en dos periodos Paleógeno y Neógeno. Tras la fragmentación de Pangea, los continentes comenzaron a desplazarse hasta su posición actual dando lugar a dos sistemas orogénicos, el conjunto Rocosas-Andes y el sistema Alpes-Himalaya. El Paleógeno a su vez se divide en Paleoceno, Eoceno y Oligoceno. El Eoceno, definido a partir de faunas de moluscos (Lyell), incluye restos de mamíferos marinos sobre todo en Norte América. El Neógeno se divide también en Mioceno y Plioceno. En el Mioceno os depósitos marinos de Sudamérica indican una trasgresión marina durante las fases más tempranas (Pearson, 1964).
 _ Paleoambiente: a comienzos del Cenozoico el clima era cálido y húmedo, sin mantos de hielo en la Antártida ni Groenlandia. La temperatura alcanzó un pico entre el Paleoceno y el Eoceno, debido posiblemente a la liberación brusca de metano hasta ahora atrapado en hielo.  Después empezaron las glaciaciones cíclicas, lo que supuso una pérdida del CO2 atmosférico, que eran tanto glaciares como interglaciares (100000 años cada uno).
  Los arrecifes de coral hermatípicos encontrados en California a 39o de latitud N junto con corales solitarios, lamelibranquios y gasterópodos indican que la temperatura durante el Paleoceno fue ligeramente superior a los 20oC (Durham, 1950). Según Durham, estos depósitos sugieren un carácter tropical del clima. Existen también sedimentos marinos del Plioceno a 36o de latitud Norte en California, en la Formación Jacelitos, que incluye lamelibranquios y gasterópodos que señalan una temperatura mínima no inferior a 13oC. Durham consideró por tanto que las temperaturas en el hemisferio norte durante el Terciario temprano eran superiores a las actuales.
  _ Cetáceos: el Eoceno marca la aparición de los primeros fósiles de dos grupos de mamíferos marinos, los cetáceos y los sirenios (P. Rafferty, J, 2011). Dentro de os cordados se distingue el suborden Mysticeti, es decir, ballenas. Es raro encontrarlos en depósitos anteriores al Mioceno y pocos de los géneros vivientes quedan en la actualidad. Sus barbas, numerosas y córneas, son utilizadas para retener el plancton que, a través del agua, queda retenido en las cerdas. El agua pasa por la cavidad bucal y es expulsada por la acción de la lengua o de músculos subcutáneos gulares. Sus vertebras son cortas y están fusionadas en una masa ósea continua, la caja encefálica es redondeada, la escapula es ancha y plana y los vestigios de la pelvis se encuentran en forma de un par de largos huesos. Algunas carecen de cerdas o de pabellones auditivos y pueden sumergirse durante más de media hora (Parker et al., 1991).

Fig. 3: árbol filogenético de los cetáceos y de sus relaciones con otros géneros. Imágenes de algunos de los cetáceos actuales.
 Bibliografía
 Durham, J. W. 1950. Cenozoic marine climatesof the Pacific Coast. Bull. geol. Soc. Amer., 61, 1243, 1264.
 Parker, T. J. & Haswell, W. A. 1991. Textbook of Zoology: Vertebrates, 7th edition. Macmillan & Co., Ltd, 838-843 pp.
 P. Rafferty, J. 2011. The Cenozoic Era: Age ofMammals. The Rosen Publishing Group: 79 p.
 Silgado Herrero, A. & Tardón Díaz, A. 2010. Biología y geología. 1º bachillerato. Ministerio de Educación, 72p.

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