miércoles, 4 de junio de 2014

Por la boca muere el Hadrosauriforme


"El pasado es una especie de lámpara puesta a la entrada del porvenir para disipar una parte de las tinieblas que lo envuelven".

(R. de Lamennais)


En la trayectoria de este blog hemos hablado de muchos temas distintos: mamíferos marinos, pingüinos, el dinosaurio más grande jamás hallado, homínidos, microfósiles, e incluso coprolitos. Como hemos podido observar a lo largo de todas estas entradas, cada rama del conocimiento paleontológico es vital para la comprensión tanto del pasado como del presente, y ninguna de ellas es despreciable a ningún nivel.

Es por eso que hoy vamos a hablar de restos incompletos de cráneos de dinosaurio, un tema algo más modesto, basándonos en el artículo Gasulla, J.M., Escaso, F., Ortega F., Sanza J. L., 2014. New hadrosauriform cranial remains from the Arcillas de Morella Formation (lower Aptian) of Morella, Spain. Cretaceous Research, 47: 19-24, en el que observaremos la importancia de este tipo de fósiles en la descripción de especies y su relación con la Biogeografía y la Estratigrafía. 


Marco geográfico y geológico

El estudio se realizó en la zona de Castellón (Fig. 1), que se localiza en la cuenca del Maestrazgo (Cordillera Ibérica oriental). El área exacta en la que se sitúa la excavación de Mas de la Parreta es en Morella, cuya litología se corresponde con unidades de arcillas que se agrupan en una formación del mismo nombre (Aptiense inferior). 


Fig. 1: diagrama simplificado de las unidades lito y cronoestratigráficas de la cuenca de Maestrazgo en Mas de la Parreta (A), mapa geológico simplificado mostrando la localización de Morella (Castellón) (B), columna estratigráfica simplificada mostrando la distribución de los ambientes en los yacimientos CMp-11 y CMP-MS. (C).


Sinécdoque paleontológica: describiendo la parte por el todo

Los restos hallados en Mas de la Parreta se corresponden con dos maxilares superiores derechos y un hueso quadrate parcialmente conservado, todo ello perteneciente a tres individuos distintos que se engloban dentro de los Hadrosauriformes (Sanz et al., 1982, Gasulla et al., 2009, Ruiz-Omeñaca, 2011, McDonald et al., 2012 y Llandres Serrano et al., 2013):

– El individuo CMP-11-1 está representado por un maxilar superior derecho completo (Fig. 2) relativamente largo y pronunciado, con el extremo rostral bifurcado en dos procesos (rostrodorsal y rostroventral), ambos separados por un escalón lunado. El proceso rostrodorsal se proyecta ligeramente hacia delante más que el rostroventral, y se extiende a lo largo de la longitud rostrocaudal de la cavidad nasal, mientras que el proceso rostroventral surge directamente hacia el primer alvéolo para inclinarse de manera pronunciada. En este último proceso encontramos una muesca poco profunda y alargada, que es la que soporta el proceso ventrolateral, y que se reduce hacia la base del proceso ascendente. Este se sitúa caudalmente a la longitud craneocaudal del maxilar, y tiene una morfología alargada y pseudo-triangular. El proceso yugal es corto, pequeño y de morfología alargada, y se proyecta caudolateralmente surgiendo de la base del proceso ascendente. Caudalmente al proceso yugal existe una “plataforma” donde encaja el hueso ectopterigoide, que se curva lateroventralmente y que se cierra hacia el extremo caudal dando un foramen abierto en el borde dorsal.

En vista lateral, el borde ventral de la hilera de dientes es ligeramente cóncavo, y en vista oclusal la hilera es recta en casi toda su longitud. La superficie lateral es ligeramente convexa y está atravesada por varios forámenes neurovasculares. Se aprecian 24 alvéolos, muchos de ellos sosteniendo los dientes; las coronas de los dientes son relativamente estrechas y muestran una gruesa capa de esmalte. 

– El individuo CMP-11-2 está representado por un maxilar superior derecho incompleto que no presenta los procesos rostroventral ni rostrodorsal, así como parte del proceso ascendente. La fosa orbital y el proceso yugal son parecidos a los del individuo CMP-11-1, y en vista dorsal, el maxilar es recto en prácticamente toda su longitud. Solo 19 alvéolos se preservan para este espécimen, la mayoría sosteniendo dientes, y la morfología de las coronas es similar a la de CMP-11-1.



Fig. 2: maxilar derecho de Iguanodon bernissartensis de Mas de la Parreta. Vista de lateral de CMP-11-1 (A,F), medial (B, G), oclusal (C, H) y dorsal (D, I). Maxilar derecho de CMP-11-2 en vista lateral (E) y medial (J). Abreviaturas: aof, fosa orbital; ap, proceso ascendente; ecs, plataforma ectopterigoide; jp, proceso yugal; ms, plataforma medial; pmxg, surco premaxilar; rdpr, proceso rostrodorsal; rvpr, proceso rostroventral.


– El individuo CMP-MS-167 está representado por un hueso quadrate izquierdo parcialmente conservado (Fig. 3). Su morfología es ligeramente curva caudalmente para la mayor parte de su longitud, y tanto los cóndilos ventral y dorsal como parte del pterigoide no aparecen registrados.  En el borde rostral el ala lateral presenta un surco quadrato-yugal prominente de forma semicircular que encaja con el foramen paraquadrate.


Fig. 3: quadrate izquierdo de Mantellisaurus atherfieldensis de Mas de la parreta, en vista lateral (A), medial (B), rostral (C) y caudal (D). Abreviaturas: f, foramen; lw, ala lateral; mw, ala medial; surco quadrato-yugal.


Conclusiones e implicaciones

Por una parte, gracias al análisis de los restos encontrados, estos pueden relacionarse directamente con el gran ornitópodo europeo Iguanodon bernissartensis junto con Mantellisaurus atherfieldensis y, aunque las especies ya estaban descritas anteriormente, el estudio contribuye de manera significativa a su mejor descripción, apoyándose en el estudio de piezas de las que no se disponía hasta este momento.

Aparte de añadir nueva e importante información sobre los taxones, este estudio permite relacionar su presencia en la Península Ibérica con su contexto estratigráfico, ya que es un gen específico el que regula la morfología del hueso quadrate, y su existencia en el Cretácico inferior incrementa su rango de aparición hasta el Aptiense inferior. 

Por otra parte, la presencia de estas especies, entre otras que están relacionadas (Gasulla et al., 2007, Gasulla et al., 2009 y Gasulla et al., 2010), permite correlacionar las faunas de la formación Arcillas de Morella con las de las facies del Wealden superior del noroeste de Europa, ya que estos depósitos, tanto en Gran Bretaña como en la formación belga de arcillas de Sainte-Barbe, se caracterizan por la presencia sincrónica de estos Hadrosauriformes basales (Norman, 2012). Es por ello que este estudio coloca a Iguanodon bernissartensis, entre otros, como un Hadrosauriforme basal que habitó a lo largo del entonces Archipiélago Europeo durante el Barremiense-Aptiense inferior. 

No cabe la menor duda de que, como hemos observado en todas las entradas anteriores y en esta misma, el registro fósil comprende gran cantidad de restos distintos que contribuyen, cada uno a su manera, a un propósito diferente.

Los fósiles son las piezas del gran rompecabezas de la historia de la vida, y, como en cualquier puzzle, cada pieza es indispensable para visualizar el resultado final. 



Enlaces de interés







Referencias








No hay comentarios: